La batalla por construir una nueva sociedad ha iniciado
Desde las primeras horas del pasado 11 de noviembre la gente ya estaba en el Estadio Cuscatlán en San Salvador esperando el inicio de la XXIII convención nacional del FMLN, una marea roja salió de todos los rincones de El Salvador, camiones llenos salían de los distintos Departamentos y Municipios, en el transporte público, en las calles veías a la gente con playeras rojas, portando orgullosos gorras, banderas y paliacates del FMLN para dar inicio a la batalla electoral. El acto estaba citado a la 1:00 p.m. pero a esa hora el estadio ya estaba abarrotado y miles de personas seguían llegando. Se tuvieron que instalar pantallas gigantes fuera del Estadio para que las 70 mil personas que asistieron pudieran escuchar los discursos de sus candidatos.
Cuando habló Sánchez Cerén resaltó la visita de los delegados internacionales de los gobiernos y partidos políticos en su mayoría de izquierda de América Latina. En el acto se encontraban representantes de gobiernos de España, Brasil, Cuba, Venezuela, Ecuador, Uruguay, Nicaragua, Panamá, Republica Dominicana y Honduras. Continuo diciendo "Agradecemos infinitamente al noble gobierno de Cuba y Venezuela por devolverle la vista a más de 4 mil 600 salvadoreños y salvadoreñas por preparar a más de mil muchachos y muchachas que realizan estudios de medicina y por permitirnos ser parte de la campaña de alfabetización 'yo si puedo' impulsado por nuestras alcaldías".
El estadio estaba lleno de obreros, campesinos, jóvenes y desempleados; era el pueblo el que estaba presente y a su vez asistieron representantes de organizaciones civiles y populares, pero también empresariales. La fuerza mostrada por el FMLN bajo una orientación correcta podría acabar fácilmente con el gobierno arenero y empezar a construir una sociedad igualitaria.
Finalmente le tocó el turno a Mauricio Funes, la gente tiene amplia confianza en él y en el triunfo del FMLN. Este gran mitin de masas sirvió para conmemorar la gran ofensiva de la guerrilla el 11 de noviembre de 1989 que dio como resultado los acuerdos de paz firmados en 1992 y el fin de la guerra. Funes señaló: "Recientemente los partidos de la derecha declararon este día, día de duelo y luto nacional. En mi condición de candidato y próximo presidente de la república declaro el 11 de noviembre de 2007 como un día de homenaje a la paz por todos los luchadores y luchadoras que ofrendaron sus vidas por construir un nuevo El Salvador".
El Salvador: una sociedad injusta y desigual
El gran apoyo a esta fórmula presidencial y las grandes esperanzas que despierta se derivan de que la gente ya está harta de los gobiernos de ARENA y de las políticas de miseria. En su discurso hizo fuertes críticas al gobierno arenero. "El Salvador no puede seguir siendo gobernado como lo ha sido hasta ahora, en los últimos 18 años la población no ha mejorado sus condiciones de vida. El bienestar tan publicitado no ha llegado a toda la gente. ¿Quién en nuestro país no percibe que la canasta alimenticia ha aumentado su valor y que en contraste los salarios han reducido su poder adquisitivo? Los precios de los productos de primera necesidad y de los servicios básicos se han disparado. El gobierno cree que por anunciar un incremento del salario mínimo en un 10% la población va a mejorar sus niveles de vida. A la población ya no se le da atol con el dedo".
"Este desinterés evidente por las condiciones de vida de la población, esta falta de sensibilidad gubernamental, explica que cada día se vean forzadas a salir [del país] entre 400 a 500 personas en busca de mejores oportunidades de empleo y mejores ingresos. Nadie puede ocultar esa realidad. Sin las remesas en dólares que nuestros compatriotas envían cada año, no sólo la mayoría de familias pobres se verían en serias dificultades para sobrevivir, el país mismo acabaría colapsado. Por esos cuatro mil millones de dólares al año que envían nuestros compatriotas en el exterior, a cuya delegación aquí presente en esta Convención deseo rendirle un homenaje público por su solidaridad, es que la economía nacional ha alcanzado algún grado de estabilidad y la pobreza no golpea más a los hogares salvadoreños de lo que ya lo hace".
