Haddad, alcalde de Sao Paulo, se vio obligado a dar marcha atrás, junto con Alckmin, gobernador del Estado de Sao Paulo, y Eduardo Paz, alcalde de Río de Janeiro. Y en el resto de las ciudades más grandes del país, también ocurrirá. Campinas y Niterói ya anunciaron la revocación del reajuste. ¡Pocos alcaldes resistirán!
Y el movimiento? Los líderes dicen que continúa. Sí, pero ¿a dónde? ¿Qué exigir ahora? ¿Qué queremos? ¿Menos circo y más educación? Estamos de acuerdo.
La Esquerda Marxista cree que el movimiento que salió a las calles es muy poderoso. Pero su poderío depende de su organización, de que los manifestantes tomen conciencia de sí mismos y se autoorganicen. Uno de los manifestantes escribió: "nosotros nos representamos". Más que correcto. Pero para que nos representemos a nosotros mismos es preciso que nos organicemos. Reuniones plenarias democráticas, con la participación de todos los movimientos, organizaciones sociales, sindicatos, DCE, sindicatos estudiantiles, partidos y movimientos políticos, deben ser organizadas en todas las ciudades, para que los manifestantes, por sí mismos, decidan el rumbo del movimiento.
Los grandes sindicatos tienen que meterse en la pelea y poner sus medios a disposición de los manifestantes, comenzando por vehículos con sonido lo suficientemente potente para que todos en las plazas y las manifestaciones puedan oír. Asambleas con todos los manifestantes, donde los resultados de las reuniones plenarias sean puestos a votación, también son necesarias y necesitamos estos vehículos con sonido para esto.
Además de lo anterior, es necesario democracia. Y democracia es el derecho a la divergencia. Si no te gustan los partidos, es tu derecho. Pero todos los que están organizados en un partido o sindicato tiene tanto derecho como cualquier otro no organizado. Y tienen derecho a llevar su bandera, su pancarta y su cartel. Impedir esto es falta de democracia. Y atención. Es necesario impedir la confusión, la agresión entre participantes por divergencias. Y también evitar infiltrados y provocadores que asaltan tiendas y edificios públicos. Esta es nuestra tarea, de nosotros los manifestantes y no de la policía.
Nosotros, de la Esquerda Marxista, presentamos desde ya lo que creemos que deben ser las tareas para el próximo período. Y queremos someterlas a discusión en las sesiones plenarias y asambleas que todos nosotros organizaremos:
¡Abajo la represión! Libertad a los prisioneros, fin a todos los procesamientos contra los manifestantes!
¡Nacionalización ya de los transportes, rumbo a la tarifa cero!
¡Fin del pago de la deuda externa e interna!
¡Más fondos para la salud y la educación!
¡Que los 26 mil millones de reales para el Campeonato Mundial de Fútbol sean destinados a salud y educación!
¡Luchar con firmeza hacia el socialismo!