Gran Bretaña: congreso fundacional del PCR - ¡se buscan 10.000 comunistas!

Imagen: The Communist

El fin de semana pasado, del 3 al 6 de mayo, 600 trabajadores y jóvenes se reunieron en Londres para el lanzamiento del Partido Comunista Revolucionario en Gran Bretaña. Este congreso representa un hito histórico. Únete a nosotros hoy, organízate y ayuda a construir el PCR.

[Publicado originalmente en communist.red]

Mientras Netanyahu hacía sus últimos preparativos para invadir Rafah, y mientras los manifestantes universitarios levantaban sus tiendas de campaña en los campus de todo el país, en Londres tenía lugar un acontecimiento trascendental en la historia del movimiento comunista británico: el lanzamiento del Partido Comunista Revolucionario.

A esta histórica reunión asistieron unos 600 comunistas de toda Gran Bretaña, junto con visitantes internacionales de Canadá, Irlanda, Austria, Suiza, Italia, Polonia, Suecia, Dinamarca, Alemania y otros países.

Mientras el resto de la llamada «izquierda» se revuelca en el pesimismo y la desesperación, el congreso fundacional del PCR fue una isla de optimismo revolucionario.

En las palabras de uno de los asistentes, un comunista que se había afiliado al partido apenas hacía dos meses: «Este congreso me ha inspirado completamente. Nunca he estado tan convencido de nada».

Los marxistas tienen motivos para ser optimistas. Este congreso, un reflejo del crecimiento explosivo de nuestra organización en el último año, ha sido una declaración de que se está forjando una poderosa fuerza revolucionaria en Gran Bretaña.

Ya hay más de 1.150 comunistas organizados bajo nuestra bandera. Pero esto es sólo el principio.

El mensaje de este congreso fue claro. Estamos reclutando para la revolución; en búsqueda de cada auténtico luchador de clase en estas islas, para ayudarnos a alcanzar nuestro próximo hito: la marca de 10.000 miembros.

Así que si quieres derrocar todo este miserable sistema, te decimos: ¡únete a los comunistas y organízate!

Revolución mundial

«Este es un congreso histórico, que tiene lugar en medio de un punto de inflexión». Así declaró Alan Woods, uno de los principales teóricos de la futura Internacional Comunista Revolucionaria (ICR), en sus palabras de apertura a la audiencia reunida el viernes por la noche.

«Hemos entrado en un nuevo periodo, que será el más turbulento, violento y perturbado de toda la historia de la humanidad».

Como explicó Alan, la profunda inestabilidad del mundo actual tiene sus raíces en la profunda crisis orgánica del capitalismo. Totalmente incapaz de hacer avanzar a la sociedad, este sistema decrépito está repleto de contradicciones.

Una clara manifestación de esta crisis son las fisuras cada vez mayores en las relaciones mundiales. Como dijo Jorge Martín, otro dirigente de la ICR, hablando de las crecientes tensiones entre las principales potencias imperialistas: una banda de piratas y ladrones encuentra más fácil compartir cuando su montón de botín crece; pero cuando empieza a reducirse, entran en una lucha feroz entre ellos.

En Ucrania, la OTAN está a punto de sufrir una humillante derrota. En Israel, el temerario régimen de Netanyahu amenaza con desencadenar una conflagración más amplia en todo Oriente Medio.

Estos conflictos, combinados con todo tipo de factores económicos y políticos, están echando gasolina al fuego de la crisis capitalista, arrastrando a todo el planeta hacia el caos y la catástrofe.

Agitación y lucha

En Gran Bretaña, el tejido social se está desgarrando a medida que un siglo de decadencia pasa factura. A su vez, la agitación política aumenta en todo el Reino Unido y la lucha de clases se intensifica.

De su antigua posición dominante como «taller del mundo», el capitalismo británico es hoy un espectáculo patético, presidido por un circo de payasos.

Los conservadores están viviendo de tiempo prestado, como atestigua su humillante derrota en las recientes elecciones locales. Pero varios delegados subrayaron que los laboristas de Starmer no arreglarán nada.

Escocia no se ha librado del tumulto. El Partido Nacionalista Escocés (SNP) solía presumir acerca de la relativa estabilidad política al norte de la frontera. Pero ahora Holyrood también se ha sumido en una crisis, con otro nuevo Primer Ministro -John Swinney- residiendo en Bute House.

Como dijo el camarada dirigente del PCR escocés Shaun Morris, hablando de los sentimientos de los trabajadores hacia los dirigentes del SNP: «¿Qué sentido tienen, si lo único que hacen es hacer carrera y llevar a cabo las políticas tories?».

