Visos de nuevas jornadas de protestas en República Dominicana

Durante gran parte del mes de agosto, trabajadores dominicanos y sectores populares de varias provincias del país continuaron manifestando su descontento por los constantes aumentos en los precios de la canasta familiar, bienes y servicios. Pero las manifestaciones obreras no se confinan sólo a protestar contra los aumentos de los precios, sino que muchos trabajadores reclaman trabajos y para hacerlo se disponen a luchar por reaperturas de plazas laborales cerradas o por impedir el cierre de otras.

En el primer caso—poco mencionado por los medios masivos de prensa—tuvo lugar la marcha de los obreros parados por el cierre del ingenio azucarero Monte Llano de Puerto Plata. Esta iniciativa de lucha se efectuó en fecha del 12 de Agosto. Ex empleados se han organizado para reclamar la reapertura de dicho ingenio, que como expresaron han tenido que sufrir grandes penurias después del cierre, aludiendo  que por más de un siglo, el ingenio de Monte Llano ha sido su plaza de trabajo. Solicitaron del gobierno, la reapertura inmediata del ingenio azucarero y amenazaron con realizar acciones más contundentes de no ser cumplida su demanda. La marcha, organizada por el Comité Pro-Apertura, partió de la explanada del cuartel de bomberos y a ella se fueron sumando amas de casa, comerciantes locales y residentes de los barrios aledaños.

Un caso similar ocurre con los trabajadores del ingenio Colón de la Romana perteneciente al Grupo Viccini y que será cerrado en el próximo mes de Septiembre. Aunque en la prensa nacional no se dice mucho, las marchas de protesta siguen y las mismas son el preludio y vienen a reforzar las del Paro Nacional que según amplios sectores laborales, organizaciones políticas y comunitarias están preparando para el próximo 7 de Septiembre.

Dado que hasta el momento no se ha cumplido con ninguna de las demandas avanzadas en la pasada Huelga General del 11 julio, y en el sentido de que contrario a esto, los precios siguen en alza, y el desempleo aumentando, los trabajadores no les queda otra alternativa que no sea la lucha, independientemente de los pronunciamientos desde las altas esferas del poder, con respecto al alto grado de crecimiento macroeconómico de la nación.

Mientras la administración central del gobierno dominicano, a través de los ministerios de Economía, de Desarrollo y Hacienda ha rendido por ante el país nuevos informes en los que se indican nuevas cifras de crecimiento macroeconómico, reducción del gasto y de la inflación—las masas populares se aprestan a manifestarse, puesto que tal crecimiento económico no se refleja en grado alguno en la vida diaria del obrero industrial, el obrero portuario, del de la construcción o del informal; de las trabajadoras domésticas, de los trabajadores del Transporte público o privado; del jornalero campesino, o del Motor-Concho.

Crecimiento económico—demagogia proselitista.

Según el último informe gubernamental, el factor inflación de este año no sobrepasará del 6,5 por ciento, poniendo como referencia que de enero a julio los efectos inflacionarios acumulados habían alcanzado un 6.95 por ciento, sin contar la inflación subyacente que fue de 3.4 por ciento. Estos ministerios del gobierno han manifestado [fervorosamente], que este año podría terminar con un déficit sólo del 1.6 por ciento en el presupuesto, lo que supone, es resultado que la economía del país ha tenido un buen desempeño—por cumplimiento con todas las expectativas y las metas de la “séptima revisión” del acuerdo contraído con el FMI (Fondo Monetario Internacional). Según dicho reporte, todo parece indicar que la inflación se mantendrá en un (1) dígito, al salir el año fiscal.

