La desaparición y posible ejecución de 43 compañeros de la normal rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero ha desatado una rabia que se ha gestado en el último periodo ante los fraudes electorales, la “guerra” contra el narcotráfico, la pobreza, la miseria y la explotación en el país. La cantidad de asesinados, desaparecidos, las violaciones sistemáticas a derechos humanos y en síntesis, la política de la podrida burguesía nacional, ha desatado un verdadero infierno.