Crisis de dirección

Rob Sewell -editor político de El Comunista [The Communist]- introdujo este debate sobre las perspectivas de la próxima revolución británica, destacando la amargura, el descontento y la miseria entre la clase obrera, que está cristalizando rápidamente en un enfurecido estado de ánimo antisistema.

Como resumió más tarde Alan Woods: «Esto no es apatía; es un colapso total de la confianza en el sistema».

Esta ira es un presagio de futuros acontecimientos revolucionarios. Toda la situación es como un polvorín. Como dijo Alan: «Esta es una receta viviente para una explosión de la lucha de clases, como no se ha visto desde la Segunda Guerra Mundial».

Desgraciadamente, hay una falta total de dirección para canalizar esta ira hacia la acción.

«Hay un abismo absoluto», explicó Adam Booth, editor de communist.red, «entre lo que exige la situación y lo que ofrecen las “izquierdas”».

A cada paso, los reformistas de izquierdas han buscado el camino del compromiso de clase, apelando a los capitalistas y a sus agentes para que hagan «más amable» y «más simpático» su explotador sistema de beneficios. Pero como advirtió Rob: «Puedes pelar una cebolla capa por capa, pero no puedes despellejar a un tigre garra por garra. Y el capitalismo no es una maldita cebolla».

Millones de personas ordinarias anhelan respuestas. Pero no encuentran soluciones en estas supuestas «izquierdas».

El resultado es un vacío político total, en el que la indignación acumulada en la sociedad encuentra en cambio una expresión a través de todo tipo de movimientos explosivos y otras vías.

Esto presenta enormes oportunidades para que los comunistas crezcan, con el fin de desempeñar un papel decisivo en los titánicos acontecimientos que se avecinan. Y ahí es donde entramos nosotros.

Lanzamiento

El PCR se funda para resolver esta crisis de dirección. Como afirmó Rob: «Nunca ha habido un momento más oportuno para lanzar un Partido Comunista Revolucionario».

En estas caldeadas condiciones, nuestro partido aspira a ser un brillante imán rojo para los trabajadores y jóvenes revolucionarios.

Como se informó en el congreso, los comunistas de Gran Bretaña ya están dando grandes pasos en esta dirección.

Desde el último congreso nacional, gracias a nuestra audaz campaña «¿eres comunista?», la afiliación a nuestra organización ha crecido un 41%. Ahora tenemos unos 1.150 miembros, organizados en 120 secciones y células en todo el país. Y estamos presentes en 55 campus y 17 escuelas.

Este modelo de éxito se está reproduciendo en todo el planeta, como Hamid Alizadeh, otro miembro destacado de RCI, informó al congreso el domingo por la tarde.

Nuestra internacional ha crecido un 46% en los últimos doce meses. En Norteamérica estamos despegando». Los recién lanzados Comunistas Revolucionarios de América han crecido un 118% en el último año. Nuestros camaradas de Canadá han reclutado a 100 nuevos miembros sólo en el último mes.

Como resumió Hamid, estamos empezando a convertirnos en un punto focal para el comunismo a escala mundial. «A medida que se agudiza la crisis del capitalismo, nosotros estamos despegando. Debemos aprender a pensar a lo grande».

Este proceso se verá coronado en nuestra escuela mundial de comunismo en junio, donde se inaugurará oficialmente la Internacional Comunista Revolucionaria.

Camino revolucionario

«Estamos en el buen camino», declaró Ben Gliniecki, organizador nacional del PCR, «pero sólo estamos al principio».

Como continuó Ben, introduciendo las discusiones organizativas del domingo: «Pensad en lo que se avecina en Gran Bretaña, y qué papel podría desempeñar nuestro partido. Ese partido no caerá del cielo. Hay que construirlo. Y este congreso es para anunciar que lo estamos haciendo».

Por encima de todo, nuestra tarea es crecer. Nos esforzamos por hacernos lo más visibles posible a una nueva generación de comunistas, con el objetivo de convertir cada escuela, campus y lugar de trabajo en una fortaleza del comunismo.

La meta está muy abierta. Como dijo Alan: «Estas jóvenes capas están buscando una organización. Nos buscan a nosotros. ¿Por qué deberíamos escondernos?»

Los nuevos reclutas no se unen a nosotros para ser mimados, sino para luchar. Nuestro objetivo es formar cuadros marxistas que puedan construir por sí mismos y difundir ideas revolucionarias claras. Como dijo un delegado: «Estamos dando a los nuevos camaradas la oportunidad de cambiar el mundo».

Al mismo tiempo, cada día se abren enormes oportunidades para conectar las ideas comunistas con las luchas reales y vivas.

En particular, las discusiones en el congreso se centraron en armar a los camaradas para la oleada de acampadas universitarias que está recorriendo Gran Bretaña, siguiendo el modelo de las protestas que tienen lugar en EEUU.

