El pasado viernes 30 de Octubre en el marco de los cursos de formación política del Sindicato de la Unión de Trabajadores del Instituto de Educación Media Superior del DF (SUTIEMS) se realizó la charla “La Crisis del Capitalismo y Las Tareas de los Trabajadores” en el local del SUTIEMS alrededor de 25 sindicalistas representantes de planteles y miembros del Comité ejecutivo escucharon a Alan Woods explicar que la actual crisis del capitalismo es una crisis clásica de sobreproducción, se trata de la crisis más profunda desde 1929 en la que se ha derrumbado como un castillo de naipes toda la mitología sobre el “Fin de la Historia” y el fin de las crisis periódicas demostrando que las tesis centrales del marxismo revolucionario son más vigentes que nunca; el fenómeno de la globalización, la concentración de capital todos estos fenómenos fueron previstos por Marx hace más de 150 años en el “Manifiesto del Partido Comunista”. La crisis del capitalismo mundial está obligando a la clase dominante a emprender ataques que amenazan llevar el nivel de vida a etapas pre-Bismarck, es decir al siglo XIX, los márgenes para el reformismo.se reducen a cero por lo que presenciamos todos los ingredientes necesarios para una lucha de clases feroz en la cual el proletariado no tiene otro camino que la organización y la movilización, en concreto en México eso significa la preparación de la huelga general. Después de la exposición del tema se abrió el debate. Los compañeros del SUTIEMS preguntaron acerca de las perspectivas para Cuba, la revolución Bolivariana, acerca de la guerrilla y el movimiento armado, acerca de la lucha obrera en Inglaterra. Especialmente polémico fue el papel de Militante y la CMI en las organizaciones de masas, se señaló el papel antiobrero del PRD y AMLO; Alan Woods señaló en su respuesta que si bien estamos de acuerdo en el papel de freno que juegan las direcciones de las organizaciones de masas el papel de los revolucionarios es el de ganar a las masas, son ellas las que hacen las revoluciones; hizo referencia a la experiencia bolchevique y a la experiencia de la revolución Bolivariana, no se trata de construir un partido de masas de “tres hombre y un perro”, señaló, sino de ganar pacientemente a las masas a las ideas del marxismo dentro de su organizaciones tradicionales. En general el debate fue muy rico y polémico, todos en la sala estuvieron de acuerdo en que el debate sigue abierto y que la discusión fraterna y compañera es un elemento esencial de un sindicalismo vivo y democrático.