“Algunos funcionarios del MINEP, explica otro trabajador, nos proponían realizar la recuperación de las instalaciones (construcción de un nuevo techo, reacondicionamiento de galpones y máquinas, etc) con empresas privadas. Pero nos negamos y planteamos que nosotros podíamos recuperar las instalaciones. Lo hicimos en menos tiempo del que ellos preveían y a menor coste”.
Un aspecto fundamental que están debatiendo los trabajadores es que la empresa aislada en medio de un entorno capitalista no puede funcionar. Como explicaba Jorge Paredes en la última reunión nacional del FRETECO: “el socialismo no se puede construir con empresas aisladas, cada empresa recuperada debe vincularse con las demás”.De acuerdo con esa idea los trabajadores de Inveval han asumido un papel central en la construcción del Frente Revolucionario de Trabajadores de Empresas en Cogestión y Ocupadas (FRETECO) y se mantienen permanentemente en contacto con las otras empresa recuperadas, así como con el resto de la clase obrera. “Nuestro objetivo con el FRETECO es unificar a los trabajadores de las empresas recuperadas y ocupadas y vincularnos con el resto de la clase obrera para hacer que el proceso de expropiaciones siga avanzando y llevar una propuesta al gobierno desde el punto de vista de los trabajadores de cómo avanzar hacia el socialismo”, explica José Gregorio Quintero.
Luchando por el control obrero
“La cogestión que nosotros queremos es el control de los trabajadores. Queremos trabajar con el estado pero debemos plantear nuestro punto de vista como trabajadores y luchar por él. No podemos dar la discusión sobre el modelo de cogestión o los estatutos desde el punto de vista legal porque las leyes que tenemos siguen siendo leyes capitalistas que hay que cambiar. Nuestra propuesta, desde Inveval, a todos los camaradas del FRETECO y para el encuentro nacional que proponemos para el 13 y 14 de octubre es que nos sentemos los trabajadores para construir nuestras propuestas para unos Estatutos unitarios, debatidos por los trabajadores, y una Ley de Cogestión revolucionaria que realmente nazca de las bases de los trabajadores. Esto va unido al debate que estamos dando dentro de la revolución acerca de la necesidad de cambiar las leyes, porque los trabajadores necesitamos respuestas rápidas y no podemos por como funcionan estas leyes.““Las expropiaciones deben continuar y extenderse a toda la economía. Es necesario hacer un plan económico para romper con el capitalismo y defender la cogestión y el control obrero. Si nuestras empresas salen a competir en un marco capitalista no pueden hacerlo.” Inveval sufre esta contradicción cada día. La empresa ha sido totalmente recuperada, ya está funcionando y tiene capacidad operativa para producir nuevas válvulas pero de momento están reparando válvulas existentes en la empresa y han llegado a un acuerdo con la refinería de El Palito para reparar sus válvulas. Si todavía no han salido nuevas válvulas de Inveval es únicamente porque diversas instancias del estado no han tomado las decisiones políticas necesarias. “Un problema es la falta de una fundidora pública. La fundidora que trabajaba para CNV no fue expropiada y todas las fundidoras privadas piden precios desorbitados. Tras mucho insistir, nos han prometido que el estado adquirirá una fundidora para garantizar materia prima”
¿Rentabilidad social o rentabilidad capitalista?
Un problema aún mayor es que las válvulas son un producto muy especializado. Debería haber un compromiso por parte de PDVSA de comprar un volumen anual de válvulas pero esto choca con muchas leyes burguesas que rigen este tipo de contrataciones y con la ideología capitalista que mantienen muchos funcionarios. Las válvulas chinas, producidas mediante una explotación brutal de la mano de obra, están desplazando las de otros países. Por el camino de la competencia en el mercado capitalista y la búsqueda del beneficio mercantil no hay salida para las empresas recuperadas.“Este es un proyecto social y solidario, un paso hacia el socialismo, como ha dicho el Presidente. Estamos claros en eso. Por ejemplo, los compañeros de Central Cumanacoa no han podido arrancar porque tienen dañadas las válvulas. Nosotros podemos y debemos arreglar esas válvulas”, explica José Gregorio, “y lo haremos solidariamente. Las empresas recuperadas debemos apoyarnos unas a otras. Esto demuestra además que hace falta un plan que integre a todas las empresas y las vincule con las empresas públicas; que nos garantice financiación, materia prima, salida para el producto, etc.”
La rentabilidad de las empresas recuperadas sólo puede ser social y no capitalista.“Debemos darle a la gente de la comunidad la posibilidad de que se integren a la empresa”, explica Jorge, “Hacer un censo de necesidades de las comunidades y trabajar con ellos. Tenemos las Misiones y estamos impulsando otros planes sociales“ “Hemos seguido el debate internacional sobre la reducción de la jornada de trabajo y hemos decidido que debemos asumir esa lucha. Debemos tener tiempo para prepararnos. Siempre nos han dicho que el obrero sólo sirve para hacer funcionar una máquina, ahora sabemos que sin nosotros no funciona nada, los trabajadores somos los que hacemos funcionar las empresas. Es hora de demostrar que los trabajadores sí podemos”.
Después de la jornada laboral, los trabajadores de Inveval dedican muchas horas al estudio. Y no sólo en la Universidad o las Misiones. “La formación es clave. Además de los cursos de formación socio-polìtica que imparte el estado, vamos a dedicar una asamblea cada 15 días a hacer un foro entre nosotros de formación”. “Varios camaradas, además, hemos decidido constituir hace un año una célula de la CMR en la fábrica”, explican Jorge, Antonio, José Gregorio y José Ramírez, “Esto está siendo una gran ayuda. El marxismo es fundamental para romper las barreras ideológicas y psicológicas, que”, como explicaba Antonio en la reunión del FRETECO, “intenta introducir el capitalismo y el reformismo en nuestras mentes para impedirnos avanzar”.