Gran Bretaña: El PCR rechaza la decisión temeraria de Starmer de permitir ataques con misiles Stormshadow contra Rusia. Imagen: The Communist Share TweetStarmer ha seguido a sus amos estadounidenses y ha permitido que Ucrania dispare misiles británico-franceses contra territorio ruso. Esta temeraria medida no tendrá ninguna repercusión en el resultado de la guerra, aparte de provocar mayores represalias por parte de Rusia. Nosotros decimos, ¡abajo los belicistas![Publicado originalmente en communist.red]Siguiendo el ejemplo de su amo al otro lado del Atlántico, parece que el belicista Starmer ha dado permiso a Ucrania para disparar misiles de crucero Storm Shadow de fabricación británica contra objetivos en territorio ruso.Obviamente, esto no es más que un descarado acto de provocación, que no tendrá ningún impacto real en el curso de la guerra en Ucrania, pero que sin duda provocará una respuesta por parte de Rusia.El dúo belicista Starmer-Lammy se ha estado preparando para tomar esta decisión durante meses. Lammy acompañó a Blinken a Kiev y Starmer viajó hasta Washington, sólo para ser regañado por el presidente estadounidense.Este trato humillante reflejaba claramente el verdadero carácter de la llamada «relación especial» entre Estados Unidos y Gran Bretaña: la de un amo y su caniche.Por último, Biden venció la resistencia del Pentágono a una medida que claramente carecía de valor militar en sí misma. Motivado principalmente por su deseo de ponerle las cosas difíciles a su sucesor en la Casa Blanca , decidió permitir que el ejército ucraniano utilizara misiles balísticos ATACM de fabricación estadounidense para atacar objetivos dentro de Rusia.Por supuesto, Starmer no había sido informado de antemano, la decisión le pilló en un avión sobre el Atlántico. Sin embargo, para no quedarse atrás, decidió en privado permitir también a los ucranianos hacer lo mismo con los misiles de crucero británico-franceses Storm Shadow.En cualquier caso, siguen necesitando la ayuda de los sistemas de guiado estadounidenses para alcanzar sus objetivos.Jugar con fuegoComo hemos señalado, esta decisión no tendrá ningún impacto real en el curso del conflicto. Todos los expertos militares coinciden en este punto. Rusia avanza con decisión a un ritmo cada vez mayor en el frente oriental y Ucrania es incapaz de reclutar suficientes hombres para detenerla.La cantidad de misiles de medio y largo alcance que Occidente ha proporcionado a Ucrania es extremadamente limitada, ya que estos países son reacios a agotar sus propios arsenales.Entonces, ¿cuál podría ser el objetivo de esta última decisión de Starmer? Las intenciones de Biden son claras: meter el dedo en el ojo a Putin, complicando así la capacidad de Trump para cumplir su promesa electoral de poner fin a la guerra de Ucrania.¿Pero Starmer? Bueno, sus intenciones son una incógnita. Seguir la voz de su amo. Lucirse en la arena internacional, como una forma de compensar el papel cada vez menor que el imperialismo del Reino Unido desempeña en el mundo. Demostrar a la clase dominante británica que es alguien en quien se puede confiar para seguir la misma política imperialista de su predecesor tory.Sean cuales sean las razones, esta decisión es completamente imprudente e irresponsable. Rusia ya había advertido de antemano que, dado que estos sistemas de misiles requieren personal británico para su manejo efectivo, su uso para atacar territorio ruso se interpretaría como una puesta en conflicto de ambos países.Además, Putin modificó la doctrina nuclear rusa para incluir una respuesta a un ataque con armas convencionales contra territorio ruso llevado a cabo por un país en colaboración con una potencia nuclear.En una declaración a la prensa tras el uso de los misiles británicos por parte del ejército ucraniano, Putin reiteró que la decisión significaba que las instalaciones militares de los países que suministran tales armas a Ucrania se considerarían objetivos legítimos.Se trata de una amenaza seria, que no debe tomarse a la ligera. Para subrayar este punto, Rusia utilizó un misil balístico hipersónico de alcance medio capaz de cargar munición nuclear para atacar una fábrica de misiles en Dnipro, Ucrania.Abajo los belicistasLa decisión de poner a Gran Bretaña en un estado de conflicto con la mayor potencia nuclear del mundo fue tomada por Starmer sin ningún atisbo de supervisión democrática. No fue debatida en el Parlamento. Ni siquiera hubo un anuncio oficial de Starmer explicando sus motivos para tomarla.Estos misiles cuestan hasta 2 millones de libras cada uno, un enorme despilfarro de dinero por el mismo gobierno que ha decidido recortar el subsidio de combustible de invierno a los pensionistas de edad avanzada, una decisión que probablemente causará la muerte de miles de personas.Mientras inflige recortes de austeridad en casa, bajo el estribillo de que la despensa está vacía, encuentran millones de libras para seguir financiando guerras imperialistas en el extranjero.¿Qué hay del argumento de que Ucrania está siendo atacada por Rusia, que la ha invadido ilegalmente? Dejando a un lado que la guerra en Ucrania es el resultado de las constantes provocaciones del imperialismo occidental a lo largo de los años, esta es una justificación que no se sostiene.Si Gran Bretaña está realmente interesada en la defensa de la soberanía nacional, el derecho internacional y otras lindezas por el estilo, ¿por qué el gobierno de Starmer apoya plenamente el genocidio israelí en Gaza, su invasión del Líbano (un país soberano), y su bombardeo de Irán, Siria, Gaza y Yemen?¿No debería Gran Bretaña suministrar tanques Challenger, Storm Shadows, defensas aéreas, munición y dinero a los palestinos y libaneses para que se defiendan de la agresión israelí?Formular la pregunta es responderla. Hemos visto gráficamente en el último año cómo el llamado orden basado en reglas significa realmente una regla para los amigos del imperialismo estadounidense y británico y otra para sus enemigos.Por todas estas razones, decimos: ¡Libros, no bombas! ¡Sanidad, no guerra! ¡No a las aventuras imperialistas en el extranjero, no a la austeridad en casa! ¡Abajo los belicistas!