Con un abstencionismo de más del 55% se realizaron las elecciones intermedias en México. La jornada electoral fue persa y contradictoria, tuvimos desde la lucha por un boicot abierto en Estados como Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán; el triunfo de un candidato independiente en Nuevo León y distintas expresiones de descontento local como es el avance de Morena en el DF y el retroceso del PRD, partido que gobierna la entidad desde 1997. La característica general de este proceso es que refleja una creciente crítica al régimen y la necesidad del cambio. Contrario a lo que dicen los discursos oficiales, no es el fortalecimiento de la democracia lo que vimos, sino un cuestionamiento mayor a todos los partidos políticos y a las instituciones caducas y corrompidas del Estado.
Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), ha señalado que el balance es positivo, que se instalaron 99.84% de las casillas. Con esto quieren mostrar que el boicot fracasó y ganó la democracia. Quieren echarnos en cara que fue derrotada la radical Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), que fue la principal impulsora del boicot. Consiguieron llevar adelante las elecciones con una enorme militarización y movilización policiaca. Unas elecciones donde se tiene que recurrir a movilizar a tales fuerzas Estatales refleja ya en sí mismo lo desprestigiado del sistema que no puede mantenerse con simple demagogia sino que tiene que recurrir a la represión abierta, incluyendo el encarcelamiento de decenas de profesores y manifestantes por el boicot.
Previo a las elecciones fueron asesinados 16 candidatos y un total de 21 políticos. El narcotráfico en algunas regiones pone candidatos y sus condiciones. Casi todos los partidos recibieron amenazas, la violencia no permitió que algunos de ellos presentaran candidatos en algunas localidades.
Uno de los casos más graves de violencia se vivió en Veracruz, un estado fuertemente golpeado por el crimen organizado. En medio de este ambiente de rechazo a las elecciones, el 1 de junio instalaciones del INE de Veracruz, Oaxaca y Puebla fueron atacadas con bombas incendiarias. Circularon correos culpando a estudiantes de la Universidad Veracruzana de dicho ataque. El 5 de junio un comando de una decena de hombres armados con bates, palos con clavos salidos y machetes, atacaron a un grupo de jóvenes que tenían una fiesta. El ataque se hizo con una gran saña, dando una señal de terror. Estos compañeros eran miembros de una organización ecologista y habían hecho activismo a favor de Ayotzinapa. 8 compañeros tuvieron múltiples heridas en todo el cuerpo, a dos de ellos se les dislocó la mandíbula y tiraron los dientes, orto tiene lesiones cráneo encefálicas. Terror puro.
El boicot
Es día en que el caso Ayotzinapa sigue sin resolverse. Los padres de los normalistas desaparecidos dijeron que si no aparecían sus hijos no habría elecciones. La CNTE aprobó impulsar el boicot, desde un inicio era claro que no habría la fuerza para que este se extendiera a nivel nacional y en realidad se limitaría a algunos estados. El gobierno de Peña Nieto intentó negociar con la CNTE las demandas magisteriales para desactivar el boicot, pero no lo consiguieron, en realidad lo que quería el Estado era desactivar la movilización mintiendo sobre la evaluación magisterial. Un problema fue que no todo el movimiento de los maestros y las policías comunitarias guerrerenses se unificó bajo esta idea, lo cual ya limitaba su accionar. Por otro lado, en Oaxaca la CNTE realizó el boicot por ella misma, sin plantearse un frente único con las demás organizaciones de trabajadores, estudiantiles y populares. Aunque los acontecimientos futuros llevaron a la entrada de sectores más amplios a la lucha por el boicot, esto limitó la acción.
