Analisis

«¡Curiorífico, curiorífico! - exclamó Alicia (estaba tan sorprendida, que por un momento se le olvidó hablar correctamente)» - (Lewis Carol, Las aventuras de Alicia en el país de las Maravillas)

El viernes 13 de septiembre viví una experiencia de lo más peculiar. Estaba tan asombrado de lo que estaba presenciando (y también de lo que no estaba presenciando) que sentí deseos de pronunciar las célebres palabras de Alicia en el País de las Maravillas.

Mientras escribo estas líneas, los titulares de los periódicos están dominados por el sorprendente anuncio de que Rusia estaría «en guerra» con Estados Unidos y sus aliados si levantan las restricciones a Ucrania para el uso de misiles occidentales de largo alcance con el fin de realizar ataques en profundidad en territorio ruso.

El 24 de agosto, Pavel Durov, multimillonario ruso propietario de la aplicación de mensajería encriptada Telegram, fue detenido por la policía francesa. Interrogado durante cuatro días, ayer fue trasladado a un tribunal y acusado de todos los cargos. Ahora, a la espera de juicio, ha quedado en libertad bajo fianza de 5 millones de euros, debe visitar a la policía francesa dos veces por semana y se le ha impedido salir de Francia. También hay una orden de detención contra su hermano, cofundador de Telegram.

[Cientos de miles de personas se movilizaron en Francia el sábado 7 de septiembre, convocadas por la Francia Insumisa, contra la decisión de Macron de nombrar al derechista Barnier como primer ministro. Los camaradas de la sección francesa de la Internacional Comunista Revolucionaria escribieron este artículo justo antes de la movilización]

La recuperación de los cadáveres de seis rehenes, retenidos por Hamás en Gaza, por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) durante el fin de semana ha provocado una explosión de ira, dirigida contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Cientos de miles de personas salieron a las calles el domingo 1 de septiembre en manifestaciones masivas en todo Israel. El país quedó paralizado por una huelga general convocada por la Histadrut (Organización General de Trabajadores de Israel) la mañana del lunes 2 de septiembre. Los manifestantes culparon a Netanyahu por la muerte de los rehenes, dado su flagrante y constante sabotaje de las negociaciones con Hamás. Se trata de una

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Al enviar este número de Revolution a imprenta, Macron aún no ha nombrado al próximo huésped del Hôtel Matignon. Se ha limitado a descartar abiertamente la propuesta del Nuevo Frente Popular (NFP). Pero a partir de ahora, la identidad del próximo Primer Ministro tiene poca importancia a la hora de analizar la situación política y sus perspectivas.

El derrocamiento revolucionario del régimen de Hasina, provocado por los estudiantes y sus valientes protestas, ha abierto las puertas a una nueva oleada de lucha de clases en Bangladesh. ¡La revolución avanza!

Desde que la marea revolucionaria barrió a Sheikh Hasina hace una semana, las masas, dirigidas por los estudiantes, siguen movilizándose. Los comités se han ido extendiendo por todo el país, sobre todo, pero no exclusivamente, entre los estudiantes. En muchos lugares han desplazado las funciones del Estado. La clase dirigente está suspendida en el aire. Existe una especie de doble poder. Pero la revolución se enfrenta ahora a nuevos peligros: no sólo las conspiraciones de la depuesta Liga Awami, que continúan, sino la confusión sobre la dirección a seguir.

Hoy, Bangladesh brilla con el calor blanco de la revolución. Las masas han vuelto a entrar en la escena de la lucha. Están redescubriendo una rica tradición revolucionaria que se remonta a décadas atrás. En realidad, las tareas de esta revolución son las tareas inacabadas de una revolución inacabada, que comenzó hace más de cincuenta años y culminó en la Guerra de Independencia contra la dominación de Pakistán en 1971. Aprender las lecciones de aquel periodo es vital no sólo para comprender el presente, sino para garantizar que la lucha revolucionaria de hoy se lleve adelante hasta la victoria.

La semana pasada Talha Mahmud Chowdhury, estudiante y simpatizante de la Internacional Comunista Revolucionaria, fue secuestrado por miembros de la Liga Chhatra, los matones de la Liga Awami de Hasina, y encarcelado bajo graves cargos falsos de intento de asesinato y vandalismo. Hoy hemos recibido la noticia de que, tras la caída del régimen de Hasina, ha sido liberado.