Los militares han entrado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) para de forma brutal reprimir a los estudiantes que protestaron contra el ilegitimo gobierno de Juan Orlando Hernández. Al menos 8 estudiantes han sido heridos. Este ataque se da a pocos días de que un grupo de Marines estadounidenses han ingresado al país centroamericano, evidenciando el apoyo del imperialismo estadounidense a este gobierno golpista. Las autoridades de la universidad, de igual forma, han sido cómplices del gobierno golpista, pero la represión se ha dado de forma tan bestial que incluso el Consejo Universitario ha tenido que condenarla.
En Honduras gobierna una camarilla ilegitima que el pueblo no ha elegido, ellos defienden los intereses de los oligarcas y son perros fieles de los imperialistas. La falta de apoyo entre el pueblo a los partidos oligarcas, sumado a su férrea oposición a los cambios democráticos, llevaron a hacerle un golpe de Estado al gobierno de Mel Zelaya. El gobienro de Mel puso una quinta urna donde consultaba al pueblo si estaba a favor de hacer una asamblea constituyente. Desde entonces las elecciones han sido una burla y en especial la del año 2017, donde se hizo un vergonzoso fraude, lo que provocó un levantamiento popular que puso en jaque al régimen.
En estos 10 años de gobiernos golpistas el pueblo ha vivido constantemente en carne propia la violencia, el aumento de la miseria y ha obligado a miles emigrar en condiciones penosas, esta es la causa fundamental de las caravanas migrantes. Los ataques contra el pueblo trabajador no se frenan, el último ejemplo son las recientes reformas privatizadoras a la salud y a la educación.
El pueblo de Honduras está agotado de esta vida a lo que se suma que cuando protestan se enfrentan a la represión. Los asesinatos del gobierno de JOH contra la población que protesta no se detienen. El pueblo ya no quiere más muertos, más golpeados, más baleados ni seguir oliendo a gas pimienta y lacrimógeno. El ataque a los universitarios del 24 de junio, es un reflejo de la falta de apoyo que tiene el gobierno, la única forma que tiene para sostenerse por la fuerza.
La propia universidad es un ejemplo claro del ambiente social. No hay semana en que haya clases regulares, pues de manera combativa, los universitarios salen una y otra vez a luchar. La dirección de Libre y el propio Mel Zelaya han llamado de forma correcta a protestar, aunque realmente han ido a la zaga del pueblo, quienes con su lucha siempre les llevan la delantera. No es suficiente con luchar, el pueblo de Honduras ya ha tomado las calles muchas veces, se necesita una estrategia y tácticas revolucionarias claras, algo que no ha ofrecido Libre ni Mel Zelaya.
Nosotros nos preguntamos ¿Los maestros y médicos no tienen razones para luchar? ¿Los transportistas no tienen razones para luchar? ¿Los estudiantes no tienen razones para luchar? ¿Los obreros y campesinos no tienen razones para luchar? ¿Las amas de casa y los desempleados no tienen razones para luchar? ¿Los hondureños que han emigrado no tienen razones para luchar? Por supuesto que sí y lo primero es echar abajo al régimen golpista. Debemos pegar todos unidos como un solo puño para acabar con el régimen y así tomar las riendas de la sociedad en beneficio de los oprimidos, necesitamos un cambio revolucionario estableciendo una auténtica democracia que emane del pueblo trabajador acabando con la farsa de democracia burguesa en la que hemos vivido y ha derivado en lo que tenemos ahora.
Salir a luchar de forma aislada sólo facilitará la represión del régimen. No basta bloquear carreteras, hay que parar la producción en su conjunto. Si el pueblo de Honduras es capaz de hacer una huelga general asfixiaría a este régimen golpista, dividiría a sus fuerzas represivas y les daría el último empujón que precipitaría su caída.
Pensamos que en cada centro de trabajo, en cada universidad, en cada barrio popular y en cada pueblo se deben hacer asambleas que preparen y organicen la lucha, eligiendo representantes que se reúnan regional y nacionalmente con el objetivo inmediato de organizar la huelga general acompañada de cierres de vías públicas y el llamado a una jornada mundial de solidaridad con el pueblo hondureño. Se deben rescatar las mejores tradiciones revolucionarias de Honduras como la de 1954. La combinación de la experiencia histórica con la audacia de la joven clase obrera es la clave principal para vencer el régimen de JOH.
El pueblo de Honduras tiene derecho a vivir dignamente, no bastará con echar a los golpistas. Ese hermoso país se ha convertido en un infierno bajo la dirección de los oligarcas e imperialistas. Es momento de que los obreros, los campesinos y el resto del pueblo pobre de Honduras, tome el poder en sus manos y también la producción para poner a la economía en beneficio del conjunto del pueblo y así erradicar la violencia, el desempleo y el hambre de forma definitiva.
El pueblo Hondureño pasaría de ser pisoteado a ser el gran ejemplo a seguir para los pobres del mundo, quienes les imitaríamos. El problema es que el capitalismo es un sistema decadente e irreformable, en Honduras se muestra la barbarie a la que conduce a la humanidad. A 10 años del golpe de Estado, es momento de enterrar a la dictadura y a su sistema capitalista. Así la represión y nuestros muertos no habrán sido en vano.
Desde México y El Salvador nos solidarizamos con nuestros hermanos universitarios reprimidos, rechazamos enérgicamente la represión en la UNAH. Enviamos nuestra solidaridad con la lucha del pueblo hondureño. Confiamos en que estarán a la altura de las tareas que la historia les ha puesto en su camino. Esta es una lucha literal de vida o muerte y sabemos que podrán vencer.
¡Alto a la represión del pueblo hondureño, fuera oligarcas del país!
¡Huelga general para botar a la dictadura de JOH!
¡Fuera los imperialistas de Centroamérica!
¡Por la confederación de repúblicas socialistas de Centroamérica!