En Chile sindicatos amenazan con imponer su cuarentena por medio de la huelga general.

El Bloque Sindical de Unidad Social ha exigido al gobierno implementar inmediatamente medidas preventivas de cuarentena para combatir el Covid-19. Sino, llamarían a una ”Huelga General Humanitaria” para paralizar la economía que no sea esencial. Mientras Piñera trata de usar la crisis sanitaria para terminar con el levantamiento que ya lleva 5 meses.

Chile cuenta más de 400 casos de Covid-19, expresando un crecimiento exponencial. Después de menospreciar la amenaza de la epidemia, el presidente Piñera declaró estado de catástrofe el 18 de marzo. Sus declaraciones tenían poco que ver con la pandemia y medidas sanitarias, y todo que ver con sacar a los militares a las calles, prohibir las reuniones y en general coartar el derecho a manifestarse.

Decretó tardíamente el cierre de escuelas y universidades. aduanas y otras medidas elementales que diversos sectores de la sociedad han exigido hace días. Tal como en otros países, el criterio era defender los intereses de los capitalistas que este gobierno representa. Mientras cierra las escuelas, no hay medidas que protejan a los padres que deban quedarse en casa. La prioridad era mantener la productividad.

Hay un segundo criterio en las medidas de Piñera. Dar un golpe al levantamiento de masas que ha sacudido el país desde el 18 de octubre. Se cumplen ya cinco meses. El movimiento tuvo su momento más alto en noviembre y podría haber echado abajo el gobierno, sino fuera por la falta de una dirección revolucionaria decidida y resoluta en su lucha contra los dueños de Chile. Esto sumado a las vacaciones de verano que suponían un reflujo. En todo caso, Marzo era el comienzo de una ofensiva popular. Se vivió la masiva marcha del Día Internacional de la Mujer Trabajadora el 8 de marzo, que según organizadoras movilizó a 3,5 millones en todo el país. Además de un llamado a “Huelga General Feminista” el 8 y 9 de marzo. Los estudiantes se lanzaron a un “mochilazo” en muchas ciudades del país.

Al mismo tiempo de dar facultades al ejecutivo y al ejército, el gobierno acordó con todos los partidos políticos posponer el Plebiscito constitucional que tendría lugar en Abril. El plebiscito fue un truco del régimen en noviembre para intentar aplacar el movimiento. De manera escandalosa, todos los partidos, incluyendo esta vez al Partido Comunista, firman el acuerdo con el gobierno. La cuestión no es si acaso el plebiscito va ocurrir o no en Abril. Es evidente que en las condiciones presentes de epidemia el plebiscito no puede realizarse. Lo escandaloso es que los partidos de izquierda dan legitimidad al gobierno y a su agenda para desmobilizar al pueblo trabajador de las calles.

Como sea, el gobierno y el régimen de conjunto es extremadamente impopular. El pueblo no confía en sus medidas para tratar esta crisis sanitaria. De hecho, una de las demandas de la rebelión de octubre es precisamente un sistema público de salud de calidad. El sistema de salud no está preparado para una epidemia de las características del Covid-19. El número de camas por habitante es sólo de 2 cada 1000 habitantes (comparado con 8 en Alemania o 6 en Francia). Solamente hay 590 camas UTI en el sector privado, en circunstancias que un reporte indica que al menos serían necesarias 5,000 para hacer frente a la epidemia.

Trabajadores de centros comerciales en Santiago se han manifestado (https://twitter.com/pargetteok/status/1239938990955991041), exigiendo equipamiento adecuado o ser mandados para la casa. Durante la semana conductores de SUBUS se negaron a trabajar. Por su parte la empresa respondió despidiendo a 28 trabajadores, lo que provocó un paro masivo.

En esta situación de enorme presión de abajo por medidas serias para proteger a los trabajadores y la población en general, el Bloque Sindical de la Unidad Social hizó una declaración bien contundente.

Por ejemplo, exigieron la cuarentena inmediata, y paralizar todos los trabajos no esenciales (ver comunicado: http://elporteno.cl/2020/03/17/unidad-social-exige-cuarentena-preventiva-nacional-y-el-cese-inmediato-de-actividades-laborales) . En un principio la exigencia se dirige al gobierno, en la voz del Colegio Médico. Pero el gobierno se ha negado a cooperar con ellos. Ante la indolencia del gobierno, el Bloque Sindical amenazó que va declarar “Huelga General Humanitaria”  desde el día 20, y parar de esta manera la producción (ver comunicado https://www.colegiodeprofesores.cl/wp-content/uploads/2020/03/declaracion-huelga-humanitaria-x-coronavirus.pdf).

Esta cuestión se ha presentado en varios países. Trabajadores en Italia, Estado Español, Austria, Canadá y Estados Unidos, han paralizado labores exigiendo medidas preventivas y parar la actividad económica no esencial. El combate contra el Covid-19 revela la contradicción entre las ganancias de los capitalistas, y las vidas de los trabajadores y toda la población.

Tanto como el cierre de la actividad económica no esencial, los sindicatos también exigieron medidas para apoyar a pequeñas y medianas empresas, y trabajadores en ellas, prohibir los despidos, las reducciones salariales, controles de precio para evitar la especulación, entre otras.

Por supuesto, estas demandas son muy positivas, pero no son suficientes. Es evidente que en esta situación, se impone la nacionalización de todos los centros de salud. Además de un plan de emergencia para crear cientos de unidades de tratamiento intensivo. Todos los trabajadores que deban guardarse en cuarentena, deben tener asegurado su salario. Deben también tomarse medidas para proteger a los trabajadores informales.

Mientras escribimos estas líneas, parece las declaraciones de Unidad Social tuvieron poco impacto. Esto no es sorprendente. Unidad Social se ha desacreditado y jugó un rol flojo durante la Huelga del 8 y 9M. Los dirigentes de estas organizaciones tienen la costumbre de hacer grandes declaraciones y conferencias de prensa, pero que no son respaldadas con asambleas y agitación en los centros de trabajos, para llevar las tareas desde abajo.

El sentimiento en Chile sigue siendo de descontento. El pueblo observa como el gobierno maniobra con una crisis sanitaria para sus propósitos mezquinos. El hecho que Unidad Social se haya dirigido a los trabajadores para tomar las cosas en sus manos es muy significativo. Esto pone sobre la mesa la cuestión fundamental de quien debe gobernar, si acaso los trabajadores, o los empresarios corruptos.

El movimiento para combatir la pandemia y proteger la vida de los trabajadores y toda la población debe ligarse a la exigencia de tumbar el gobierno criminal de Piñera y todo el régimen que representa.

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