A lo largo de los últimos años hemos vivido un incremento de los ataques sobre los trabajadores docentes. Intensificados con la crisis, todos los gobiernos reaccionarios, empujados por las directrices de austeridad provenientes de las patronales, la banca y la Troika (UE, BCE, FMI...), han tenido que preparar el terreno para iniciar un ataque sin precedentes contra la educación pública. El objetivo es claro, ante esta crisis, la mayor del capitalismo, se han de sacrificar todos los avances conseguidos hasta ahora mediante la lucha. Con tal de iniciar el desmantelamiento, era indispensable empezar por una precarización de las condiciones de trabajo de los docentes, así como forzar una campaña de desprestigio hacia estos, con el objetivo de crear enfrentamiento entre sectores de los trabajadores y tratar de “suavizar” de alguna forma la respuesta social.
El TIL, la gota que colma el vaso
Ante la falta de apoyo social y la desesperación del PP balear debido a los recortes en educación, sanidad y derechos sociales, así como el fuerte rechazo y las movilizaciones masivas que se han repetido en los últimos años, el PP ha virado cada vez más hacia la catalanofobia y el intento de confrontación lingüística con tal de crear una cortina de humo y ganar cierto margen basándose en la demagogia españolista.
Recordemos que el PP de Bauzà hizo gran gala demagógica durante la precampaña electoral del “derecho a la libre elección de lengua”, sobre “la no imposición de ninguna lengua”. No obstante, a pesar de tanto ruido y proclamar que su mayoría absoluta significaba que la mayoría de la población estaba a favor de un sistema educativo segregacionista, el primer año de la aplicación del modelo, sólo un 8% de los alumnos escogieron el modelo en castellano durante el periodo de prematrícula, acogiéndose la gran mayoría al modelo en catalán (un 62%) y un 28% se acogió al proyecto lingüístico del centro (mayoritariamente en catalán).
Ante semejante tropiezo, la Conselleria d'Educació reabrió un periodo extraordinario para hacer cambios en la prematrícula, mandando cartas a todos los padres con hijos que iniciaban el primer curso de primaria “recordando” el hecho que podían escoger la lengua vehicular de la educación. Después de esto, el porcentaje de alumnos que escogieron el castellano solamente subió hasta el 13%. En la práctica, debido al hecho que muchos centros recibieron muy pocas peticiones, el proyecto fue imposible de aplicar ante la incapacidad de habilitar un solo grupo para un número tan limitado de alumnos en castellano.
Ante la humillación de lo que tenía que ser la “medida estrella” en materia educativa de la legislatura, el PP llevó el asunto todavía más lejos. El periodo de inscripción de este año contó con un extra: los padres no tenían opción a escoger el proyecto desarrollado por el centro y, por lo tanto, tenían que escoger explícitamente entre catalán y castellano. A pesar de eso, un 70% de alumnos escogió el catalán (74,61% en centros públicos y 40,2% en centros concertados) y un 30% castellano (25,38% en centros públicos y 59,7% en concertados).
Ante este segundo fracaso, y una vez el PP ha dejado claro que su intención era generar conflicto alrededor de la lengua y división entre inmigrantes castellanoparlantes y catalanoparlantes, el Govern ha dado la vuelta a la tortilla y ha retirado el modelo de “libre elección de lenguas”, introduciendo el Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL), donde se acaba el derecho a escoger, imponiendo un modelo “trilingüe” en catalán, castellano e inglés que de facto acaba con el modelo de inmersión lingüística introduciendo el castellano bajo el paraguas del inglés y reduce en un 62% las horas lectivas en catalán. Introduciendo además, con tal de hacer efectiva la introducción del castellano, la posibiliodad de que los alumnos denuncien profesores que no impartan las clases en castellano.
El TIL supone, además, el requerimiento forzado para todos los docentes del título B2 en lengua inglesa. Esto ha provocado mucho malestar, debido principalmente a la dificultad para muchos docentes con experiencia para, no ya sólo aprender el inglés en pocos años, sino ejercer la docencia de asignaturas con numeroso vocabulario técnico y específico, que requiere un conocimiento amplio de la lengua, nivel que el B2 no garantiza. Además, esta medida, entre otras, supondrá que interinos con mayor experiencia sean remplazados por interinos jóvenes, con poca experiencia pero que tendrán el B2 automáticamente reconocido en finalizar un Grado con tan solo haber cursado una asignatura en inglés. Obviamente, sin cobrar trienios ni sexenios.