El tema del boicot no es algo aceptable para el régimen porque cuestiona uno de los pilares de la democracia burguesa, que no es otra cosa que la dictadura del gran capital contra la mayoría de trabajadores. En Oaxaca la CNTE tomó las instalaciones del INE de 11 juntas distritales y se quemó el material electoral, unos días antes de realizarse las elecciones, esto sumado a otras acciones como la toma del aeropuerto de Oaxaca. El Estado reaccionó y el ejército fue enviado a recuperar las instalaciones del INE. Hubo una enorme movilización de los cuerpos represivos del Estado como la Policía Federal, el ejército y la marina. En la región de la Mixteca se dio un levantamiento popular que encaró a las fuerzas represivas, en Huajuapan de León la Policía Federal detuvo a 4 compañeros y las masas respondieron capturando a policías. Al final hubo 30 heridos de ambos bandos. Hay videos que muestran como el ejército retrocede ante el avance de una marcha popular. En Tlaxiaco, también de la Mixteca, los maestros protestaron haciendo retroceder y rodeando a la policía. En Teotitlán se hicieron barricadas para la defensa a la llegada de las fuerzas represivas. Se incendiaron las instalaciones del INE de varios distritos, finalmente el ejército recuperó la mayoría de las juntas pero la guerra aun no terminaba.
Se dio una revuelta contra las elecciones en Oaxaca, el saldo fue de 283 casillas quemadas, 56 sin instalarse, 75 inutilizadas, 92 detenidos (varios que quieren enviar a cárceles de máxima seguridad) y un muerto (proceso.com.mx). La abstención en este Estado fue de más del 60%. En Chiapas 15 casillas no fueron instaladas y 29 fueron canceladas durante la elección. En Guerrero fueron 26 las no instaladas. En total fueron 603 casillas de las cuales no se obtendrán votos y, aunque tratan de minimizar este hecho, es la cifra más alta desde que existe el IFE-INE, siendo casi 4 veces mayor a la cifra histórica de casillas suspendidas (La Jornada 8/06/15).
Siguiendo el ejemplo de—comunidad que se armó desde el 2011 contra los narcotraficantes ligados a la tala ilegal de árboles, que ha suspendido ya en dos ocasiones las elecciones y elegido a sus representantes por los usos y costumbres— otras comunidades de la meseta purépecha de Michoacán suspendieron las elecciones como fue el caso de Oruscato, Cherato, Cheratillo, 18 de Marzo, Pichátaro y Urapicho. En otras comunidades de la zona donde, sí se realizaron elecciones, los pobladores manifestaron que darían su voto a Hipólito Mora, jefe de autodefensas armadas (lajornadamichoacan.com.mx).
Por su parte, en Guerrero, en Tlapa de Comonfort, el 5 de junio se realizaron manifestaciones con miles de campesinos, maestros y pobladores. Los manifestantes capturaron a policías y las fuerzas estatales reprimieron entrando a las instalaciones de la CETEG y deteniendo a Juán Sánchez, Pablo Abad, Ángel Basurto, Francisco Ortega, Julián Allende, Raúl Sierra, Herlinda Iturbide, Juan Hernández y Agustín Luna. Policía; en frente único con un grupo de choque priísta conocido como Los Cholos, agredieron a Miembros del Movimiento Popular de Guerrero y uno de sus dirigentes, Juan Sánches, fue apuñalado por la espalda (La Jornada 6/06/15). Antes de las elecciones, para evitar el boicot, las fuerzas represivas del Estado hicieron una recia en colonias de ese municipio. Sin orden de aprensión, alrededor de 50 Policías Federales irrumpieron en una vivienda y capturaron a dirigentes del MPG incluyendo al profesor Juan Sánchez Gaspar (proceso.com.mx). Peña Nieto dio un mensaje a la nación en la noche del 7 de junio donde dijo que la democracia avanza, que la ciudadanía rechazó la violencia de quien intentó impedir la elección, que las instituciones se fortalecen. Nada más lejos de la realidad, fue con esta brutal violencia Estatal y de grupos de choque priísta como se vivió esta “fiesta democrática”.
En Tixtla, ubicado a 8 kilómetros de Ayotzinapa y de donde son originarios varios de los 43 normalistas desaparecidos, el Estado no consiguió instalar más de la mitad de las urnas, además que se quemaron boletas. Fue tan fuerte aquí el boicot que a medio día se había declarado que las elecciones se anularían. Rompiendo con su normatividad y legalidad, el Estado rectificó y no concedió este triunfo al movimiento en el corazón de la lucha del país, porque reconocer nulas las elecciones en Tixtla sería el ejemplo de la deslegitimación de sus elecciones.
