En la mañana del 6 de febrero, el prominente dirigente de izquierda Chokri Belaid fue asesinado frente a su casa en Túnez. Miles han salido a las calles, atacado oficinas del partido gobernante Ennahda, que es considerado el responsable del asesinato, y se ha convocado una huelga general para mañana, 8 de febrero. Éste podría ser el incidente que desencadene una muy necesaria segunda revolución, dos años después del derrocamiento del odiado régimen de Ben Alí.