En noviembre de 1918, la revolución estalló en Alemania. En la primavera de 1919, la clase trabajadora logró tomar el poder y declarar una República Soviética en Baviera. En su breve y heroica vida, la república tuvo que luchar no solo contra la contrarevolución abierta, sino también contra los resultados de su propia inexperiencia. Sin embargo, como explica Florian Keller, de la Corriente Marxista Internacional en Austria, estos acontecimientos representan uno de los episodios más inspiradores de la Revolución Alemana de 1918-1923. Las lecciones que se pueden extraer no tienen precio para los revolucionarios de hoy.