Una nueva ola represiva azota al normalismo rural, esta vez los compañeros de Tiripetio, Michoacán, fueron víctimas de la violencia del estado y sus instituciones.
Los Hechos
Los estudiantes de la Normal Rural “Vasco de Quiroga” -ubicada en Tiripetio Michoacán- fueron brutalmente reprimidos por policías estatales los cuales ingresaron a las instalaciones de la normal y dispararon a sangre fría contra los compañeros que se encontraban en el lugar. Hasta el momento hay dos heridos de gravedad; un estudiante de secundaria que se encontraba en el lugar durante la represión el cual recibió un impacto de bala de goma, y el compañero normalista Gael Solorio de 22 años, quien fue herido de bala percutida en la mejilla izquierda.
Durante la tarde del miércoles los compañeros normalistas realizaban una manifestación exigiendo el pago de las becas correspondientes a los meses de Mayo y Junio, lo mismo que recursos para la manutención de su escuela, cuando fueron interceptados por policías estatales y perseguidos hasta la normal. Los uniformados, con el respaldo del gobierno estatal, hicieron uso de la violencia para contrarrestar la actividad política de los compañeros. Disparando balas de goma y balas percutidas de diversos calibres contra los manifestantes.
La lucha del normalismo rural por la supervivencia
Año con año, las normales rurales se movilizan en sus estados para exigir el pago de becas de manutención, la apertura de matrículas, recursos para el mantenimiento de sus escuelas, y en los últimos años han hecho suya la lucha contra la reforma educativa que atenta contra su razón de ser. Esta es la respuesta a la política de saqueo capitalista que han tenido los gobiernos del PRI y del PAN a nivel nacional, el cual pretende privatizar hasta el más mínimo rasgo de los sectores que son financiados por los recursos públicos; sectores como el de la salud y la educación han sido fuertemente golpeados por las reformas estructurales aprobadas en este sexenio.
Ante la cerrazón del gobierno, las normales rurales como la de Ayotzinapa Guerrero, llevan a cabo campañas para su manutención anual: brigadeos, colectas, proyectos económicos que ayudan a cubrir y sostener una parte del costo de su educación. El pasado 25 de Septiembre del 2014, mientras realizaban una de estas jornadas de agitación para obtener recursos fueron desaparecidos 43 compañeros normalistas y uno más fue encontrado brutalmente masacrado. Recordamos este suceso con indignación como uno de los más oscuros en la historia de nuestro país, y condenamos que nuevamente se levante la bota de la violencia contra los estudiantes normalistas.
La persecución, la represión y la violencia (e incluso las desapariciones y asesinatos) se han vuelto una constante para diversos sectores de la sociedad mexicana que se manifiestas y luchan contra el régimen de Peña Nieto. El asesinato de periodistas y el reciente escándalo de espionaje por parte del gobierno federal contra activistas de derechos humanos, han puesto a relucir cada vez con más descaro el papel represivo del estado, el cual se ha exacerbado en los últimos años. Estas medidas de represión no son nuevas, se han utilizado a lo largo de la historia, pero en la época del capitalismo adquieren tintes de barbarie llevando al limité estás prácticas. La violencia que vive el país de manera cotidiana es soportada no solo por los sectores más críticos de la sociedad, si no también por los millones de trabajadores que todos los días salen con miedo de sus casas para poner el pan en la mesa; los asaltos en el transporte público, la delincuencia organizada, la violencia de genero y los feminicidios, desapariciones y asesinatos a dirigentes sociales dejan al descubierto la podredumbre del Estado capitalista y sus representantes, que no pueden sostener ni por un minuto más esta situación, sin embargo, hacen hasta lo imposible por mantener el control de la sociedad mediante la violencia.
La lucha de las normales rurales se ha recrudecido. Incluso los diversos sectores que se encaminan en una lucha defensiva –es decir, en defensa de sus derechos y reivindicaciones más necesarias- han tenido que redoblar esfuerzos para obtener las conquistas que antes se podían conseguir con la mitad de la fuerza. Es evidente que ahora el régimen no está dispuesto a negociar, ni a conceder el más mínimo beneficio; aunque esto signifique condenar a la pobreza y al hambre a millones de personas. La crisis del actual sistema económico no tiene comparación alguna, esta llevando al limite el nivel de vida de los trabajadores y esta destruyendo cada una de sus conquistas como la de la Educación, la cual incluye el proyecto de las normales rurales, las cuales fueron pensadas para educar a los hijos de los campesinos pobres y así desarrollar el nivel de vida de las comunidades más lejanas y atrasadas del país.
¡Condenamos la violencia y la represión del Estado Capitalista; nos sumamos a las consignas de los compañeros de la FECSM y suscribirnos su lucha por la educación y en defensa del normalismo rural!
Bajo el actual estado de cosas no hay salida para la juventud, solo el desempleo, la violencia, la degeneración y la muerte nos esperan. Por eso es necesario sumarnos a la lucha en defensa de las conquistas de los trabajadores y contra el sistema económico que provoca toda la barbarie de México y el mundo.
Desde este espacio enviamos nuestra solidaridad a la FECSM, y hacemos un llamado a las organizaciones sociales y políticas a sumarse a las jornadas de lucha que serán convocadas en los próximos días.
Si nos tocan a unos, nos tocan a todos.
¡A las normales Rurales
las quieren desaparecer
nosotros con lucha y sangre las vamos a defender!
¡Normales Rurales de Norte a Sur!
¡En pie de lucha!