La infancia se supone que es una etapa simple, feliz, los años ascendentes en la vida de un ser humano, cuando, de acuerdo con la visión tradicional burguesa del mundo, las posibilidades para el futuro son muy amplias. Después de haber vivido ellos mismos en la prosperidad relativa del boom de la posguerra, los padres de los Baby Boomer —las personas nacidas entre 1946 y 1965— confiadamente aseguraban a sus hijos que podrían ser cualquier cosa que quisieran cuando fueran mayores.