De su parte, las reservas brutas del Banco Central se mantienen por encima de los 3, 200 millones de dólares, tal y como fuera pactado con el FMI. Pero no sólo esto, el gobierno sigue dándose golpes de pecho triunfalistas al anunciar que han cumplido metas que no han sido posibles ni siquiera en países de Europa e inclusive para los Estados Unidos. Y, sin detenerse aquí, los analistas económicos del gobierno del “partido de la liberación dominicana” PLD, con Leonel Fernández a la cabeza van mucho más allá en su fanfarronería,  refiriéndose , también, a economías emergentes de otros países, cuyos déficits exceden el 4 por ciento (-) menos, mientras que la dominicana ha crecido hasta el mes de junio del año en curso, en términos de un 4 por ciento (+)“Plus”, ponderando al mismo tiempo el papel de las importaciones en el crecimiento económico, cuyos beneficios han aumentado en un 20 por ciento manteniendo el nivel del año pasado; también, en el mismo informe se hace mención del crecimiento en el sector Zonas Francas indicando que cuyo mejoramiento es de un 14 por ciento, aportando 246 millones de dólares, por encima de lo que había crecido el año anterior. En fin, todo esto supone un augurio de una mejoría en el saldo de la cuenta corriente del país, que de acuerdo a los estimados del gobierno debería reducirse en Un (1) punto del Producto Interno Bruto PIB.

Pero veamos, pues, la otra cara de la moneda; el verdadero rostro del espectro, reflejado en las otras cifras, no dadas a conocer por las instituciones financieras del Estado, pero que ante la imposibilidad de ocultarlas han sido ofrecidas por instituciones estatales que de hecho son afines a la administración gubernamental, y que ante el descontento general con el orden existente, consecuencia de la políticas neoliberales, que son de naturaleza excluyente, se hacen difíciles de ignorar. Veamos, pues: En fecha 19 de agosto, el Ministerio de Industria y Comercio anunciaba los nuevos precios de los productos derivados del petróleo, donde la gasolina Premium costará RD$230.40 para un aumento de 3.20; la regular costará 213.00 experimentando un alza de 2.70; el diesel regular se venderá a 187.40 y el Premium 193.90, ambos con un incremento de RDid="mce_marker".20; el Kerosene a 179.10 sufriendo un alza de 1.80. Mientras que el Fuel-Oil costará 131.47 con un alza de 1.83. El Gas Licuado de Petróleo será despachado a 105.70 el galón, por un aumento de 1.50 pesos.

Con la tasa de cambio promediada en 38.19 pesos por un dólar—de acuerdo a informaciones del Banco Central— la gasolina Premium costará al consumidor más de US6.00 dólares mientras la regular se venderá a 5 dólares con 95 centavos el galón. Estos precios sobrepasan los anteriores cuando el precio por barril del crudo se hallaba por encima de los US100.00 dólares en el mercado de Texas, lo cual significa una estafa a los sectores laborales si comparamos el precio actual que oscila entre US82.89 y US83.00 (según los precios de mercado en fecha de domingo 21 de agosto 2011), con riesgo de seguir al alza, según el Ministerio de Industria y Comercio MIC.

Ante tal panorama, las reacciones del sector laboral, especialmente el sindical, no se hicieron esperar y han mostrado nuevamente su disposición de tomar acción y ponerse en pie de lucha mediante nuevas protestas y huelgas laborales al calificar como burla al pueblo, las constantes alzas a los carburantes, dado que mientras el crudo baja de precio en los mercados internacionales, sus derivados siguen a la alza en República Dominicana.

El presidente de la CNTU (Ramón Pérez Figuereo) expresó que las organizaciones sociales, comunitarias y de transporte terrestre continuarán en las calles protestando y demandando la modificación de la ley 112-00 de Hidrocarburos, y con tal propósito tuvo lugar un encuentro con varias organizaciones en virtud de potenciar la jornada de protestas de la semana del pasado 21 de agosto, así como el Paro Nacional programado para el día 7 de Septiembre que realizarán varias organizaciones, con el propósito de ejercer presión desde abajo a la administración gubernamental.

