Ahora es muy conocida la aprobación del proyecto de ley en Arizona (la llamada ley antiinmigrante). Esta ley en pocas palabras, criminaliza la estancia inmigrante en ese Estado. Esta aprobación ha causado un gran revuelo a nivel EUA e internacionalmente. Ahora trataremos de explicar lo que ha pasado y dar nuestro punto de vista sobre la lucha de los inmigrantes de EUA.
El fenómeno de la migración hacia EUA es originado fundamentalmente por la falta de alternativas para tener una vida digna en los países de donde son originarios los migrantes. Desde hace décadas millones de latinos han viajado a EUA para conseguir el llamado “sueño americano”, que no es otra cosa más que tener una fuente de ingresos que garantice salud, educación etc. a los migrantes y sus familias.
En México millones de personas han llegado a la pobreza; según datos oficiales, más de la mitad del país es pobre. Por ello, muchas personas han viajado a EUA y millones de familias dependen de las remesas que les manden.
El problema de la inmigración no se resolverá sólo con tener un acuerdo migratorio, sino también erradicando la miseria que tienen los países especialmente de América Latina.
Según datos del gobierno de EUA, actualmente existen cerca de 11 millones de latinos radicando en aquel país. Específicamente en Arizona hay más de un millón y medio de personas de origen latino, de los cuales casi medio millón no cuenta con papeles. La aprobación de la ley antiinmigrante pone en grave riesgo la estancia de esos migrantes.
La lucha en las calles…
La respuesta no se ha hecho esperar. Miles de personas han salido a las calles en varios puntos del país rechazando la ley. Organizaciones latinas como la Unión de Trabajadores Agrícolas Fronterizos, el Consejo Nacional de la Raza (principal organización de latinos), entre otras han marchado y apoyado el boicot comercial. También sindicatos como el de servicios SEIU, alimentos UFCW han apoyado el boicot.
Desde 2006 no se había visto movilizaciones tan importantes. Ciudades como Phoenix han realizado marchas con miles de personas, no solamente latinos, sino también blancos y afroamericanos. Según la compañía Crimson Hexagon, de un total de 21mil comentarios en los foros de Internet sobre la ley Arizona, el 66% son en contra de esta y el 28% a favor
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Por otro lado, en un sondeo del Centro de Investigación Pew, el 73% de la población apoya la nueva ley de Arizona y 23% la rechaza; además, 62% aprueba y el 35% se opone a permitir que la policía detenga a cualquier persona sospechosa de ser ilegal. Resultados similares han arrojado encuestas del periódico New York Times. (Jornada. 13/05/10).
Por otro lado, en una entrevista realizada por CNN a Joe Arpio, Sheriff del condado de Maricopa en Arizona (llamado el “Sheriff más duro de EUA”) dijo: “Mi padre y madre vinieron de Italia legalmente. ¿Por qué tenemos que recompensar a aquellos que han entrado a nuestro país ilegalmente? (…) ¿Por qué tenemos que otorgarles la ciudadanía?”
Todo esto quiere decir que la derecha de Estados Unidos no está dispuesta a echar atrás la ley antiinmigrante, al contrario, la seguirá apoyando hasta que entre en vigor.
Divisiones en la clase dominante
La ley Arizona no sólo ha despertado a los trabajadores sino también ha puesto de manifiesto la inconformidad de alcaldías como Los Ángeles, San Francisco, Boston, Oakland, San Diego, Boulder, El Paso, St Paul, Milwaukee, Nueva York, Chicago, etc. Varias alcaldías han boicoteado a Arizona con acciones como cancelaciones y no renovaciones de contratos con compañías residentes de aquel Estado, limitar viajes oficiales, etc.
Desde hace mucho tiempo no veíamos una confrontación de tal magnitud de los diferentes ayuntamientos de EUA. Tal vez la última vez fue en 1987 cuando igualmente Arizona no quiso reconocer el día de Luther King y varios Estados hicieron una campaña de boicot.
El presidente Barack Obama también ha rechazado el proyecto de ley tachándola de “irresponsable” y ha manifestado que trataría de utilizar recursos legales para desecharla.
El hecho de que haya este grado de confrontación quiere decir que la burguesía de EUA no se ha puesto de acuerdo sobre cómo llevar el rumbo del país y la manera de resolver sus distintos problemas. Por un lado está la ultra derecha que quiere optar por el camino de la confrontación y por otro lado los que quieren ser más cautelosos.
La alternativa es seguir luchando
Obama ha sido una decepción para los trabajadores de Estados Unidos. Sobre la reforma migratoria no ha logrado nada. Son sorprendentes las críticas que han lanzado los trabajadores en las movilizaciones contra la ley Arizona, no sólo contra el gobierno del Estado, sino también contra el propio presidente. Los trabajadores americanos poco a poco sacarán la lección de que es necesario tomar medidas más profundas para lograr sus demandas.
Lo que esta ley ha hecho es seguir aumentando la polarización de la sociedad. Anteriormente no se hacían notar las luchas de los trabajadores, pero desde hace pocos años poco a poco han salido a manifestarse a la calle. Este es un síntoma muy bueno y debemos estar atentos sobre el desarrollo de los acontecimientos. La polarización que estamos viendo llevará a enfrentamientos más fuertes entre los trabajadores (latinos, blancos, negros, etc.) y la burguesía (representada en el gobierno).
A pesar del intento de dividir a los trabajadores por raza, la burguesía americana lanzará ataques no sólo contra los latinos, sino contra el conjunto de trabajadores y ello irá demostrando que es necesaria la unidad entre los trabajadores sin distinción de raza, género, etc. Frente a cualquier iniciativa racista el movimiento de os trabajadores debe responder con la unidad de clase por encima de cualquier diferencia racial.
Pero, ¿qué podemos hacer en México? Como hemos comentado líneas arriba, el problema de la migración no es solamente en EUA, sino que se debe a la política económica que han llevado a cabo los gobiernos en América Latina que se ha reflejado en desempleo, violencia, miseria, etc. Entonces tenemos que luchar por mejorar las condiciones de vida en nuestro país, luchar por un gobierno que represente los intereses de los trabajadores. No podemos permitir que Calderón siga aumentando el desempleo, quitando el apoyo al campo y más ataques a los trabajadores y campesinos. La alternativa es luchar en EUA, México y América Latina por mejorar las condiciones de vida, por una federación socialista de América. La lucha no debe ser aislada por regiones ni nada, sino debe ser una lucha unificada.
Fuente: Militante (México)