El movimiento de masas, que a finales del año pasado tuvo al gobierno de Peña Nieto en la cuerda floja, ha descendido y ese es el elemento más importante que ha limitado el boicot electoral. Por otro lado vemos que en el caso de Guerrero se dio una pisión en la CETEG y las Policías Comunitarias sobre boicotear o participar en las elecciones. Esto ha permitido que el Estado represor consiguiera que estos comicios se realizaran. Al final vemos como en Guerrero y Oaxaca el PRI ganará las elecciones y se enfrentará a un movimiento de masas desafiante. Esto es una receta acabada para futuros choques entre las clases.
Estas elecciones lejos de reflejar un fortalecimiento de las instituciones Estatales, muestran un cuestionamiento creciente, donde al Estado ya no le es suficiente la demagogia y la mentira, sino que debe recurrir a la represión abierta para asegurar la realización de su ilegitimo proceso electoral. Este rechazo se mostró también con miles de papeletas en todo el país que fueron usadas con mensajes contra los partidos políticos o la aparición de los 43. Fueron más de un millón y medio de votos nulos.
El resultado electoral
El PRI es uno de los principales instigadores de la pobreza del país, contradictoriamente aprovecha esta situación para lucrar con la pobreza comprando votos con despensas, programas sociales, dinero, etc. El Estado repartió 100 mil televisiones de pantalla plana en estas semanas. Estos clásicos métodos permitieron que el PRI ganara nuevamente las elecciones seguido por el PAN.
El INE, en su tercer y último mensaje que dio a nivel nacional, dijo que el PRI obtendrá entre el 29.83 y el 30.85% de los votos y entre 105 y 116 diputaciones, el PAN 21.47-22.2% y entre 105 a 116 diputaciones, el PRD colapsó y obtendrá entre 11.14-11.81% de los votos y entre 51 y 60 diputados, Morena que se presenta a sus primeras elecciones tendrá 8.8-9.15% y 34-40 diputaciones, el Partido Verde que hizo una campaña descarada violando toda normatividad entre 7.15-7.55% y 41-48 diputados, Movimiento Ciudadano 6.31—7.43%, Nueva Alianza 3.88-4.14% y 9-12 diputados, Encuentro Social que hizo compaña contra los políticos tradicionales mantendrá su registro con 3.4-3.61% y tendrá una representación parlamentaria de entre 8 a 10 curules, mientras que el partido humanistas (0 a 1 curul) y el partido del Trabajo (3-12 diputaciones) tienen dificultades para alcanzar los votos necesarios para mantener su registro. El PT sacó spots declarándose un partido verdaderamente de izquierda, sin embargo no se ve como alternativa frente a Morena y en su práctica hizo todo tipo de alianzas oportunistas a nivel local con partidos como el PRD, PAN y PRI.
El PRI se mantendrá como la primera fuerza política y junto a su fiel aliado, el Partido Verde, tendrán mayoría simple en el parlamento. El PRI ganará la mayoría de las gubernaturas que se disputaron, seguido por el PAN, y el PRD gobernará Michoacán.
Un caso destacado es el de Nuevo León, en el noreste, que cuenta con la segunda ciudad más grande del país. Este estado ha sufrido un deterioro muy fuerte en los últimos años, azotado por la violencia y la creciente pobreza. Aquí un candidato independiente ha vencido al bipartidismo del PRI y el PAN. José Rodríguez Calderón, conocido popularmente como el Bronco, ha arrasado en la votación obteniendo alrededor del 45% de los votos, sus mítines de campaña han tenido un gran arrastre de la gente quien también se fue a la Macro Plaza de Monterrey y las calles a festejar entusiastamente su victoria. Este hecho muestra de forma distorsionada las aspiraciones de cambio de la población regiomontana que buscan una salida a sus problemas.
El Bronco es un empresario que militó por más de tres décadas en el PRI, rompió en 2014 con este partido y presentó su candidatura independiente. De lenguaje duro y popular, el Bronco fue presidente municipal del municipio de García donde tuvo fama de depurar las fuerzas policiacas, que en la región tienen como regla estar infiltradas por el narco, combatió al crimen organizado y ha sufrido un par de atentados contra su vida.
