Para el 10 de agosto se ha convocado en Bolivia un referéndum revocatorio del presidente Evo Morales y de ocho de los nueve prefectos reaccionarios.
Esta convocatoria electoral representa una nueva encrucijada en la revolución boliviana, en la que se enfrentan intereses de clase opuestos: de un lado, los trabajadores y campesinos que anhelan un cambio fundamental del país; del otro, la oligarquía, los terratenientes y los dueños de la banca, la industria y los medios de comunicación, el imperialismo y las multinacionales, que han empezado ya una campaña feroz contra el revocatorio, para impedir a toda costa la legitimación del gobierno de Evo Morales y la revocación de sus prefectos.
En esta batalla la Corriente Marxista Internacional se coloca firmemente del lado de las masas oprimidas de Bolivia y hacemos un llamamiento a los activistas del movimiento obrero y de la solidaridad internacional de todo el mundo a mantenerse alerta ante cualquier maniobra de la oligarquía y el imperialismo por sabotear el referéndum revocatorio o no reconocer sus resultados.
La clase dominante no va a ceder su poder político y económico ni sus privilegios sin dar una batalla. Como ya han demostrado en Santa Cruz, van a utilizar todos los medios a su alcance para defender su posición: la organización de bandas fascistas, el sabotaje económico, la desinformación de los medios, la presión diplomática y si se dieran las condiciones el golpe de estado.
En los últimos años, la clase obrera y los campesinos bolivianos han demostrado en numerosas ocasiones su firme voluntad de lucha contra el capitalismo, el imperialismo y el latifundismo: en la guerra del agua en Cochabamba, en los levantamientos de febrero y octubre de 2003, en mayo-junio de 2005 y, más recientemente, con la elección del gobierno de Evo Morales en diciembre de 2005 su mensaje ha sido claro.
Los intereses de los trabajadores y campesinos bolivianos no se pueden realizar sin romper decisivamente el poder de la clase dominante. El 10 de agosto hay que ganar el referéndum revocatorio, ratificando al presidente Evo Morales y revocando a los prefectos. Eso sólo se puede lograr con la más amplia movilización de las masas en las calles, no sólo para votar sino también para defender el voto y los resultados ante cualquier maniobra de la oposición.
Sin embargo, eso sólo puede ser un primer paso. La política de negociación y conciliación con la oposición oligárquica y las multinacionales aplicada por sectores del gobierno y de la dirigencia del MAS sólo ha servido para envalentonar y fortalecer a los capitalistas y confundir y desorientar al movimiento de los trabajadores y campesinos. Para ganar el revocatorio, y sobre todo para asegurar los intereses de la clase trabajadora, es necesario arrancar las palancas de poder económico y político que siguen en manos de la burguesía y el imperialismo. Hay que expropiar la tierra y nacionalizar los bancos y las grandes industrias bajo el control democrático de los trabajadores.
¡Organizar la solidaridad con la
revolución boliviana!
¡Ratificar al presidente Evo Morales, revocar a los prefectos!
¡Movilizar a trabajadores y campesinos en las calles para defender el
revocatorio y aplicar la agenda de Octubre!
¡Nacionalizar la banca, las grandes empresas, las multinacionales y los
latifundios!
¡Todo el poder a los trabajadores y campesinos!