Pero ante los nuevos planes e iniciativas de lucha por parte de los obreros del Transporte terrestre, principalmente, el tira y afloja, el chantaje reaccionario amparado en el fraude de la ley por parte del gobierno no se hizo esperar; y en una declaración de la Dirección de Comunicaciones del MIC se pasó de inmediato a explicar la “razón legal” de los aumentos, exponiendo que el artículo 8 de “la ley” 112.00 se refiere claramente a “los combustibles y no al crudo”. Citamos textualmente: “Se trata de asuntos que están debida y claramente especificados tanto en la ley 112.00 como en su reglamento de aplicación, pero que no son tomados en cuenta por determinados hacedores de opinión pública, ni por voceros políticos o de grupos interesados, que juegan a la distorsión y a la manipulación burda”; y a seguidas agrega: “hay que agotar primero los inventarios que fueron comprados a precios anteriores y a los que no se le aplican bajas, más si esos inventarios fueron adquiridos a precios superiores.”

Para nosotros, “la ley” podrá decir o dictar lo que sea, pero la realidad es que en Mayo pasado hubo un aumento general de salarios del 17 por ciento, el cual fue absorbido de manera inmediata por la reforma tributaria del mes Junio y por los constantes aumentos de los combustibles y la canasta diaria. Vemos ante nosotros, cómo se cumple la ley de carburos y al mismo tiempo somos partícipes de la lucha que por meses van librando los estudiantes por el cumplimiento de la ley constitucional que otorga el 4 por ciento del PIB para la educación académica. Es decir que la primera debe cumplirse a rajatablas, cuando a la segunda: la de educación sólo se le dedica un 2.17 por ciento del monto consignado constitucionalmente. Con cada subida en los precios de los productos de primera necesidad, los trabajadores experimentan recortes automáticos en sus salarios, esto, sin mencionar la situación en que se hallan los desempleados.

Mientras que la crisis mundial del capitalismo sigue profundizándose, el gobierno de Fernández pretende ocultar los efectos directos de la misma, con falsos números. Lo que él no podrá ocultar son las contradicciones en que caen sus datos numéricos, puesto que si la economía dominicana ha logrado lo que ninguna otra en el mundo, cómo se explica que el desempleo sobrepase el 18 por ciento, cómo se explica, que la jornada de 10 horas de trabajo diaria del labriego (obrero campesino) sea de RD$205.00 pesos, para un salario por debajo de los US200.00 dólares mensuales—esto, si hallara trabajo diario. (Notemos, que en República Dominicana la jornada de trabajo en el campo es todavía de diez horas, sólo por mencionar una rama laboral y sin mencionar la súper explotación a que son sometidos los trabajadores haitianos por los terratenientes dominicanos). Ciertamente, no hay que ir muy lejos para encontrar la correcta respuesta a estas interrogantes, pues, es sabido que el triunfo del capitalista engendra y se fundamenta en la bancarrota y la miseria de las grandes mayorías; lo mismo decimos y con toda seguridad que el Estado capitalista tiene una ley para unos cuantos que se cumple a como dé lugar y otra para las mayorías que se ignoran en cada proceso, ya sea circunstancial o estático.

Las manifestaciones de bonanza económica presentadas por el gobierno, desmienten su alegada incapacidad para cumplir con los reclamos y demandas de las masas por mejores salarios y condiciones de vida. Con su supuesta capacidad de mantener a flote y equilibrada la economía dominicana el gobierno presume de ser el único enclave social con esmero ante la situación de crisis capitalista y con ello hace un intento por crear una imagen positiva de su gobierno, tratando de tornar en indispensable su continuidad en el poder más allá del 2012 en vista del nuevo período electoral en el que todos nos vemos envueltos y del que los trabajadores son los más afectados de una forma u otra, hallándonos dentro del tira y jala de los que se quieren quedar al frente del Estado y de los que quieren regresar a dar continuidad al mismo orden de cosas. Ante esta verdad tangible, instamos a los trabajadores a avanzar la demanda de que se abran las cuentas, los libros y las arcas gubernamentales a ver qué tan cierto es el crecimiento económico y por cuánto, qué es lo que impide el cumplimiento de las demandas populares.