Continuó hablando de la gran delincuencia señalando que la tasa de homicidios es de 10 al día. "Sólo los que queremos un cambio estable en el país acabaremos con este problema. Siendo candidato, el Presidente Saca aseguró que durante su gobierno 'a los malacates se les acabaría la fiesta'. No sólo no se les ha acabado la fiesta, la han trasladado a casa presidencial. Nosotros sí combatiremos la delincuencia, nosotros sí acabaremos con la fiesta que hoy celebran los delincuentes".
Es necesario un programa socialista
Todas esas ideas expresadas por Funes eran recibidas con mucho ánimo por las bases del FMLN. El masivo acto del domingo fue exitoso porque además se tuvo que librar la batalla histérica de la derecha en los medios de comunicación que trataban de asustar a la población con el peligro del comunismo. A nosotros nos gustaría que Funes fuera un comunista, sin embargo su propuesta económica dista mucho de los planteamientos que te llevan a la plena igualdad señalados por Marx y Engels. El punto más débil de su discurso fue precisamente esta parte. Funes habla de cambiar el modelo de gestión económica, pero ¿qué plantea exactamente? "No acabaremos con el mercado… pero, estamos convencidos que la intervención del Estado es fundamental para sacar a los salvadoreños y las salvadoreñas de la pobreza, para lograr mayor igualdad, para asegurar la competencia leal entre los diferentes agentes económicos y para proteger los intereses de los consumidores".
En general se plantea medidas regulatorias del mercado para una mayor igualdad en la competencia entre los capitalistas incorporando a los pequeños y medianos empresarios, que el Estado fortalezca su papel en la provisión de bienes y servicios públicos esenciales así como garantizar los derechos humanos básicos.
Señala que está de acuerdo en que la economía siga creciendo, incluso señala que es necesario que crezca más de lo que lo hace ahora. Nosotros estamos a favor de un cambio profundo que implique una distribución equitativa de las riquezas pero para alcanzarlo debemos ser serios, saber que bajo los márgenes de la economía capitalista de libre mercado esto será imposible de realizar. Funes intenta garantizar una libre competencia entre los empresarios y dar concesiones a la clase obrera. El margen de maniobra es muy limitado, la economía salvadoreña esta atada a la de los EEUU. Funes señaló correctamente que sin las remesas enviadas por los salvadoreños que viven fuera del país y que llegan, no sólo miles de familias, sino el país entero colapsaría.
Los EEUU siguen siendo la economía principal del planeta, la guerra de Irak esta significando una gran fuga de recursos económicos. La burbuja inmobiliaria en la cual se había respaldado el actual boom ha llegado a su fin, ya se han dado los primeros temblores financieros y existe la posibilidad real de una recesión que pueda trasladarse a todo el mundo. Una crisis severa en la economía estadounidense devastaría a la economía salvadoreña.
Incluso las aspiraciones de cumplir algunas demandas a la clase obrera no serán fáciles de aplicar, se enfrentarán a una férrea resistencia capitalista. La burguesía no esta dispuesta a ceder y reducir su tasa de beneficios, no quiere dar concesiones a los trabajadores que animen su lucha. Esto ha quedado demostrado con el rechazo al aplicar el acuerdo 87 de la OIT, que ha sido declarado inconstitucional y que permite el derecho a la sindicalización para los trabajadores estatales, aun cuando esto ha puesto en riesgo el tratado de libre comercio con la Unión Europea.
Funes se pregunta "¿Por qué si la Constitución de la República prohíbe las prácticas monopólicas, en todos estos años no se ha hecho nada para evitarlas? Hemos dicho que partimos de la premisa que para alcanzar el desarrollo no basta con crecer… Nuestra apuesta, nuestro compromiso que hoy asumimos, que Salvador Sánchez Cerén y yo asumimos, que como próximo Presidente de El Salvador asumo, es que los beneficios del crecimiento llegarán a la mayoría de la población".
Queda claro que las actuales instituciones sirven a la clase dominante y aún con un gobierno del FMLN, la burguesía se apoyará en ellas para impedir al gobierno obrero ir más lejos. Cuando se trata de beneficios para la clase trabajadora se habla de inconstitucionalidad y cuando se trata del beneficio de la oligarquía y los monopolios nadie dice nada. La prohibición de los monopolios en la constitución es papel mojado para la burguesía. Son más poderosas las leyes económicas que las leyes constitucionales. A ese respecto Marx y Engels ya habían explicado hace más de 150 años la tendencia a la concentración del capital y al monopolio. El capitalismo es como una jungla donde los más fuertes devoran a los más débiles.
