Desde el jueves 26 de marzo por la mañana cientos de aviones de combate, en representación de Arabia Saudí y de una amplia coalición de Estados árabes, han estado bombardeando objetivos en todo Yemen, matando a docenas, destruyendo todas las pistas de aterrizaje y gran parte de la infraestructura clave del país. Una vez más, Yemen, que es el país árabe más pobre, se ha convertido en un objetivo de los salvajes ataques del régimen saudí.