Por el momento creemos que todo lo expuesto por parte del gobierno, corresponde sólo a la protección de los intereses de una minoría social capitalista que se ha elevado por encima de las clases sociales que componen la mayoría de la nación dominicana. Insistimos en que todo movimiento desde el gobierno sustenta un fin único: mantener a raya a las masas, evitar sus luchas, confundirlas con informes económicos de crecimiento con el único propósito de soslayar las verdaderas y urgentes necesidades sociales que demandan inmediata solución: mejores salarios, mejores condiciones laborales, vivienda, educación para todos, seguridad social, salud, etcétera, etcétera. En fin, todo lo que exponemos arriba, se reduce a una necesidad inmediata de la clase en el poder: mantener por medios electorales el desorden capitalista nacional, que es como un todo, parte del engranaje del motor del capital financiero internacional, en otras palabras: el desorden mundial del capitalismo y el imperialismo en otras tierras.

El gobierno, la oposición y los sindicatos.

En una noticia publicada en fecha 6 de abril del corriente año, se dio a conocer un aumento de 1, 800 a 5, 000 pesos en las pensiones de los trabajadores Portuarios, mediante un acuerdo logrado entre el liderazgo sindical, combinado con el Foro Nacional de Promoción del Diálogo Social en el que participaron, además del vicepresidente de la república Rafael Alburquerque, el ministro de Trabajo y el representante de la Organización Internacional de Trabajo OIT para Centroamérica, República Dominicana y Haití, Virgilio Levaggi, y también el director de la Central Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD). Pero recientemente 2, 879 de estos obreros han marchado hacia el Palacio del Gobierno, en reclamo de una suma que asciende a los 98 millones de pesos en pagos atrasados, con lo cual, queda demostrado una vez más que el liderazgo sindical no debe fiarse de las autoridades gubernamentales, sino que debe mantenerse dentro de sus propios parámetros laborales, romper con el gobierno burgués y su sistema de partidos y luchar de manera firme por el fortalecimiento de estas organizaciones que son genuinamente obreras, ante el hecho de que esos trabajadores han sido una vez más extorsionados por el gobierno que incumplirá todo negocio o pacto con sus organizaciones. En tal efecto, las Federaciones Dominicanas de Trabajadores Portuarios y la Regional de Haina, ha realizado una asamblea para determinar la paralización de los puertos, de no hacerse efectivo el pago de pensiones atrasadas. Esta situación podría reforzar las jornadas de luchas que se perciben en el futuro inmediato, creando una perspectiva de lucha más amplia para el próximo período. Los trabajadores portuarios son una pieza clave para la economía, en tanto, una correa de transmisión entre la lucha política-económica.

Todos estos potenciales de luchas toman forma a la víspera del año electoral, que es de importancia capital para los dos grandes partidos que se turnan en el poder. De un lado, los constantes pronunciamientos del gobierno del PLD a favor de su gestión, y del otro el supuesto apoyo que dice ofrecer el (partido revolucionario dominicano) PRD, a los sectores laborales y populares en lucha. Dado que no existe un tercer partido con potencial de crecimiento y por cuanto de competitividad dentro del electorado dominicano, el PRD y el PLD se disputan las simpatías obreras; ambos con sus viejos esquemas, ambos presentando al pueblo la opción del menos malo, del menos corrupto. Las promesas, por parte del candidato del PRD no se han hecho esperar, siendo la más sonada, en la que garantiza condonará la deuda de todos los agricultores, mientras el del PLD ha dicho que de ganar las elecciones doblará la suma de más de 42 mil millones de pesos que  se han invertido en el sector agropecuario en la presente gestión. Pero ni el uno ni el otro, dicen cómo y cuándo lo harán. Creemos que la única manera de condonar la deuda a los agricultores, es nacionalizando la economía, ya que aún siendo el Banco Agrícola  una institución estatal, este funciona con las inyecciones de fondos provenientes de los acuerdos con organismos financieros internacionales. En cuanto a la promesa del candidato oficialista quien dice continuará la obra del presidente Fernández, carece de fundamento, puesto que las condiciones de productividad en el campo son tan débiles en términos de estructuras que es necesario desarrollar un plan por etapas combinando el acondicionamiento estructural con el productivo, algo que no se podrá lograr en un cuatreño presidencial. Es decir, que su promesa solo es una más de tantas.