El programa que Funes y el FMLN deben aplicar debe ser auténticamente socialista. Con una explicación clara hacia la población se le podría arrebatar la base de apoyo a ARENA que se basa en el miedo y la mentira. No se trata de arrebatar al campesino su vaca o su pequeña parcela de tierra sino de expropiar sólo a los grandes terratenientes. Como bien señala Funes el campo debe salir de su crisis, debemos industrializar el campo y dar apoyos y créditos baratos al campesinado pobre, para ello debemos nacionalizar la banca para además tener recursos para la industrialización del país y generar empleos estables.
Marx y Engels decían en el Manifiesto Comunista: "Os horrorizáis de que queremos abolir la propiedad privada. Pero en vuestra sociedad actual la propiedad privada esta abolida para las nueve décimas partes de la sociedad; precisamente porque no existe para esas nueve décimas partes. Nos reprocháis, pues, el querer abolir una forma de propiedad que no puede existir sino a condición de que la inmensa mayoría de la sociedad sea privada de la propiedad. En una palabra nos acusáis de querer abolir vuestra propiedad. Efectivamente eso es lo que queremos hacer".
Funes habla de una distribución equitativa de la riqueza ¿Qué mejor distribución puede haber que el arrebatar las riquezas a un puñado de monopolios y parásitos capitalistas y terratenientes? Sólo una economía planificada garantiza una mejora sustancial en los niveles de vida de la población, con la entrada de nuevos capitalistas en un mercado donde exista una competencia más justa y aun cuando se den algunas concesiones a los trabajadores, sólo se seguirá reproduciendo el sistema de explotación capitalista que tiende a reducir los salarios y niveles de vida a su mínima expresión. Nosotros no queremos migajas sino una vida digna.
Por el combate a la corrupción
Una de las partes más críticas del discurso del candidato presidencial del FMLN fue contra la corrupción: "Debemos mejorar la equidad de los sistemas tributarios… No es posible, ni aceptable, que proporcionalmente paguen más quienes tienen menos recursos. Hay que ser más eficiente en el combate de la evasión y el contrabando. Históricamente a nuestros gobernantes les ha temblado el pulso para castigar a los evasores y a los que viven a costa del erario público. Nosotros sí tenemos la voluntad y la fuerza para combatir estos males. A mí no me temblará el pulso ni me faltarán energías y voluntad para perseguir la evasión, el contrabando y combatir la corrupción. Ni yo ni el FMLN estamos dispuestos a ceder en este terreno. Esta militancia que hoy se ha reunido en este Estadio y el pueblo que nos ve por televisión y nos escucha por radio nos exigirá que combatamos la corrupción y no nos perdonará el que no lo hagamos".
Los gobiernos areneros han servido para hacer del país un negocio de particulares y esto se debe terminar de inmediato. Es necesario que entren más recursos al Estado y distribuirlos de mejor forma, destinándolos a la salud, educación, etc. La corrupción se debe combatir al interior del gobierno. Los marxistas en el salvador agrupados en el Bloque Popular Juvenil (BPJ), en el comunicado que se distribuyó ese día, señalamos: "El FMLN es un partido que formamos los obreros y campesinos para luchar por una sociedad igualitaria para todo el pueblo salvadoreño y no para que sirva de trampolín político a sectores oportunistas, todos los dirigentes deben estar bajo el control de las bases. Quien esté en un cargo de elección popular debe poder ser revocable en cualquier momento y no debe ganar más que un obrero calificado". Éste es el camino a seguir, el combate a la corrupción inicia por un control del pueblo a los gobernantes y que estos no tengan privilegios por encima del resto de la sociedad. Cuando Funes dice: "En nuestro gobierno se acabarán los privilegios, los compadrazgos, el tráfico de influencias y los abusos de poder. Este compromiso es el que nos hace diferentes de quienes han gobernado hasta ahora el país". Nosotros decimos que hay que llevar estas palabras hasta sus últimas consecuencias.
