Presentamos a continuación una propuesta de manifiesto programático elaborado por los camaradas de la Juventud Bicentenaria del Estado Miranda. Pensamos que es una buena base para un debate amplio sobre las tareas de la juventud revolucionaria. Como los propios camaradas plantean: "El marxismo nos permite entender que en la actualidad, las trabas fundamentales para el desarrollo de la sociedad, a nivel económico, político, social y cultural, son dos: La primera, la relaciones capitalistas de producción, la segunda, el aparato de estado burgués". Llamamos a todos los camaradas de la Juventud a sumarse a ésta propuesta para avanzar en la construcción de una herramienta revolucionaria que pueda tumbar el capitalismo.
La revolución bolivariana ha significado un verdadero despertar a la vida política y social para las masas de toda latinoamérica, e inclusive del mundo. Millones de hombres y mujeres de Venezuela y Latinoamérica han comenzado a cuestionar profundamente al sistema capitalista, que es el causante principal y fundamental de la miseria y explotación a las que durante décadas han sido sometidos los pueblos de nuestro continente.
Tanto en Venezuela como en otros países, los movimientos juveniles y estudiantiles han significado y han sido determinantes en las luchas por los cambios sociales, económicos, reivindicativos y políticos en nuestras sociedades. Es por esta razón, que este tipo de organizaciones, han sido uno de los movimientos con mayor poder de expresión de lucha de la sociedad y por ende, parte importante del desarrollo socioeconómico de los países. El mismo Karl Marx, siendo un estudiante comenzó a teorizar sobre la importancia histórica del movimiento juvenil y estudiantil como factor preponderante en el desarrollo histórico de los procesos de tranformación social. Y hoy, en la Revolución Bolivariana, es éste también el gran reto del Frente de Juventudes Bicentenarias que las y los jóvenes revolucionarios de Venezuela estamos conformando: Dotar a la juventud revolucionaria de una estructura organizativa, con unos principios y programa de lucha, que le permita convertirse en verdadera vanguardia revolucionaria, en el proceso de abolición definitiva del régimen capitalista de producción y del estado burgués en Venezuela y en el mundo, constituyendo esto un salto trascendental en la construcción de una sociedad sin explotadores ni explotados.
Es así como podemos recordar los grandes moviemientos estudiantiles y juveniles, cómo el que luchó en la Batalla de La Victoria, el 12 de Febrero de 1814, el cual estaba integrado por jóvenes estudiantes patriotas, universitarios y seminaristas, quienes al mando de nuestro procer José Félix ribas y guiados por el liderazgo de nuestro Padre Libertador simón Bolívar, se cubrieron de gloria al derrotar en La Victoria, Estado Aragua, a las tropas realistas de Boves y Morales. Gesta heroica que determinó la conmemoración anual de esta insigne fecha, como "El Día de la Juventud ", siendo esta la principal plataforma de impulso moral y revolucionario de nuestros próceres en contra de la opresión por parte de las potencias extranjeras y de los poderes dominantes, convirtiendose esta gesta heroica también, en nuestra fundamental fuente de inspiración actual en la lucha antiimperialista y anticapitalista, siendo la razón de ser del espíritu revolucionario, bolivariano y socialista de nuestra juventud bicentenaria.
Hoy la historia nos llama a asumir el reto de contruir la sociedad del futuro, esa que llenará de humanidad al planeta, por eso en tiempos de lucha y de transformaciones sociales, sigue vigente la lucha de la juventud revolucionaria.
En la actualidad, el compromiso de la juventud ante la creación de una nueva sociedad, de un nuevo hombre y una nueva mujer, es mas fuerte e inquebrantable que nunca, con la unidad como premisa y las ideas y las prácticas revolucionarias como armas, contruimos la vanguardia obrera, campesina y popular de la revolución, la nueva vanguardia que sea instrumento vital para la construcción de una nueva ética, de la patria que soñamos y deseamos.
Juventud que debe ser cada día mas, pionera en el establecimiento del trabajo voluntario, sin esperar mas gratificaciones que la que se desprende del deber cumplido, como métodos para instaurar la conciencia de que es posible avanzar hacia una nueva sociedad, hacia nuevas relaciones humanas.
Vanguardia joven que se capaz de abrir caminos y paralelamente ir al paso del pueblo, de él aprendiendo, y a él llevando sus enseñanzas, convertidas en directrices coherentes. Esta vanguardia que es conciencia hecha pueblo tiene como tarea fundamental: Elevar con su ejemplo y con su obra el nivel de conciencia revolucionaria del resto de la población.
La juventud esta asumiendo su papel y su rol protágonico en el acontecer nacional, y no sólo como una categoría social abstracta o estadística; sino en la acción transformadora del ser social, que es lo que impulsa los verdaderos cambios radicales en sociedad, recordando al camarada Marx: "No es la conciencia del hombre lo que determina su ser, sino por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia".
El estudio científico de la historia, a través de esa maravillosa e imprescindible herramienta teórica que es el marxismo, nos enseña que sólo la resolución definitiva de los problemas acuciantes y necesidades fundamentales de las masas, tales como salud, alimentación, empleo y vivienda, puede garantizar el triunfo definitivo de la revolución sobre las fuerzas de la contrarevolución.