Ante este cuadro, sólo hay una alternativa, la lucha abierta contra el sistema socioeconómico vigente y la combinación de la misma con el fortalecimiento del liderazgo de la clase obrera dentro de las organizaciones de masas existentes; en el primer caso: los sindicatos, quienes deben romper con los dos grandes partidos y comenzar a sentar las bases para un liderazgo de clase que se proponga la construcción de una organización revolucionaria que dé al traste con las políticas económicas impuestas por el imperialismo en alianza con la burguesía dominicana y ésta con la casta pequeño-burguesa amparada en el anillo palaciego, que la representa en el poder.

Entrando al año electoral, el PLD tratará de quedarse en el poder del Estado por otros cuatro años a como dé lugar. El candidato oficialista Danilo Medina no es muy popular entre las masas, por lo que el presidente dominicano, quien a la vez ocupa la presidencia del partido oficial, tratará de fortalecerlo desde el terreno del Partido mismo, poniendo por ante el pueblo la extremadamente necesaria permanencia de su organización en el control del Estado. De aquí los ampliados informes sobre la bonanza económica. El presidente Leonel Fernández es bien conocido por su silencio sepulcral ante los problemas y reclamos de las masas y de buenas a primeras habla a menudo a la población de triunfos y recomposición económica. Por su parte, el principal candidato de oposición, coquetea con el movimiento huelguista, tratando de ganar simpatías entre los trabajadores sindicalizados, de quienes no podemos ignorar su inclinación hacia el PRD—históricamente ha sido así y a pesar de la profunda degeneración de este partido, esta tendencia aún subsiste. No obstante, parte de nuestra tarea es poner por ante las masas obreras que los pronunciamientos del PRD a favor de las luchas de protestas están íntimamente ligadas a su campaña electoral contra el gobierno actual, y no así a una respuesta a las demandas de los trabajadores a los que intenta usar como material logístico para regresar al control del Estado. Una clara muestra de esto es la ambigüedad de sus pronunciamientos, los cuales se limitan a ponderar la justeza de las protestas laborales, sin ofrecer soluciones de perfil concreto.

Ante este cuadro real, decimos a los obreros sindicalizados, a su actual liderazgo y las masas proletarias en general, que no necesitamos el regreso del PRD al poder, dejando en claro que no hacemos concesión política alguna a la administración actual; que la solución no existe en un cambio de equipo en el Estado burgués, pero que tampoco consiste en modo alguno en dejar las cosas como están; que no es suficiente con cambiarle la camisa de color púrpura al enfermo por una de color blanco, cuando la misma lucirá en el mismo cuerpo moribundo; empero, sí es necesario y por lo demás, urgente, la elaboración de una política independiente de clase, orientada a fortalecer los sindicatos para desde ellos ir creando las condiciones objetivas para desplazar a los dos partidos del sistema y sus tránsfugas del poder estatal; y que para lograrlo, es necesaria la creación de una organización revolucionaria que se convierta en la herramienta de lucha de la clase trabajadora, para desplazar a la burguesía del poder, organizar y planificar democráticamente la economía, dando los pasos hacia la transición  socialista.

