El 8 de agosto vio la inauguración de la 16ª edición del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes (FMJE) que se está celebrando en Caracas este año. Bajo el lema “Por la paz, la solidaridad y contra el imperialismo”, más de 15,000 jóvenes de todo el globo terráqueo se han reunido para discutir una amplia gama de temas; todos ellos de carácter antiimperialista.
El gobierno venezolano está promocionando este importante acto y abrió la Academia Militar en Fuerte Tiuna para recibir a los delegados para la apertura oficial del festival. Delegados de una impresionante cantidad de 144 países de todos los continentes desfilaron en esta ceremonia de apertura. La delegación cubana era de las más grandes con 1,800 presentes y hubo unos 2,000 delegados de Colombia; la delegación venezolana fue la más numerosa con más de 3,000 delegados. Los asistentes a la ceremonia se llevaron una grata sorpresa cuando vieron una delegación de los Estados Unidos con 720 jóvenes.
Los delegados fueron saludados al grito de “Bienvenidos a la República Socialista Bolivariana de Venezuela”, después de que las delegaciones marcharan delante del Presidente Chávez hubo actuaciones de folclore indígena. Representantes guaraníes y de otros pueblos indígenas venezolanos obsequiaron a Hugo Chávez con diferentes objetos que representan sus diversas culturas.
Igualmente impresionante fue el equipo de voluntarios que dieron la bienvenida a los visitantes. A parte de los equipos de traducción, los de aprovisionamientos y Guardia Nacional, una considerable sección de la juventud bolivariana se unió a la marcha cantando canciones, consignas y danzando.
Al final de la marcha cuando todas las delegaciones habían marchado hacia la plaza principal y después de todas las actuaciones, el presidente Chávez inauguró el festival. Después de una larga espera, Chávez se dirigió a los miles de jóvenes (y los no tan jóvenes) que escucharon con mucha atención lo que el tenía que decir. Él empezó mirando 60 años hacia atrás, cuando las bombas atómicas cayeron en Hiroshima y Nagasaki. El Presidente Chávez pagó tributo a las víctimas de este genocidio y condenó estos actos de terrorismo. “Hoy”- el dijo – “Ha caído una bomba atómica de juventud en el valle de Caracas.” Ellos habían venido a ver Caracas, el lugar donde Simón Bolívar nació y eran más que bienvenidos al FMJE. Esto ha sido un gran reto para Venezuela y más de 2 años de preparación han sido invertidos en este evento, ha involucrado mucha coordinación y requerido mucho apoyo logístico y político.
Chávez entonces recordó los principales hechos de las últimas 6 décadas. Al final de 1940 hubo la revolución china, uno de los mayores hechos en la historia de la humanidad. Este gran hecho fue seguido por la revolución cubana una década después. Chávez describió a ésta como una tremenda inspiración para todos los pueblos de América Latina. “Este gran acontecimiento marcó el camino para el futuro”, afirmó el presidente.
En los 60 el imperialismo americano sufrió una humillante derrota en el Vietnam, cosa que probó que el Imperio no es invencible. “Un pueblo que quiere ser libre no puede ser derrotado”, el dijo, mientras alababa a la heroica resistencia vietnamita en contra del imperialismo.
Los 70 fueron un periodo de esperanza para América Latina, donde vimos el Chile de Allende, que fue desafortunadamente brutalmente machacado por el imperialismo estadounidense. El final de los 80, a su vez, significó un terremoto universal debido a la caída de la URSS. El viejo equilibrio político fue destruido y después de la caída del bloque del Este, los capitalistas declararon “el fin de la historia”. “Globalización neoliberal”- Chávez dijo – “no es más que otra palabra para imperialismo, y el imperialismo”- él continuó- “es el estadio más alto del capitalismo, como Lenin dijo”. En los 90 la palabra capitalismo había desaparecido de los diccionarios y una crisis moral y económica se desarrolló, creando un periodo de dudas y confusión. Sin embargo, como el Ave Fénix que renace de sus cenizas, el presidente explicó que los luchadores y los revolucionarios reaparecerán y que ellos de hecho ya estaban reapareciendo. “Nosotros estamos empezando un nuevo proceso, un nuevo amanecer donde las ideas de justicia, paz e igualdad serán centrales.”