Por otro lado, este nuevo cambio de táctica ha venido acompañado por una retirada de careta de los consellers del PP y del propio Bauzà, intentando aplicar el ejemplo valenciano del Blaverisme (conocido aquí como Gonellisme) y que no es otro que exaltar las diferencias dialécticas baleares, hasta el punto de atizar el secesionismo lingüístico. Extremo defendido abiertamente por ejemplo por la diputada del PP Aina Aguiló, quien participó en la redacción de una infame “gramática de la lengua balear” que causó la burla de las redes sociales y medios de comunicación.
Para echar más leña al fuego, el Govern aprobó una reaccionaria ley de símbolos con tal de acabar con el movimiento “enllaçats”, que se dedicó a colgar lazos cuatribarrados en defensa de la inmersión lingüística en los institutos y en los centros públicos. Dicha ley prohíbe la exhibición de cualquier “símbolo político” en centros públicos. Es decir, señeras, pancartas, carteles o la distribución de panfletos. La ley, declarada inconstitucional, preveía multas de hasta 5.000€ a los directores que no eliminasen los lazos. No casualmente pero, la Conselleria d'Educació especificó que la rojigualda no se incluía en este grupo.
Ante la presión, el conseller d'educació Rafel Bosch se echó atrás, incluyendo una cláusula que permitía, en caso que los centros no contaran con los medios para aplicar el TIL, continuar con el proyecto aplicado hasta el momento. Hecho que enfurió a los sectores más españolistas del PP, alrededor del elitista y reaccionario “Círculo Balear”, que lo tildaron de “catalanista” y forzaron su destitución. A su vez, la nueva consellera Joana Maria Camps obligó a los centros que ya se habían acogido a la cláusula a cambiar su modelo a toda prisa a principios de verano.
Verano caliente y de tensiones
El comienzo de este verano se vio marcado por la suspensión de trabajo y sueldo de los directores del IES Joan Ramis i Ramis, IES Cap de Llevant e IES Pasqual Calbó i Caldès, todos ellos en Maó, por negarse a aplicar el TIL. Esto generó una ola de conmoción y rechazo, que se materializó con actos de apoyo y que muchos ayuntamientos votaran posicionarse contra el TIL, así como la dimisión de algunos equipos directivos como el del IES Berenguer d'Anoia en Inca y el IES Baltasar Porcel en Andratx. Además, se comenzó una campaña de recogida de firmas y se iniciaron una serie de asambleas en los institutos, que culminaron con la formación de la Asamblea de Docentes, que impulsó asambleas para la huelga indefinida, con asistencias de masas y que fue secundada por el 90 y a la que posteriormente se uniría el sindicato mayoritario en educación STEI-i y CCOO.
Ante la presión que estaba generando la aplicación del TIL, el Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears decidió el pasado viernes 6 suspender cautelarmente su aplicación debido a las peticiones realizadas por el STEI-i y UGT. Hecho que motivó que el Govern aplicara el TIL mediante decreto ley la misma tarde para burlar la decisión del TSJIB, azuzando todavía más el fuego y, haciendo que la UGT, que no secundaba la huelga, se viera obligada a convocar. Como dato curiosa que refleja la situación, hasta el sindicato corporativo ANPE, afín al PP, se ha visto obligado a apoyar y secundar la huelga.
Un pulso con el Govern
La convocatoria de una huelga de estas dimensiones es un hecho histórico sin precedentes, que ha obtenido amplios apoyos dentro la sociedad. Por dar un ejemplo, el jueves 12 se producieron dos asambleas masivas de padres y madres convocadas por la Federació d'Associacions de Pares i Mares d'Alumnes (FAPA) en apoyo a la huelga con 600 personas en el Teatro de Manacor y 300 personas en el IES Ramon Llull de Palma. La convocatoria de huelga indefinida ha generado muchas simpatías y ha reactivado viejas tradiciones de lucha, estableciéndose una caja de resistencia y recibiendo el apoyo de otros lados del Estado. No obstante, una huelga no puede mantenerse eternamente. Se deben establecer unos objetivos claros con el fin que el Govern sucumba i se debe contar no sólo con el apoyo del resto de profesores, sino que se debe extender la lucha a la universidad, donde un otro año más se han vuelto a subir las tasas, y al conjunto de los estudiantes. En este aspecto, los compañeros del SEPC ya han hecho el primer paso adelante convocando a los estudiantes de secundaria. Aún y así, es necesario crear una confluencia de todas las organizaciones juveniles y estudiantiles, tanto en el ámbito interinsular como comarcales, municipales, de centros y de la universidad con tal de sumar al conjunto de los estudiantes en la lucha.
