En la elección del pasado 26 de noviembre el pueblo hondureño dio un mensaje muy claro: ¡Fuera Juan Orlando Hernández! La elección ha sido bastante concurrida y pese a irregularidades (compra de votos, no ampliación de la apertura de las casillas cuando la gente estaba queriendo votar, manipulación mediática del régimen, relleno de urnas, alteración en el padrón electoral, etc.) todo indica que el voto está favoreciendo a la Alianza de Oposición contra la Dictadura y su candidato Salvador Nasralla. Pero Juan Orlando Hernández, quien quiere reelegirse como presidente, se ha declarado ganador, mostrando que no quieren dejar el poder y mostrando nuevamente que poco le importa la opinión del pueblo trabajador, como tampoco sus derechos que ha pisoteado en todo este tiempo.
Juan Orlando Hernández representa a la podrida oligarquía hondureña que, sumisa a los imperialistas, mantiene en la miseria al pueblo, que ataca a los sindicatos, asesina a activistas sociales, golpea al campesino y al sindicalista. La elección muestra a todas luces que el pueblo hondureño no quiere esto. Pero solo se podrá conseguir una sociedad mejor si las masas toman la tarea en sus manos y luchan por ella.
A la oligarquía poco le importa la democracia, por eso cuando por primera vez un presidente tomó en cuenta la opinión del pueblo respondieron con un golpe de Estado. Juan Orlando es heredero de ese criminal y asesino golpe del año 2009. Su régimen se basa en el autoritarismo, todas las instituciones estatales se ponen a sus órdenes y servicio de forma bonapartista. Si tienen que verse obligados a convocar elecciones es porque, pese a todo, es una dictadura débil y desprestigiada y las masas de obreros y campesinos han demostrado, una y otra vez, su completa disposición de lucha tanto en las calles como en las urnas.
Frente al voto masivo anti JOH, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se ha visto en aprietos. De forma completamente inusual, tardaron casi 9 horas, desde el cierre de las urnas, para dar el primer avance del conteo reconociendo una ventaja de 5 puntos para Salvador Nasralla. (45,17%, de votos para Nasralla y 40,21% para JOH). El segundo avance estrechó muy poco esa ventaja. La oposición al gobierno oligárquico del Partido Nacionalista, que tiene como principal fuerza al partido Libre, ha realizado su propio conteo.
Las masas no pueden confiar en nadie más que en su propia fuerza y su propia lucha. Si el régimen golpista no se ha atrevido hasta ahora a declarar ganador a JOH, es porque no creen que pueda mantener bajo control la situación. El imperialismo está preocupado, hay observadores de la OEA en Honduras y su vocero, el reaccionario Jorge Quiroga, se ha apresurado a hablar de la limpieza de la elección y a llamar a la gente que se quede en sus casas y mantenga la calma. ¿Es posible tener más calma después de 8 años de régimen golpista?
En el año 2013 el partido Libre, con su candidata Xiomara Castro, ganaron las elecciones pero el fraude impuso a JOH. La dirección de Libre se fue por la ruta legal y dejó en segundo término la lucha decidida en las calles. No se puede permitir que esto ocurra nuevamente. Hoy el margen de votación contra los golpistas es mayor, el pueblo está más vigilante e incluso la dirección, que titubeó muchísimo en 2013, está un paso más a la izquierda que entonces. Se hizo una manifestación el pasado lunes 27 de noviembre frente al TSE donde una masa inundó con banderas rojas las calles. El partido Nacionalista respondió con su propia manifestación, mostrando más que fuerza, debilidad. Este miércoles estudiantes y población hicieron una marcha contra el fraude saliendo de la histórica y combativa Universidad Pedagógica Nacional. Ese es el camino a seguir.
El TSE tiene como límite el día jueves 30 para dar un resultado definitivo, si siguen en silencio es porque están valorando políticamente y no han descartado imponer a JOH. El pueblo hondureño debe estar atento y deben saber que no están solos. Desde el Salvador el FMLN ha reconocido el triunfo de Salvador Nasrallan y llamado a respetar el voto popular. El alcalde de San Salvador, Nayib Bukele, mandó un “mensaje para la ultra derecha continental: El péndulo en Latinoamérica se ha movido hacia su lado, con pequeñas excepciones. Róbense tan burdamente las elecciones en Honduras y les apuesto que el péndulo regresa a la izquierda.” La gente no aguanta más, pero tenemos plena confianza en que el pueblo hondureño no permitirá este robo.
Si mañana el TSE declara ganador a JOH, se deben convocar de inmediato asambleas en los sindicatos, universidades y pueblos y aprobar una huelga general y acciones unificadas como marchas centrales, bloqueos a nivel nacional de carreteras, etc. Creemos que desde ahora el partido Libre, el FNRP, los sindicatos, las organizaciones estudiantiles, etc. deben prepararse para esta acción. El ejército y demás fuerzas armadas son entes reaccionario al servicio de la oligarquía, pero sus bases no viven condiciones diferentes a las del pueblo y se deberían hacer llamados a esas bases a no reprimir al pueblo ni convertirse en títeres de este gobierno ilegitimo, ilegal, represor y explotador.
Libre debe llamar a la solidaridad internacional, a realizar mítines en las embajadas, a que los gobiernos progresistas desconozcan a este gobierno fraudulento.
Si, debido a la presión que se está ejercido, el régimen se ve obligado a reconocer su derrota, debe quedar en claro que esto se debe ante todo a la voluntad de lucha del pueblo, mostrado primeramente el mismo día de la elección. Se debe exigir el restablecimiento de los derechos democráticos: no debe haber ningún activista más asesinado, ninguna protesta reprimida y se debe velar por el mayor respeto y libertad a la organización popular. De igual forma se debe impulsar un programa inmediato que mejore los salarios, que restablezca la seguridad y educación pública de calidad para el pueblo trabajador, que se vele por el pleno empleo, un programa de rehabilitación de sectores desclasados, alternativas de cultura y salud. La mejora de los niveles de vida de las masas es el primer paso para un combate efectivo a la violencia.
Sabemos que el viejo régimen se opondrá a eso y su sistema capitalista se convertirá en un obstáculo, por eso la batalla apenas iniciaría. No se debe tolerar ningún pacto ni alianza con los viejos golpistas, se debe fortalecer la organización popular y la lucha. La dirección de Libre debe aprender de sus errores en 2009 y verse reflejado en las experiencias de los gobiernos de izquierda latinoamericanos que nos muestran que un programa de pequeñas reformas sociales, sin atacar el problema de raíz que es el sistema capitalista, no soluciona los problemas de fondo y permite a la derecha oligárquica e imperialista, propiciar situaciones de caos económico y social. Por eso creemos que el programa a aplicar debe tener un auténtico carácter socialista. Desde la Corriente Marxista Internacional nos solidarizamos con el pueblo hondureño en su digna lucha por cambiar la sociedad.