Nuestra actitud es la misma con respecto al movimiento de las “izquierdas”, especialmente con las mujeres, hombres, estudiantes y demás juventudes que a ellos se acercan y que de manera honesta, bien intencionada quieren luchar por los cambios sociales tan urgentes en medio de la creciente crisis mundial del capitalismo, exhortándolos a armarse con las ideas genuinas del Marxismo revolucionario, herramienta única que nos sirve de guía para la lucha, desligándola del contexto grupal, para elevarla a la de combate frontal de clase contra clase; de modo que podamos fortalecer las organizaciones de trabajadores y estudiantiles,  principalmente, con miras a la construcción del liderazgo revolucionario de que adolece la clase trabajadora dominicana.

Una orientación revolucionaria, de clase.

La lucha de protestas que se avecinan y las que ya han tomado lugar, son sin duda alguna, el resultado directo de la disfuncionalidad del orden económico capitalista. Estas luchas seguirán su curso y nosotros nos hemos subido al carro que conduce a las victorias del porvenir; el triunfo de los trabajadores sobre sus verdugos es sólo cuestión de tiempo. En la presente etapa, el gobierno—como siempre, tratará de disminuir la presión mediante el soborno y la corrupción de los trabajadores. Desgraciadamente esto sigue siendo así, pero no tiene porqué ser de esta manera. Las grandes mayorías están ávidas de lucha. Las condiciones subjetivas de las masas no están al mismo nivel de diez años atrás. ¡Ulteriormente esto ha cambiado! Lo que hace falta es la formación de las bases de un liderazgo político que por pequeño que sea en sus comienzos, será capaz de intervenir correctamente en el movimiento de masas.

Independientemente de la actitud antagónica que muestran sectores de la vieja izquierda, hacia los sindicatos de obreros, éstos, aún y con todas sus debilidades, en esta etapa, se encuentran a la vanguardia del movimiento de protesta y de las huelgas de trabajadores que se desarrollan en el país. Por esto, es completamente erróneo desligarse de su movimiento como forma de condena a su liderazgo, al que acusan de pequeño burgués y vende huelgas. Nosotros argumentaremos siempre a favor de las actividades de lucha convocadas por los sindicatos y participaremos con ellos, por reaccionarios que sean. Tenemos bien en claro, que no pretendemos conciliar incondicionalmente con su liderazgo, sino que abogamos e insistimos ante el mismo en llevar las luchas obreras a esferas más elevadas y dentro de la concepción ideológica de nuestra clase. Con ello llevamos las ideas a las filas obreras sindicalizadas. ¡Este es, pues, nuestro objetivo! Una actitud distinta vulnera cualquier victoria del movimiento laboral y nos separaría del mismo; sería en primera instancia como un sabotaje a sus luchas iniciales, una traición. No sólo debemos apoyar sus luchas, sino que las asumimos como nuestras, desligándonos de la pasividad para asumir un papel activo en ellas.

Avanzar ideas y consignas programáticas que sirvan de orientación política y de base para la propaganda y la agitación es una prioridad vital,  si se quiere lograr, incluso, la más mínima victoria. En este sentido, y ante las próximas jornadas de lucha que se avecinan, decimos:

  • Organización de la huelga general sobre la base de comités de huelga democráticos en todos los lugares de trabajo
  • Extensión de la jornada de Huelga por cada ataque represivo contra los trabajadores.
  • Contra la represión organización de comités de defensa en todos los lugares de trabajo paralizados y en las calles.
  • Pago inmediato de la deuda pendiente a los trabajadores portuarios pensionados.
  • Rebaja inmediata de los precios de los carburantes y el gas, sin condiciones.
  • Abolición inmediata de la jornada laboral de 10 horas a que son sometidos los trabajadores del campo.
  • Concesión inmediata del 4 por ciento del PBI para la educación académica, en todos los niveles.
  • Ocupación por los obreros de las fábricas e ingenios azucareros cerrados para que sean nacionalizados y puestos a funcionar bajo control obrero
  • Rompimiento de los sindicatos con los dos partidos del sistema (PLD, PRD).

¡Proletarios de todos los países, Uníos!

Para contactar a la CMI en la República Dominicana:  CMI.dominicana@gmail.com

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