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El lugar no podía ser más indicado. La casa museo Abel Santamaría se encuentra en el apartamento de 25 y O que Abel compartía con su hermana Haydée, dónde los jóvenes revolucionarios cubanos planearon el asalto al cuartel de Moncada en 1953. Más de medio siglo más tarde unas 60 personas se reunieron en este lugar tan cargado de historia para la presentación de un libro dedicado a la defensa de la revolución cubana, y de la necesidad de la revolución socialista internacional.
La encargada de presentar el libro fue Graciela Ramírez Cruz, coordinadora del Comité Internacional Justicia y Libertad a los Cinco, que relató como Celia Hart había empezado a revindicar la figura y las ideas de Trotski en un momento en que era la única en Cuba en hacerlo.
El libro de Celia recoge sus artículos más importantes desde aquél primer La bandera de Coyoacán del año 2003, hasta Profundizar la revolución socialista: única vía de salvarla de Noviembre del 2005 que recoge sus reflexiones sobre el discurso de Fidel Castro en la Universidad de la Habana en el que advirtió de que la revolución cubana no es irreversible y que se enfrenta también al peligro de sus propios errores y deficiencias.
También habló en el evento Juan Leon Ferrera, veterano militante comunista cubano, que trabajó con el Che en el Ministerio de Industria y que siempre ha defendido las ideas de León Trotski. Juan León resaltó la importancia del libro de Celia por ser el primero que rompía el tabú respecto a Trotski que existía en la isla, e insistió en la importancia de leer y estudiar la obra de Trotski para poder entender la época en la que vivimos y los desafíos a los que se enfrenta la revolución cubana hoy. Su padre, Ydalberto Ferrera, también presente en el evento, lucía un pullover de Trotski producido por la Corriente Marxista Revolucionaria de Venezuela.
La mención de la figura del revolucionario ruso León Trotski levantó el aplauso de los presentes, entre los que se contaban veteranos Moncadistas, militantes CDRistas de la zona y revolucionarios de todas las edades que se habían reunido en este improvisado evento. Como dice Celia Hart, "en ningún lugar tienen mejor espacio las ideas del Viejo que en el país de Julio Antonio Mella y Antonio Guiteras". Al finalizar la tarde se pusieron a la venta unos 80 ejemplares del libro de Celia que se agotaron. Como explicó Celia, estos libros son un donativo de la Fundación F Engels al pueblo de Cuba, como parte de su compromiso internacionalista y revolucionario.
El cubano es un pueblo orgulloso de su revolución y del nivel de instrucción y cultura que ésta les ha garantizado. Como muestra de ello el interés que mostró en el libro de Celia un vendedor de maní que asistió al evento. El compañero no tenía el dinero necesario para adquirir un ejemplar (que se vendía a 10 pesos cubanos) y ofreció 10 cucuruchos de maní a cambio de uno. Se fue con el libro comentando como había conseguido por fin conocer las ideas de Trotski "y con la hija de Yeyé!" (el nombre afectuoso con que los cubanos conocen a Haydée Santamaría).
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Otro ejemplar fue para Alfredo Guevara, precursor del Nuevo Cine Cubano e impulsor de la nueva trova a través del Grupo de experimentación Sonora del ICAIC. Guevara también es conocido por haberse enfrentado a Blas Roca (del estalinista PSP y antiguo ministro de Batista) acerca de la proyección de algunas películas, en 1963.
Así fue como en una tarde habanera un vendedor de maní y un premio Nóbel de literatura se hicieron con un ejemplar del libro que trajo de nuevo a León Trotski a la isla caribeña que abolió el capitalismo en las mismísimas narices del imperialismo estadounidense y con la oposición del estalinismo.