Por una alianza de la clase obrera y campesina
"En estos 17 meses que faltan para las elecciones debemos construir el tejido social que sea la base para una poderosa alianza: partidos políticos y sobre todo, organizaciones sociales, sindicales y empresariales deben darle vida a dicha alianza". Nosotros decimos que Funes debe dejar claro si va a gobernar a favor de los empresarios o de los trabajadores. Un obrero al que su patrón lo reprime si se organiza, que utiliza las instituciones jurídicas para negarle el derecho a la sindicalización, que si sale a manifestarse a la calle es reprimido por la UMO, que se pasa la vida metido en la fábrica en condiciones insalubres e inseguras y que apenas sobrevive con su salario que se esfuma rápidamente y se pasa la vida mortificándose para poder llevar a su hogar la comida, no puede ver en su patrón un aliado pues él se enriquece con el trabajo que nosotros realizamos. Si los empresarios apoyan a Funes le pedirán una serie de compromisos que lesionarán nuestros derechos e intentarán atarle las manos para que sólo haga cambios cosméticos y no aplique un programa abiertamente en beneficio de los obreros y campesinos. No se trata de desarrollar una nueva clase empresarial pujante, para sustituir a los actuales patronos explotadores por unos nuevos, sino de acabar con el actual régimen basado en la explotación.
Habrá quien diga que tácticamente necesitamos del empresario y dará grandes discursos a favor de la unidad nacional. No puede haber unidad en una sociedad dividida en clases sociales. No necesitamos a los patrones en nuestra lucha, serán una quinta columna que a la larga intentará descarrilar nuestro movimiento.
Alguien señalará que debemos sumarlos para que nos apoyen económicamente en la campaña. Nosotros decimos que si bien el pueblo salvadoreño está sumergido en la miseria, hemos demostrado que podemos ser muy solidarios en la lucha. Haremos sacrificios para llevar a nuestro candidato a la presidencia, nos organizaremos en nuestras comunidades, haremos colectas económicas, iremos a hacer visitas casa por casa, a repartir volantes a pegar afiches para contrarrestar la campaña de mentiras de la burguesía y la ultraderecha en el poder. Funes debe apoyarse en la clase obrera, los campesinos y la juventud para llevar adelante su campaña electoral. Con un programa de clase sin ambigüedades habrá un apoyo decidido de las masas populares, basándonos en una sólida organización nuestro triunfo estaría garantizado.
La batalla no será hasta el 2009, bien dijo Funes: "¡Hagámosles sentir a todos aquellos que no pudieron venir a este estadio lo que somos capaces de construir!" La construcción de un nuevo El Salvador empieza luchando por nuestras reivindicaciones desde ahora, organizándonos en nuestras colonias, fabricas y escuelas para combatir los ataques de ARENA y por conseguir nuestras reivindicaciones.
EEUU y las relaciones internacionales
Con respecto a los EEUU se mencionó que: "Mantendremos y reforzaremos las relaciones comerciales, económicas y políticas con Estados Unidos, con su pueblo y gobierno, sobre la base del respeto a la autonomía y a la autodeterminación de los pueblos. Reconocemos la importancia estratégica de estas relaciones en la medida que su fortalecimiento pueden traer mayor bienestar a la población salvadoreña".
Y más adelante:
"Debemos renunciar al servilismo que ha caracterizado a las relaciones de los gobiernos de ARENA con el gobierno de Estados Unidos. Pondremos punto final al envío de tropas a Irak, ya que esta decisión pone en peligro la vida de nuestros conciudadanos y compromete la independencia de la política exterior del país. Mantendremos y reforzaremos las relaciones comerciales, económicas y políticas con otros países y regiones del mundo, poniendo especial énfasis en América Latina y Europa".
En el portal de ABC digital de Paraguay del 13 de noviembre se puede leer: "El presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, afirmó ayer que un triunfo del opositor FMLN en las elecciones de 2009 alejaría al país de un 'tradicional amigo' como es Estados Unidos y llevaría a la nación al 'comunismo'". Veamos bien, el gobierno de los EEUU mantiene una política migratoria bastante cruel, sabemos que los salvadoreños después de pasar humillaciones en su paso por México donde gobierna el PAN, otro aliado de ARENA y el imperialismo, pasan grandes penas en los EEUU. La clase obrera latinoamericana es discriminada por su condición de indocumentada, mantiene salarios y condiciones de vida peores al resto de la clase obrera. Bush ha endurecido la política migratoria aunque a veces en el discurso dice lo contrario. Es decir que el gobierno de los EEUU es un mal amigo, lo que plantea Saca es seguir humillados ante el imperialismo, pero es muy cierto que al imperialismo no le agrada la idea de un gobierno del FMLN.