Como explicó la organizadora de campañas del PCR, Fiona Lali, nuestro papel en estos movimientos es explicar pacientemente. La tarea de los comunistas es «averiguar con quién estamos hablando; averiguar dónde están; y construir un puente desde sus ideas a las nuestras».

Hacia un periódico semanal

En toda nuestra actividad, nuestra principal arma es nuestro periódico: El Comunista.

Como explicó Adam Booth, del consejo editorial, en un debate sobre la prensa revolucionaria, nuestro periódico es nuestro uniforme, que nos convierte en «carteles de reclutamiento andantes y parlantes para el comunismo».

En esta sesión, el último día del congreso, Adam informó sobre el inmenso éxito de El Comunista, incluido un aumento del 40% en las ventas en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Ahora tenemos la vista puesta en un semanario para el congreso del año que viene, un paso esencial para seguir el ritmo frenético de los acontecimientos y una poderosa palanca para el crecimiento de las fuerzas del comunismo en Gran Bretaña.

Las contribuciones a este debate hicieron hincapié en el salto de ser un periódico para los trabajadores a convertirse en un periódico de los trabajadores.

En lugar de comentar desde la barrera, estamos participando cada vez más en las luchas, amplificando las voces de los trabajadores militantes y extrayendo las conclusiones políticas necesarias para el movimiento.

Formación de cuadros comunistas

La base de nuestra organización, y de todo nuestro trabajo, son los cimientos de granito de la teoría marxista.

Como señaló Fred Weston, un destacado camarada de la ICR, en la sesión sobre «Aprender de Lenin»: «Una organización es ante todo ideas, tradiciones y métodos; y sólo después de esto, un aparato para llevarlos a cabo».

Con el crecimiento de nuestra organización, nuestras ideas empiezan a tomar cuerpo. Con cientos de nuevos y jóvenes comunistas uniéndose a nuestras filas, la educación marxista se ha vuelto aún más importante.

Nos enorgullecemos como partido de nuestros esfuerzos por transformar a cada recluta en bruto -a través de un estudio diligente de la teoría marxista- en un cuadro revolucionario: alguien que pueda medir el campo de batalla; elaborar las consignas y tácticas apropiadas para el momento dado; y actuar, como comunista, para construir un grupo sólido a su alrededor.

«Cada camarada en esta sala», enfatizó Fred, «tiene la responsabilidad de elevar su nivel político a la altura de las tareas que plantea la historia».

Esto fue claramente asumido por los asistentes, como se refleja en las más de 6.500 libras recaudadas a través de las ventas de teoría marxista - un aumento del 150 por ciento en comparación con el congreso del año pasado.

Esto incluyó un gran número de compras de la nueva edición de Wellred Books de 'La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo’, una lectura vital para cualquier nuevo recluta, que Lenin escribió para formar a una nueva generación de revolucionarios en la estrategia y la táctica comunistas.

Plantando la bandera roja

El congreso fundacional del Partido Comunista Revolucionario no fue una tertulia. Los miembros del PCR -inspirados por los debates del fin de semana y confiados en las ideas- estaban más que dispuestos a poner su dinero donde está su dinero.

«Nuestro objetivo es derrocar el orden capitalista», declaró Niklas Albin Svensson, uno de los dirigentes del PCR. «Esto no es algo que se haga en el tiempo libre o con calderilla. Requiere un gran sacrificio».

Canalizando este entusiasmo, dedicación y espíritu de lucha en la recaudación económica, los camaradas se unieron para recaudar la friolera de 160.000 libras esterlinas, pulverizando nuestro objetivo previo al congreso.

Los asistentes escucharon hablar de los increíbles sacrificios y esfuerzos de recaudación de fondos que han hecho los miembros del PCR. Un camarada jubilado donó 6.000 libras de su fondo de jubilación. Una pareja recién casada pidió a los invitados a su boda que hicieran donaciones para la fundación del partido. Se donaron 1.000 libras en nombre del revolucionario de toda la vida Steve Jones, que falleció tristemente hace dos años.

Estos tremendos sacrificios nos colocan en una buena posición para la siguiente etapa de nuestro desarrollo: plantar la bandera roja y situarnos en el mapa como el auténtico partido del comunismo en Gran Bretaña.

Se avecinan grandes acontecimientos que sacudirán la sociedad de arriba abajo. Y nos estamos preparando para estas tormentas y luchas, poniéndonos manos a la obra para construir la dirección revolucionaria necesaria.

Como concluyó Rob Sewell, entre aplausos: «Dejemos que nuestros enemigos se burlen. Entendemos que una organización pequeña -armada con las ideas y el aparato adecuados- puede conectar con la clase obrera y crecer muy rápidamente. Esa es la perspectiva del PCR».

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