Asimismo, el marxismo nos permite entender que en la actualidad, las trabas fundamentales para el desarrollo de la sociedad, a nivel económico, político, social y cultural, son dos: La primera, la relaciones capitalistas de producción, la segunda, el aparato de estado burgués. Sólo la abolición de las relaciones capitalistas de producción, en aras de una producción democráticamente planificada por el pueblo, en las fábricas y en los campos, y el desmantelamiento del estado burgués, que debe ser sustituído por un estado obrero, campesino y popular, un estado verdaderamente democrático donde las bases tomen realmente el control de la gestión de la vida social, nos permitirá hacer irreversible nuestra revolución, y vencer definitivamente a las fuerzas de la contrarevolución. Para lograr ambas tareas es imprescindible e impostergable nacionalizar la banca, la tierra y la industria, para que sean controladas democráticamente por los trabajadores y trabajadoras, por los campesinos y campesinas, y por las comunidades.
Por ello, manifestamos que uno de nuestros objetivos fundamentales como jóvenes revolucionarios es ayudar a terminar de desmantelar el estado burgués, en aras de construir un estado sustentado en los consejos comunales, consejos de campesinos, consejos de trabajadores y trabajadoras y comunas. Un estado que este al servicio de las grandes mayorías, con la tarea de organizar una nueva cultura, la cultura de la libertad humana.
No podemos conciliar con la burguesía, ella está esperando el momento oportuno para lanzar una nueva ofensiva contra nuestra revolución, con el propósito de acabarla para siempre, nosotros, el pueblo de Bolívar, debemos tomar el poder y construir el socialismo.
Por lo tanto, en aras de las ideas expuestas en el presente manifiesto, las y los jóvenes que hoy estamos reunidos aquí para juramentar al Frente de Juventudes Bicentenarias del Edo. Miranda, planteamos el siguiente programa de lucha para la Juventud Revolucionaria:
1.- La juventud debe asumir el trabajo de contribuir con la organización y formación de la clase obrera para la toma del poder. Debemos crear a partir de la escuela de cuadros del frente, espacios de formación con trabajadores y trabajadoras de todas las zonas industriales del Edo. Miranda y también de todo el país para que la clase obrera se organice en función del control obrero y junto a los consejos comunales, de la producción en cada una de sus empresas. Los cuadros políticos formados en el frente de juventudes bicentenarias deben contribuir arduamente en la organización de la clase obrera en consejos de trabajadores y trabajadoras en cada empresa que exista en el país, como estructuras de poder verdaderamente revolucionarias y socialistas, que permitirán a los trabajadores y trabajadoras asumir junto a las comunidades el control obrero y comunal de la producción y la planificación verdaderamente democrática de ésta. Asimismo, es necesario luchar en cada empresa por la creación de sindicatos de nuevo tipo, sindicatos revolucionarios que sirvan realmente para defender los derechos de la clase obrera y el pueblo y que no estén al servicio del patrono o de intereses particulares.
2.- De la misma forma, debemos trabajar con las campesinas y campesinos del estado miranda, y con el frente campesino Ezequiel Zamora como organización de la vanguardia campesina de nuestro país, para organizar espacios de formación política y de planificación de las luchas por los derechos de nuestro pueblo campesino. Es necesario hacer un censo estadal de tierras abandonadas, baldías, y sin cultivar (y bajo propiedad latifundista), a fin de organizarnos todos, trabajadores, campesinos y consejos comunales para su ocupación y la lucha por la nacionalización de todas estas tierras pero bajo control de los campesinos y campesinas, trabajadores y trabajadoras y de las comunidades. Debemos ser punta de lanza en la lucha contra el latifundio, para así ademas inspirar al resto de los estados del país a profundizar la lucha por la abolición definitiva del latifundio en nuestro país.
3.- Organización de consejos del poder popular estudiantil en todos los centros educativos del estado miranda. Aunque todavía no tengan carcáter de ley dichas organizaciones, debemos promover de una vez la creación de estas nuevas estructuras de poder, como parte de las organizaciones de base que constituiran el estado comunal, y que concretamente, en el ambito de los centros educativos, permitirán el control estudiantil y comunal de la gestión educativa.
4.- Para poder cumplir todas estas tareas es necesario la formación de cuadros políticos en lo teórico y práctico. El trabajo con la clase obrera y el campesinado y la construcción de nuevas estructuras de poder verdaderamente populares y democráticas requiere de la formación de cuadros políticos con capacidad crítica y reflexiva, que garantizen altos niveles de conciencia política revolucionaria. Por ello debemos construir la escuela de cuadros del Frente de Juventudes Bicentenarias como una verdadera escuela de formación de cuadros revolucionarios. Esta tarea es imprescindible para poder llevar a la práctica con éxito, las tareas anteriores. Los cuadros políticos del frente serán el motor que nos permitirá materializar el programa de lucha que acabamos de definir.
Tal y como dijo el gran marxista revolucionario alemán Karl Liebnecht, compañero de lucha de Rosa Luxemburgo y asesinado junto a ella de forma criminal y salvaje en la fallida revolución alemana de 1918: "la juventud es la llama de la revolución proletaria".