El capitalismo francés ha entrado en un nuevo periodo de destrucción masiva de empleo. Los anuncios de cierres y planes de despido se multiplican: Michelin, Auchan, ArcelorMittal, y muchos otros. Según la Confederación General del Trabajo (CGT), 150.000 empleos industriales están en peligro a corto plazo. Al cerrar la producción, las empresas desencadenan una reacción en dominó, con proveedores y subcontratistas que se declaran en quiebra o despiden a sus propios trabajadores.