El gobierno de Ulises Ruiz es el culpable de la emboscada y muerte de defensores de derechos humanos que se dirigían a San Juan Copala en Oaxaca. Es obligación de todos los trabajadores y activistas del movimiento, el pronunciarnos de manera enérgica en contra de este crimen y exigir la caída inmediata del tirano que nuevamente desangra al pueblo y por supuesto su principal patrocinador Felipe Calderón.

Como un mecanismo para asegurar un cierto control político de Oaxaca, Ulises Ruiz fortaleció y estimuló a los grupos priistas de diversas regiones a que adoptaran esquemas paramilitares. La idea era generar un ambiente de miedo, en medio del cual, la única política que se podría efectuar libremente sería la de los mismos priistas.

Una de las muestras más ejemplares de los resultados de dicha política es la emboscada a la caravana de periodistas y observadores de derechos humanos nacionales y extranjeros que se dirigía a San Juan Copala, zona Triqui de Oaxaca.

UBISORT (Unión de Bienestar Social de la Región Triqui) de filiación priista, había desarrollado una política de cerco hacia la población, que consideran suya por derecho de conquista. En el marco de esa situación que podía acarrear la expulsión e incluso asesinato de cientos de habitantes del pueblo simpatizantes de MULTI (Movimiento de Unificación y Lucha Triqui-Independiente), se organizó una caravana de observadores de derechos humanos y periodistas para verificar la situación.

El apoyo de Ulises Ruiz, específicamente la garantía de impunidad, les dio fuerza a los paramilitares para emboscar a la caravana, teniendo como resultado la muerte confirmada de la mexicana Beatriz A. Cariño y del finlandés Tyri Antero Jaakkola, ambos defensores de derechos humanos y la desaparición, posiblemente capturados por los paramilitares, de otros cuatro activistas.

La versión oficial es, como todas las que acostumbra Ulises Ruiz, cínicamente falsa. Lejos de proponer una investigación, lanza una serie de ataques en contra de la presencia de observadores externos, tal y como hizo con el caso de Brad Will, se planean hipótesis como las de un auto atentado para “llamar la atención”. En el mejor de los casos habla de un enfrentamiento, algo absurdo en la medida de que los agredidos no poseían armas.

La Tendencia Marxista Militante se suma a la condena a estos criminales hechos y exige:

- La caída inmediata y procesamiento de Ulises Ruiz como responsable político de la muerte de los activistas de derechos humanos.

- La detención y castigo de los autores materiales e intelectuales de la agresión.

- La inmediata desarticulación de los grupos paramilitares que mantienen asolado el campo oaxaqueño.

No nos hacemos ilusiones, sabemos que el gobierno federal es cómplice de estos actos y que tratara de dejar pasar el tiempo para que el olvido lo cubra todo.

Los compañeros asesinados y aquellos que aún corren peligro de perder la vida, además de los pobladores de San Juan Copala no merecen el destino que les quieren dar el gobierno federal y local.

Llamamos a los trabajadores de México y el extranjero a que condenen el brutal asesinato cometido y les pedimos estar atentos a los acontecimientos próximos.

Es necesaria la convocatoria urgente y reorganización de la APPO para preparar una nueva serie de movilizaciones en contra del gobierno de Ulises Ruiz. Es necesario que todos los trabajadores y organizaciones nos pronunciemos y nos unamos para enfrentar tanto al gobierno de Oaxaca como al federal.

Los trabajadores mexicanos vivimos bajo el fuego cruzado de los delincuentes informales, los aparatos represivos del estado y sus grupos paramilitares, debemos poner un fin a todo esto, empezando por este 1 de mayo.

Ni una lucha aislada más

Castigo a los asesinos

Unidos y organizados Venceremos

Fuente: Militante - Mexico