Chávez también anunció que el estaba profundamente convencido que los últimos años había sido difíciles y exigentes. Sin embargo ha pesar de la gran frustración, en la primera década del siglo XXI, miles de jóvenes se han concentrado en Caracas. Según proclamó el presidente Chávez, esto apunta a mucho más que un simple sentimiento de esperanza, sino a una oportunidad de debate y de empezar la batalla de las ideas. Lo que a él incumbe, no cree en una lucha aislada en un solo país; como él ya dijo en el Foro Social Mundial en Porto Alegre al final de este año, Chávez otra vez declaró que el socialismo es el camino verdadero y la única forma de construir un nuevo mundo. “Es nuestra tarea y un reto el salvar nuestro planeta del imperialismo más poderoso que ha existido jamás, el imperialismo de los Estados Unidos.” Significativamente, Chávez no ve al pueblo estadounidense como una sola masa reaccionaria. Por el contrario, el saludó cordialmente y felicitó a la delegación de los EEUU presente en Caracas y reconoció a “los grandes luchadores del pueblo estadounidense”, mencionando a Martin Luther King. En una dramática pero válida declaración, el dijo “El futuro del mundo depende de las conciencias de los pueblos americanos; cuando ellos se unan, ellos salvaran al mundo de la guerra y la destrucción.”
Chávez luego explicó que estamos en el mejor momento para tener el festival; en estas terribles condiciones y a pesar de la existencia de la más poderosa e hipócrita forma de imperialismo en la historia. “El imperio romano” – el dijo- “por lo menos no era tan hipócrita, ya que se llamaban imperio. El imperialismo de los EEUU, por otro lado, vergonzosamente declara ‘luchar por la democracia’”, después dio ejemplos del papel de los EEUU en Chile, República Dominicana, Guatemala, Panamá y Haití entre otros prueban lo contrario. “América Latina al completo ha sufrido ataques del imperialismo estadounidense. Bolívar estaba en lo cierto cuando dijo en 1826, ‘Los Estados Unidos de América parecen destinados por la providencia a plagar América con miseria en nombre de la libertad.’”
Luego el captó la atención de la audiencia a Venezuela, “donde los Estados Unidos han sufrido algunas sorpresas desagradables.” El imperialismo estadounidense no es invencible, un hecho que no sólo se ha probado en Venezuela, sino también en Cuba, donde el pueblo revolucionario ha luchado contra el imperialismo por más de 40 años. Chávez felicitó a Fidel Castro, quien está mirando su discurso que fue retransmitido en todos los canales venezolanos públicos y Tele Sur. “Nosotros venimos aquí a debatir sobre paz, pero si a los halcones del Pentágono les decimos que si se les ocurre la loca idea de venir a invadirnos, les haremos morder el polvo defendiendo la libertad de nuestra tierra.” dijo el presidente mientras la multitud coreó “pueblo armado, pueblo respetado”.
“La lucha de Venezuela es la lucha de los pueblos del mundo”, proclamó Chávez mientras el empezó a resumir su inspirador discurso. El recordó las palabras de Jean-Paul Sastre, quien en los 60 visitó Cuba y escribió “las condiciones y circunstancias hicieron que empezará una revolución”, el hizo un llamamiento a una revolución moral para salvar al mundo y abogó por un “humanismo revolucionario”, pero también dijo que esto no es suficiente. “Una revolución política es necesaria – una revolución política y democrática, pero no una democracia falsa sino una democracia real, como en Venezuela.” dijo el presidente Chávez.
A modo de conclusión, repitió lo que había dicho en otros discursos, Chávez proclamó “la única forma de desmontar el perverso capitalismo es únicamente construyendo el socialismo, pero el verdadero socialismo. Esta es la única manera de salvar el mundo y las generaciones venideras”
Algún pedante seguro que podría añadir algunos puntos y comas a esto. Es cierto que algunas referencias a Jesús y a una “revolución moral” muestran confusión, pero una cosa está muy clara y es que un discurso radical como éste que viene de un presidente de una nación es bastante extraordinario, y ha de ser bienvenido por toda la gente progresista en el mundo. Fue, sin duda alguna, un buen inicio para una excitante semana que vamos a pasar con revolucionarios de todo el mundo.