El miércoles 25 de noviembre, a la mañana, una delegación de compañeros de la Corriente Socialista El Militante y la Fundación Federico Engels, visitó la Embajada de México en Buenos Aires para entregar una carta de protesta a las autoridades mexicanas contra la represión y hostigamiento que están sufriendo nuestros compañeros de la Tendencia Marxista Militante de México y de la organización estudiantil CLEP-CEDEP por parte del gobierno de Felipe Calderón.
Uno de los integrantes de la delegación fue el intelectual y documentalista mexicano Fernando Buen Abad.
Allí fuimos recibidos por Alfonso Nieto, consejero y agregado cultural de la Embajada. En nuestro escrito denunciamos el acoso que sufren los compañeros del CLEP-CEDEP, muchos de ellos integrantes de la Tendencia Marxista Militante, por parte de las autoridades académicas del Instituto Politécnico Nacional y de la UNAM, y del aparato del Estado. Concretamente, denunciamos el acoso y persecución que sufren los estudiantes Claudia Fabiola Jay Aguilar, Luis Enrique Orihuela Martínez, Luis Edgar Lira Toral, Adrián Alvarado Pérez, Roberto Carlos Montiel y Héctor Aguilar Campos; y los trabajadores no docentes: Samuel Sotelo Crespo y Patricia Góngora.
Ante nuestras denuncias, Alfonso Nieto declaró que nada sabía y calificó el hecho de que algunos compañeros hayan sido seguidos por autos sin placa, presumiblemente de la policía, como acciones de "monitoreo".
No obstante, dijo comprometerse a reenviar nuestro escrito a las autoridades mexicanas y a mantenernos informados del curso de nuestra denuncia.
En nuestro escrito también nos solidarizábamos con la lucha de los trabajadores electricistas mexicanos y del SME, lo que dio pie a un curioso debate con el representante de la Embajada, quien hizo una defensa cínica del cierre de la empresa estatal Luz y Fuerza del Centro y del despido de más de 40.000 trabajadores. Basten para corroborar esto, algunas de las frases expresadas por el señor Nieto: "Tenía que haber sucedido hace 20 años", o "Quedar cesanteados nos puede pasar a cualquiera" afirmó sin inmutarse. Nosotros denunciamos la brutalidad de la medida, su desprecio por las familias trabajadoras afectadas, el carácter político de esta medida contra el SME y el movimiento obrero organizado, los planes ocultos para privatizar el sistema eléctrico mexicano, etc.
El agregado cultural sólo pudo esgrimir en su defensa que ninguna instancia del sistema judicial ni político había declarado ilegal la medida del gobierno, lo que fue una mala defensa habida cuenta que fue ese mismo sistema judicial y político el que avaló el mayor fraude electoral en la historia mexicana en el año 2006. Por no hablar de negociados fabulosos avalador por el poder político, que denunciamos al Señor Nieto, como el ocurrido hace poco con el ex-gobernador de San Luis de Potosí.
En un momento del debate, el señor Nieto, en un arranque nacionalista, expresó dolido que aceptaba escuchar los argumentos de Fernando Buen Abad poR su condición de mexicano; pero que no aceptaba que personas extranjeras se inmiscuyeran en los asuntos internos de su país. Nuestra respuesta fue que, de la misma manera que durante la última dictadura militar argentina, el pueblo mexicano se solidarizó con los miles de exiliados argentinos que huyeron a México, los trabajadores y jóvenes argentinos también tenemos derecho a mostrar nuestra solidaridad con los trabajadores mexicanos y denunciar los atropellos que sufren a manos de las autoridades de su Estado.
Terminamos la reunión insistiendo en que se atendieran nuestras peticiones para que cesaran los ataques contra el CLEP-CEDEP y que esperábamos de las autoridades mexicanas una pronta satisfacción a estos reclamos.