Además, se debe aprovechar el desprestigio total del Govern de Bauzà, recordando que su “abrumadora mayoría absoluta” en las últimas elecciones de 2011 no recibió un incremento sustancial de votos respecto al 2007 (194.680 en 2011 y 192.577 en 2007), sino que su victoria se debe al hundimiento histórico del PSIB y la incapacidad del resto de las direcciones de la izquierda, cómplices mayoritariamente de los recortes del Pacte, de canalizar ese voto. Se trata de un Govern que ha incumplido todas sus promesas, que ha recortado en todos los servicios públicos, cerrado hospitales y, además, mientras recortaban salarios a los funcionarios, subían horas laborales deshaciéndose de interinos y tachaban de “privilegiados” y “vagos” a los que protestaban, subieron un 21% el salario del equipo de Govern. Por otra parte, la actitud ofensiva y prepotente del Govern refleja su debilidad y arrinconamiento. Las encuestas muestran que el PP perdería su mayoría absoluta, además son conscientes de que la cosa no les irá mucho mejor a nivel estatal.
El Govern de Bauzà se encuentra en una situación de atrincheramiento y no muestra intenciones de echarse atrás. Por otro lado, el tiempo juega a su favor. Lo que necesitamos es extender la lucha al conjunto de la sociedad y de los trabajadores, haciendo asambleas solidarias donde se explique la huelga, con tal de repetir manifestaciones masivas como las de las últimas huelgas generales y que hagan caer al Govern, Para hacer esto posible, empero, es necesario extender la lucha más allá de las Islas, aprovechando la huelga general educativa estatal de este 24 de octubre.
En defensa de la educación pública, de la inmersión lingüística y en contra de los recortes
Esta lucha no sólo representa el rechazo al TIL, al odio hacia la lengua y culturas propias y la prepotencia de su aplicación. Al fin y al cabo, el Govern está recorriendo al fantasma de la división lingüística con tal de desviar la atención de sus políticas sociales y económicas. Aún y así, esto no oculta los ataques brutales hacia las condiciones de vida de los trabajadores. Esta huelga representa el rechazo a todo; desde los recortes y degradación de las condiciones de vida al insulto a la dignidad de los docentes y a la LOMCE, los recortes en sanidad, la falta de futuro para las siguientes generaciones, etc.
El Govern ha iniciado una campaña de autoodio a toda seña de identidad de estas islas, intentando dividir inmigrantes castellanoparlantes y a sus descendientes de los mallorquines, menorquines, ibicencos y formenterenses en líneas lingüísticas. Como marxistas debemos defender la unidad integral de la clase trabajadora, rechazando cualquier tipo de división. La inmersión lingüística ha demostrado hasta el momento ser capaz de brindar a los inmigrantes la posibilidad de aprender la lengua propia y de integrarlos con los nativos, haciendo posible que se puedan hacer asambleas y actividades entre castellanoparlantes y catalanoparlantes por igual, sin tener que segregar.
Hemos de, por lo tanto, rechazar rotundamente todo tipo de segregación entre catalanoparlantes y castellanoparlantes bajo la falsa y demagógica consigna de la “libertad de escoger”.
El seguimiento tan alto de la primera jornada, de más del 90% de los docentes convocados, y la impresionante manifestación de más de 5.000 personas ante el Consolat de la Mar en Palma, son un buen indicador de la rabia acumulada.
Ahora se debe mantener el ritmo y la iniciativa, ampliando el apoyo al movimiento por parte de los estudiantes, de la universidad, de la clase trabajadora en general y haciendo también un llamamiento a la comunidad educativa del resto del Estado, que también se ha movilizado de manera masiva en los últimos años en las mareas verde y amarilla, a apoyar la lucha en las Illes y a seguir su ejemplo.