Aproximadamente a las 23 horas del sábado 10 de octubre efectivos de la Policía Federal tomaron las instalaciones de la Luz y Fuerza (LyF), acto seguido, durante el primer minuto del domingo 11, por medio del Diario Oficial de Federación se anunció la liquidación de esta empresa paraestatal.
Esta acción por parte del gobierno panista de Calderón constituye un artero ataque contra los trabajadores de LyF y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), además de un crimen contra el conjunto de la clase trabajadora de nuestro país, legitima propietaria de LyF.
El ataque perpetrado hace apenas unas horas ha sido la culminación de la reciente ofensiva lanzada por el gobierno espurio a través de la Secretaria del Trabajo y Previsión social (STPS), interviniendo en la vida interna del SME empleando como pretexto la impugnación del pasado proceso de elecciones internas por la dirección nacional del sindicato, presentada ante dicha dependencia por el ex candidato Alejandro Muñoz.
En síntesis, en el decreto de liquidación de LyF se acusa a la empresa de ser onerosa y de tener fuertes pérdidas económicas. Bajo estas escusas el gobierno ha decidido dar un paso que considera definitivo para, ahora si, tratar de impulsar la privatización plena y absoluta de la industria eléctrica en beneficio de los empresarios y de paso, desmantelar a uno de los contratos colectivos de trabajo mas ejemplar de todo México en cuanto a todas las conquistas laborales que posee.
Pero en el terreno de lo político, la liquidación de LyF representa para el gobierno la oportunidad de eliminar a uno de los sindicatos más combativos a lo largo de toda la historia del movimiento obrero mexicano. Pero Calderón está muy equivocado si piensa que con su medida está dicha la última palabra. Nada más lejano a la realidad. Lo que ha hecho esta noche el gobierno con su proceder es prender la mecha de lo que muy probablemente será una oleada de movilizaciones muy intensas en las que los agremiados del SME serán los principales protagonistas, pero en las que seguramente no marcharán solos pues se les unirán a su lucha diversos sindicatos y cientos de miles de trabajadores de otras empresas y dependencias públicas.
La acción del gobierno de Calderón marca el inicio de lo que pretenderá ser su nueva estrategia para tratar los conflictos laborales del tipo que sea y para ir despejando el camino de cara a su política antiobrera y privatizadora.
La crisis económica está marcando la actuación urgente e histérica del Estado a favor de los intereses de la burguesía; la pretendida liquidación del LyF se ubica en el marco de la política de ajustes y recortes al gasto público promovida por Calderón y que también tiene como objetivo imponernos el IVA disfrazado para tasar con impuesto a medicamentos y alimentos, entre otras medidas. El ataque contra el SME y LyF no es un hecho aislado, se trata de una acción que forma parte de una estrategia mas general que afecta a todos los trabajadores del campo y de la ciudad y por medio de la cual se pretende que paguemos aun mas y con un costo mayor, los efectos de la crisis económica.
Frente a la agresión contra el SME y contra LyF los trabajadores de todo México debemos salir a las calles en defensa de la industria eléctrica, en defensa del SME y en defensa de sus derechos laborales. Es vital frenar y revertir este ataque y la única manera de hacerlo es ir más lejos en esta lucha convocando a movilizaciones en todas partes, pero también organizando y lanzando una huelga general de 24 horas contra la liquidación de LyF, uniendo esta demanda a nuestros reclamos contra los despidos, por un aumento salarial de emergencia del 100%, en defensa de la Ley Federal del Trabajo, contra las privatizaciones, contra el recorte al gasto social, contra el IVA disfrazado, etcétera.
Pero también es necesario lanzar una campaña de agitación entre los usurarios del servicio de LyF, pues la liquidación nos es otra cosa más que la promesa de privatización y, por consecuencia, de tarifas eléctricas aun más caras, traduciéndose ello en condiciones de vida más precarias para millones de mexicanos. Con la liquidación de LyF todos los trabajadores salimos perdiendo.
Pero es preciso actuar de manera enérgica y unificada pues la maniobra del Calderón contra LyF debe ser interpretado como el mecanismo que en adelante pretenderá usar el espurio para saldar cuentas pendientes y decretar la liquidación de empresas públicas como Pemex o incluso del mismo IMSS o del ISSSTE.
El espurio ha ido muy lejos con LyF y querrá ir más lejos aun tratando de privatizar todo lo que queda y recortando más nuestros derechos. Es por ello que lo debemos frenar a toda costa e insistimos en la necesidad de ir a la huelga general; solamente haciéndoles sentir al espurio y a sus amos los burgueses que tenemos la suficiente fuerza como para que ellos puedan perder todo es como los obligaremos a retroceder. Ante grandes males, grandes remedios. La acción con mejores posibilidades de revertir la liquidación de LyF es la huelga general.
El SME tiene que llamar a la huelga general, pero dicha consigna de lucha también tiene que ser retomada por la UNT y demás centrales obreras. AMLO y el PRD también se tienen que unir con energía a este llamado. Hay que frenar a Calderón y frenarlo bien y de forma definitiva. Es por eso que también debemos adoptar como una demanda la de luchar hasta derrocar a Calderón. Mientras el espurio se mantenga en el poder no cejará en sus reiterados intentos por quitarnos todo lo que pueda a los trabajadores para dárselo a los empresarios y banqueros. Calderón junto al PAN y el PRI son los perros falderos de la burguesía y del imperialismo, debemos hacerlos a un lado si es que no queremos ver como nuestros niveles de vida continúan deteriorándose a causa de la política que defienden.
Tenemos que gritar con todas nuestras fuerzas ¡ya basta! Debemos romper esa lógica que nos condena a la opresión, a la explotación y a la pobreza; tenemos que eliminar todo aquello que día a día nos niega nuestros derechos. Para lograr todo ello, debemos eliminar el gobierno de los burgueses, en estos momentos representado por Calderón, y tomar en nuestras manos el destino de nuestras vidas eliminando la propiedad privada capitalista y organizando un Estado y una democracia obrera. Es decir, en otras palabras, debemos luchar por el socialismo, único remedio contra la política de Calderón y la barbarie capitalista.
Fuente: Militante - México