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Decir que una revolución ha comenzado no quiere decir que se haya completado, y mucho menos que la victoria esté asegurada. Es una lucha de fuerzas vivas. La revolución no es un drama de un solo acto. Es un proceso complicado, con muchas alzas y bajas. El derrocamiento de Mubarak, Ben Alí y Gannouchi marca el final de las primeras etapas, pero la Revolución no ha logrado aún completamente el derrocamiento del viejo, mientras que este último aún no ha logrado restablecer el control.

A principios de este año fotografías de dos jóvenes bogotanos muy guapos aparecieron en diferentes medios noticiosos. No se trataba de protagonistas de telenovela ni de la última revelación del modelaje sino de Margarita Gómez y Mateo Matamala, estudiantes de la Universidad de los Andes que fueron asesinados por el grupo paramilitar “Los Urabeños” en el departamento de Córdoba.

Enoc Escobar Ramos fue un brillante abogado defensor de toda causa revolucionaria.  Desde muy joven  era clara su vocación de servicio por los más necesitados. Defendió toda causa de los explotados contra los abusos de la clase dominante hasta el último día de su vida sin pedir nada a cambio.

Tras 12 días de movilizaciones, el conflicto laboral llega a conclusión sobre la base de un acuerdo que flexibiliza las posiciones tanto de los trabajadores como del gobierno. Lo primero que debe remarcarse es la enésima demostración que solo con la movilización los trabajadores pueden influenciar y orientar las decisiones del gobierno. Es una lección que se debe asumir con toda su trascendencia, porque el acuerdo es solo un avance parcial y no soluciona temas de fondo, económicos y políticos, que quedan postergados.

La movilización de los trabajadores bolivianos crece en amplitud cada día más. Los principales reclamos por un salario superior al 10% decretado por el gobierno, la abrogación del DS 21060, la nacionalización de las minas y la defensa de la Caja Nacional de Salud, comienzan a ganar apoyo y simpatía de sectores populares golpeados por la crisis. Asimismo algunos dirigentes de la Coordinadora Nacional en Defensa del Cambio (CONALCAM), principalmente del sector campesino y cocalero, lanzaron beligerantes declaraciones contra la COB y los trabajadores, anunciando contramarchas y contrabloqueos en defensa del gobierno. ¿Cuál son entonces las perspectivas de esta lucha? ¿Qué posición deberían

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Las elecciones presidenciales del Perú abren paso al cambio político más importante en el país desde la caída de la dictadura de Fujimori en el año 2000. La profundidad del malestar social acumulado se ha expresado de forma que ninguno de los candidatos más confiables de la clase dominante (Kuczynski, Toledo, Castañeda) pasó a la segunda vuelta. A esto no es ajeno que todos los gobiernos que se sucedieron en estos años (Ramón Paniagua, Alejandro Toledo y Alan García) fueron un calco el uno del otro, adictos a los intereses de los grandes empresarios y terratenientes, y del imperialismo de EEUU.

Todas las izquierdas de cada país tienen hechos históricos que marcan su historia y se transforman en conceptos que permanecen, reaparecen, se recomponen, convirtiéndose en objetivos y anhelos, insertándose en lo más profundo de su naturaleza. Estos hechos transformados en concepto es lo que llamamos tradición.

Pronunciamiento de la Corriente Marxista Internacional a la clase trabajadora movilizada, al pueblo y a la militancia revolucionaria del “proceso”.

A nueve años del golpe de estado del 11 de abril de 2002, ponemos a la disposición de nuestros lectores este artículo de los conocidos teóricos marxistas Alan Woods y Ted Grant. Escrito el 14 de abril, justo después la vuelta de Chávez al poder, este análisis es clave para entender los sucesos de revolución y contrarrevolución que se desarrollaron en nuestro país. También es sorprendente la claridad con la cual previeron acontecimientos futuros, como el posterior paro-sabotaje petrolero de diciembre del 2002.

Durante su estancia en Río de Janeiro, Alan Woods, dirigente de la CMI (Corriente Marxista Internacional) visitó la sede nacional del PCB (Partido Comunista Brasileño) donde debatió tres horas con los dirigentes del partido. En esta discusión, el secretario general del PCB, Iván Pinheiro, habló  de la lucha que su fracción comenzó dentro del partido desde el final de la dictadura para corregir los errores anteriores y construir un partido verdaderamente comunista.