El desarrollo de la conciencia se da de manera desigual en el país, así como la aspiración del cambio se expresó también electoralmente en el DF, o con boicot en el sureste, en Nuevo León, que no es el Estado con la conciencia de clase más desarrollada, se expresó con este rechazo al PRI y al PAN y el triunfo de un candidato con el que el pueblo se identifica. No tenemos confianza en este político demagogo, sin embargo estas elecciones nos muestran que las cosas empiezan a cambiar en este Estado y los acontecimientos y la experiencia desarrollaran conciencia de los trabajadores que el día de mañana buscarán salidas más claras para acabar con los males que tienen la raíz en el decadente capitalismo mexicano.
Morena y el PRD
El partido liderado por López Obrador, es prácticamente el único partido de real oposición que hay en el país. Morena se ha opuesto a cada una de las reformas de Peña Nieto y su formación fue la conclusión de años de rica lucha del pueblo mexicano como lo fue el desafuero, la lucha contra el fraude en el 2006 y la defensa del petróleo. Estas son las primeras elecciones en las que se presenta. Se ha posicionado como la cuarta fuerza y partidos pequeños como Movimiento Ciudadano y el derechista Partido Verde le siguen de cerca, pero también por otro lado el PRD está en un proceso de decadencia, corrupción y pérdida de apoyo que continuará en los años siguientes. Estas elecciones reflejaron que Morena no tiene la suficiente autoridad frente a las masas, que hay escepticismo entre sus mismos votantes e incluso rechazo abierto entre sectores de trabajadores, que no ven que con sus métodos sea capaz de realizar los cambios que el país requiere.
El congreso fundacional de Morena se declaró porque este fuera un partido-movimiento, se dijo que las elecciones eran una vía más de la lucha. En la práctica Morena ha visto a estas como el eje central de la lucha, subordinando toda su estrategia a estas. Cuando se han dado luchas no las ha apoyado con claridad y aunque la base instintivamente se mueve a la unidad, la dirección pone una barrera. Su programa y su práctica es reformista, lo cual repulsa a la juventud en lucha. En el movimiento por los 43 normalistas, Morena desapareció del mapa ¿Cómo puede esperarse que en estas elecciones se viera como la vía para luchar contra el sistema? A esto hay que sumar que métodos burocráticos impusieron a la base, en algunos casos, a candidatos oportunistas lo cual aumenta las dudas sobre su actuar. Trabajadores y jóvenes del país que se oponen al gobierno de Peña no vieron en Morena una alternativa y por eso se manifestaron anulando su voto o no votando. Esto explica su cuarto lugar.
En el DF el PRD ha ganado todas y cada una de las elecciones desde 1997, cuando se eligió por vez primera a un jefe de gobierno. El 60% de los habitantes de esta ciudad se declaran de izquierda, lo cual muestra su nivel de conciencia, siendo uno de los lugares del país donde está más desarrollada. Con el gobierno de Peña Nieto el PRD que entró en el “Pacto por México” y apoyó cada una de las reformas contra el pueblo. Gobernaba Guerrero e Iguala cuando se da el caso Ayotzinapa, el ex presidente municipal de ese municipio y su esposa están ligados directamente al narcotráfico. Este es un partido decadente en rápido proceso de descomposición como se demostró en las elecciones a nivel nacional y en el DF.
Morena ha avanzado, es muy posible que gane la mayoría en la Asamblea Legislativa y estará en varias delegaciones gobernando, incluyendo Cuauhtémoc que está en el corazón de la ciudad. El PRD usó los mismos métodos tradicionales del PRI en estas elecciones, regalando despensas, lavadoras, etc., usando los programas sociales y aparatos delegacionales para acarrear votos, etc. Eso le permitió mantener las dos delegaciones de mayor votación que son Gustavo A. Madero e Iztapalapa, pero no fue suficiente para mantener la mayoría en la ciudad. El elemento a rescatar en la Ciudad de México es el colapso del voto y retroceso del PRD en estas elecciones y el avance de Morena, aunque al pidirse el voto de la izquierda el PAN y el PRI se reposicionarán.
Morena pudo avanzar en el DF debido al trabajo activo de sus activistas, que son en general compañeros militantes honestos y abnegados que luchan por cambiar esta sociedad profundamente. Pero si Morena quiere aspirar a cosas mayores en el futuro deberá cambiar de política, asumiendo una posición de defensa clara de las luchas y los intereses de los trabajadores y los jóvenes, con métodos de lucha de masas radicales que muestren que es una real alternativa para enfrentar al actual régimen.