Si este gobierno intenta ir más lejos tratará de presionarlo política y económicamente. Una posición que no sea servil ante el imperialismo de manera consecuente terminaría en una oposición abierta a éste como ha ocurrido en Venezuela. El gobierno estadounidense se posicionará del lado de los empresarios, si Funes intenta en realidad distribuir de manera equitativa la riqueza, combatir a la burguesía corrupta (incluida la estadounidense), permitir y respetar el derecho a la sindicalización, recibirá la oposición de la clase gobernante nacional e imperialista, cada concesión a las masas será recibida con entusiasmo y animará a ir por más. El mayor temor del imperialismo no es hacia Funes sino hacia las revolucionarias bases del FMLN.
Si el gobierno del FMLN aplica un programa abiertamente a favor de la clase obrera y en oposición al imperialismo tendrá de aliados inmediatos a países como Cuba y Venezuela, las bases de los gobiernos obreros de países como Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Nicaragua e incluso Guatemala serán presionados para ir más lejos. La revolución de 1980 y la posterior guerra civil despertó las simpatías del movimiento obrero internacional, un programa que incluya la nacionalización de los grandes monopolios y el establecimiento de una economía planificada significará mejoras sustanciales para la clase obrera y tendría un electrizante efecto en todo Centroamérica donde veríamos el resurgir de nuevas revoluciones, animando el proceso continental de la revolución. Los trabajadores salvadoreños en EEUU que se cuentan por millones y el resto de trabajadores latinoamericanos y de otras nacionalidades tenderían la mano a sus hermanos en El Salvador ante cualquier agresión imperialista.
La batalla ha iniciado
Al final del discurso de Mauricio Funes que fue escuchado atentamente por los trabajadores salvadoreños dentro y fuera del Estadio y por otros miles a través de radio, TV e Internet dijo: “El FMLN, su militancia, ha tomado la decisión de empujar esta transformación. Este día arranca nuestra lucha por construir la democracia y alcanzar la paz… Este día es de alegría y júbilo para el pueblo salvadoreño porque renace la esperanza y viene el cambio… Pongo al servicio de la población y de este esfuerzo nacional mi experiencia como periodista, como comunicador, mi compromiso con la verdad, para estimular el diálogo entre los salvadoreños. No podemos seguir cayendo en la trampa de la polarización que nos quiere imponer la derecha en el gobierno. El FMLN es una fuerza transformadora que no promoverá la polarización ni la desintegración nacional y que contribuirá a construir la unidad de nuestro país”.
“Declaro a partir de ahora el inicio de la campaña de la esperanza. Vamos camino al triunfo. ¡Viva la formula presidencial del FMLN!, ¡Viva el FMLN y su histórica militancia!, ¡Viva el pueblo salvadoreño!”
Es momento de fortalecer los comités de base y afinar la maquinaria partidaria. El gran mitin de masas del 11 de noviembre en el Estado Cuscatlán muestra el gran potencial revolucionario del FMLN pero también algunas de sus debilidades. Una convención nacional no es para avalar las posturas de la dirección en donde no haya debate. El mitin del 11 de noviembre debió haber sido sólo parte de un amplio, sano y democrático debate de la convención nacional. El siguiente periodo requerirá de un partido auténticamente revolucionario y democrático, donde exista un debate de ideas en todas sus instancias, las diferencias deberán ser ideológicas y no por quién ocupa los cargos, las críticas que buscan el fortalecimiento del partido no deben ser acalladas. Requerimos un FMLN al servicio de la clase obrera y no al servicio de la burocracia.
Cuando Funes dice que: “Como Presidente no seré títere de nadie ni de ninguna fuerza política o poder establecido”. Debe dejar claro que será para gobernar a favor de la clase obrera y campesina y oponerse a las presiones de los areneros, de la burocracia, de la oligarquía y el imperialismo. Funes debe dejar su traje y ponerse la camiseta roja del FMLN para dejar claro que se posicionará y no traicionará a la histórica militancia del partido que representa a los sectores más avanzados y conscientes del pueblo salvadoreño.