El miércoles 16 de mayo, el teórico marxista británico Alan Woods, dirigente de la Corriente Marxista Internacional, sostuvo dos reuniones con compañeros de la Tendencia Marxista Militante (México), miembros de la internacional antes mencionada.
La primera charla se desarrolló a las 12 del día en la facultad de Económica de la Universidad Nacional Autónoma de México a la cual asistieron 24 compañeros, todos ellos miembros del periódico obrero Militante. El tema fue "Marxismo y ciencia moderna", basado en el fabuloso libro de Federico Engels "Anti-Dhüring" y en el libro de Alan Woods y Ted Grant, "Razón y Revolución", el cual ha causado gran impacto en el mundo entero.
El discurso de Alan Woods fue brillante. En una intervención de más de una hora, expuso ante los asistentes la necesidad de una filosofía que permita entender la dinámica de la naturaleza, lo social y la mente humana. Puntualizó que la única que puede explicar eso es la dialéctica, la cual resumió como las leyes generales del movimiento.
Alan puso ejemplos de paleontología, física, química y revoluciones para respaldar la argumentación acerca de la validez de la dialéctica hoy.
Después de la magnifica introducción se abrió una ronda de discusión en la cual los compañeros que asistieron pudieron participar con preguntas e intervenciones acerca del papel del tiempo, la energía, la teoría de catástrofes, más ejemplos de aplicación de la dialéctica en las revoluciones, etc. Fueron bastante enriquecedoras.
Por supuesto, no faltaron las intervenciones que aplicaban la dialéctica al proceso revolucionario que se ha abierto en nuestro país, en particular, como todas las tensiones que se han ido acumulando a partir de los años pasados se han expresado de una forma brutal en la lucha contra el fraude, como millones de trabajadores comunes y corrientes salieron a las calles a luchar y, en el punto más avanzado, como en Oaxaca se lograron construir órganos de doble poder.
La respuesta del camarada Alan fue realmente inspiradora. Puntualizó que el tiempo y la energía están totalmente ligados a la materia y que no se pueden explicar sin ella, habló de la necesidad del factor subjetivo y la posibilidad del socialismo a nivel internacional. Todos los asistentes quedaron realmente convencidos de la necesidad de la lucha por la transformación radical de la sociedad y también lo importante que es el partido revolucionario en la lucha de los trabajadores.
Por la tarde, el compañero Alan visitó el local más grande y con más historia del movimiento estudiantil en el Distrito Federal, el Comité de Lucha de Zacatenco, con sus más de 38 años de historia en la lucha.
Cuando llegamos al lugar una concurrida masa de estudiantes y trabajadores esperaban impacientemente la charla del compañero, la mayoría de ellos miembros del periódico obrero Militante. El tema era la Revolución Francesa de 1789-94, acontecimiento histórico por demás importante y con trascendencia mundiales que dio pie a un nuevo sistema de producción, el capitalismo.
Con más de 100 asistentes, la sala estaba abarrotada, compañeros sentados en el suelo escuchando las palabras del dirigente de la Corriente Marxista Internacional, incluso hubo compañeros que estaban fuera de la sala queriendo escuchar la plática.
La intervención fue realmente interesante, al escuchar la dinámica de la revolución, sus pasos atrás y adelante, la trascendencia de la revolución, el periodo thermidoriano, etc. Fue una verdadera escuela de formación para los compañeros jóvenes de la Tendencia Marxista Militante y una gran aportación para los cuadros experimentados que escucharon atentamente.
Alan explicó también la hipocresía de la burguesía cuando habla del terror revolucionario. Se ponen a llorar con lágrimas de cocodrilo, cuando en más de una ocasión estos "demócratas" han demostrado lo que están dispuestos a hacer para defender sus privilegios. Ejemplos claros de esto son las bombas atómicas que lanzó EEUU contra el pueblo japonés al final de la Segunda Guerra Mundial o, más recientemente, la masacre que trajo consigo la dictadura chilena, etc. Comentó que para ellos esto no es violencia, simplemente una forma de mantener sus intereses (la propiedad privada de los medios de producción) y que no tendrían ningún problema en volverlo a hacer hoy en Venezuela si la contrarrevolución venciera.
Las intervenciones de los compañeros fueron muy importantes para el debate. Se explicó la necesidad de aprender de la historia como lo hizo Marx y lo plasmó en sus libros, también se habló de los paralelismos que existen en el proceso de descenso de la revolución francesa y el proceso de degeneración burocrática que se desarrolló en la Unión Soviética después de la muerte de Lenin, etc.
Una vez más, no faltó el remitir la discusión a la situación actual de México. Compañeros plantearon la necesidad de la dirección revolucionaria en este periodo de lucha y la obligación que tenemos todos los revolucionarios de hacer crecer nuestra organización y nuestra internacional.
La conclusión del compañero Woods fue vibrante. Mostrando toda su experiencia en el terreno de la lucha de clases, dijo que las experiencias de la revolución francesa nos deben servir de inspiración. Mencionó que en aquellos momentos ya existía, aunque en forma muy incipiente, una necesidad de los humildes por ir más allá en la lucha revolucionaria. En aquel momento no había condiciones para el socialismo, sin embargo, comentó que ahora mismo no hay ninguna otra salida para América Latina más que la lucha de los trabajadores por la conquista del poder. Animó a que nuestro esfuerzo fuese incansable hasta conseguir esta victoria en nuestro país y en todo el continente.
La reunión terminó entre aplausos y una moral tremenda de los marxistas mexicanos que se comprometieron a luchar sin cuartel por el socialismo.