La sociedad mexicana traspira el cambio
Las elecciones son una especie de termómetro que mide la temperatura social en un momento determinado. Estas elecciones se realizan después de un movimiento de protestas, con la juventud en la primera fila de batalla, que pusieron en jaque al gobierno peñanietista. El desprestigio sigue siendo enorme y la idea de que necesitamos un cambio profundo se mete de forma igualmente profunda en las cabezas de la población.
Estas elecciones no cambiaron la correlación de fuerza, el PRI seguirá siendo la principal fuerza. Peña Nieto en su mensaje a la nación dijo con toda claridad: “Las reformas continuarán”. El país, en el mejor de los casos, crecerá este año poco más del 2%. No hay margen de concesiones, no hay reformas sino ataques.
Pero este malestar creciente, manifestado de persas formas, nos muestra a sectores de las masas desafiantes que saben que necesitamos un cambio revolucionario en el país.
Este proceso electoral nos deja un mensaje muy claro: La burguesía continuará con su programa de ataques contra los trabajadores usando a su parlamento y gobernaturas reaccionarias y a sus cuerpos represivos del Estado. Pero por otro lado las masas han dicho que las cosas tienen que cambiar, en sus sectores más avanzados han dado señales claras de lucha revolucionaria de masas, pero si queremos vencer necesitamos además conseguir la mayor unidad.
La lucha por los 43 sacó a flote las contradicciones acumuladas de la sociedad. Décadas de ataques contra los trabajadores han minado las bases sociales y la explotación, el desempleo, la pobreza y la violencia son la consecuencia. El gobierno de Peña Nieto no ha resuelto el caso de los 43, pero tampoco ninguno de los males que generaron el levantamiento del 2014. La lucha de masas no puede mantenerse permanentemente en las calles, pero al no estar nada resuelto inevitablemente resurgirá. Debemos estar preparados para nuevos levantamientos de masas en el futuro, veremos radicales luchas. En estas elecciones vimos casos de desafío abierto contra el Estado y en el futuro veremos luchas más cruentas. La burguesía no se quedará con los brazos cruzados, por eso requerimos de la mayor unidad de los explotado, esto implica romper la resistencia de los aparatos burocráticos dentro de las organizaciones políticas como Morena y los sindicatos, que frenan la necesaria unidad y la realización de acciones tan necesarias como la huelga general.
Estas elecciones también reflejan la necesidad de tener un partido revolucionario de los trabajadores, no electorero sino de combate revolucionario, que permita unificar y dirigir las distintas luchas. Morena surgió agrupando a miles de activistas en el país, pero sino hay un giro hacia una política revolucionaria no será la herramienta que los trabajadores necesitamos. Pero de igual forma, si este partido revolucionario no se construye, Morena podrá llenar este vacío y no podemos descartar que en el futuro sea una herramienta que canalice el descontento social.
Mientras que los acontecimientos se desarrollan no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Los trabajadores y los jóvenes consientes debemos prepararnos para la historia, formándonos políticamente e interviniendo en las luchas y organizaciones vivas de los trabajadores y la juventud. Es necesaria una organización revolucionaria de cuadros ligados a la juventud y la clase obrera que rescate las auténticas ideas del marxismo, aplicándolas a las condiciones reales y concretas de nuestra sociedad actual. El capitalismo es corrupción, es explotación, miseria y violencia. Esta sociedad nada digno nos ofrece y no debemos tener ninguna ilusión en ella. En cada lucha, en cada batalla, no debemos perder de vista que nuestro objetivo final debe ser un cambio radical, que pensamos debe darse en líneas socialistas, es decir donde los medios de producción pertenezcan y estén al servicio de la sociedad, donde acabemos con este estado que no nos representa y lo sustituyamos por un Estado democrático de los trabajadores. Con una economía planificada democráticamente, sentaremos la base para acabar con la gran polarización económica, cada ser humano tendrá acceso a educación o trabajo, no habrá necesidad de la violencia y decadencia y haremos que este gran país se convierta en un paraíso para vivir, contribuyendo en la lucha por acabar con las barreras artificiales de las naciones y a la transformación revolucionaria del mundo entero.