Alrededor de 200 personas asistieron a la conferencia pública con Alan Woods en la universidad más importante de Brasil para discutir la revolución de los pueblos árabes y la crisis capitalista mundial.
A las 18:00 horas del 6 de abril, prácticamente todos los asientos ya estaban ocupados en el auditorio de la Casa de la Cultura Japonesa, cerca del edificio de la Facultad de Geografía e Historia, Ciudad Universitaria - USP (Universidade de São Paulo). Pero la actividad estaba programada para las 18.30 de la tarde y para esa hora decenas de personas se habían sentado en el suelo y los pasillos en espera del comienzo del discurso de Alan Woods. Por desgracia, el camarada Alan, que venía en un vuelo desde Recife después del acto realizado en la Universidad Federal de Pernambuco el día anterior, se quedó atascado en el tráfico caótico de São Paulo y la actividad comenzó con más de una hora de retraso. Alan Woods fue una víctima más del tráfico en São Paulo.
Sin embargo, la inmensa mayoría de los que presentes continuaron esperando a que Alan llegara (algunos esperaron más de una hora y media) y asistieron a un vigoroso discurso sobre la situación política internacional.
El público estaba compuesto principalmente de jóvenes, estudiantes universitarios y postgraduados en diversos cursos de la USP (historia, geografía, literatura, filosofía, ciencias sociales, sociología, matemáticas, artes, arquitectura, etc.), así como de profesores, sindicalistas y activistas de diversos partidos políticos y organizaciones.
El acto fue abierto por Ludmila Facella, estudiante de la USP y activista de Esquerda Marxista. En el estrado había también un miembro de la dirección de Sintusp (Sindicato de Trabajadores de la USP), que dio una cálida bienvenida a Alan Woods. La Adusp (Asociación de Maestros de la USP) envió un saludo y se disculpó por no poder asistir por tener una reunión extraordinaria de la dirección al mismo tiempo.
De manera humorística, Alan comenzó su discurso ironizando sobre que estábamos en un funeral: el funeral del socialismo, el comunismo, el marxismo, e incluso la historia. Citando al Sr. Francis Fukuyama, pidió a los estudiantes de historia que levantasen sus manos y les dijo que podían abandonar la universidad, ¡porque la historia había terminado!
"¡No puedo entender por qué critican y atacan tanto a algo que ya está muerto!" dijo, provocando la risa de los asistentes.
También criticó a aquellos profesores universitarios que dice que el nivel de conciencia de la clase obrera ha disminuido mucho, que no es capaz de hacer una revolución o incluso aquellos que dicen que la clase obrera ya no existe: “Entonces, ¿quién genera la plusvalía de la sociedad? ¿Quién construyó los edificios? ¿Quién maneja las máquinas en las fábricas? ¿Quién cultiva el campo? ¡Es la clase obrera! ¡Estos sabios profesores dicen un montón de tonterías!" afirmó.
Alan habló durante 40 minutos explicando el proceso de la crisis capitalista mundial –que él describió como la mayor crisis en la historia del capitalismo–, su vinculación con la revolución árabe y su papel en el proceso general de la revolución mundial: "Esto no es un hecho aislado, sino una expresión de una crisis general del capitalismo mundial ", explicó. Describió el creciente movimiento en los países europeos en contra de la política de recortes, que son una forma de hacer pagar a los trabajadores por la crisis. "El sábado pasado vimos en Londres la mayor manifestación en la historia de la clase obrera británica. La prensa habla de 500.000 personas en las calles, pero había muchas más ", dijo.
Alan finalizó su intervención hablando del maravilloso movimiento de los trabajadores en Madison, Wisconsin, EE UU, que ocuparon el Capitolio estatal durante tres semanas y continúan la lucha, diciendo que lucharán como los trabajadores egipcios.
El discurso fue seguido por una sesión de preguntas y debate, durante el cual algunos sectarios descontentos intentaron, sin éxito, provocar al orador una vez más sobre el tema de Libia, tratando de vincular la posición de Chávez con la posición de la Corriente Marxista Internacional.
Desde el público, también habló el ingeniero y profesor jubilado Dr. Alessandro Contessa, alabando el análisis de Alan Woods y manifestando su acuerdo en varios puntos.
Otra intervención fue la del compañero Mageb El Gebaly, un profesor egipcio que vive en Brasil desde hace dos años, haciendo su doctorado en la USP. Es miembro del Frente 25 de enero y regresó a Egipto el 23 de enero de este año para participar activamente en el movimiento que derrocó a Mubarak.
Mageb también respondió a las provocaciones de los sectarios sobre Libia. Los sectarios habían declarado que la posición correcta para los marxistas debería ser la de declarar un frente único militar con Gadafi contra los imperialistas. Maged, quien dijo que estaba en contacto constante con compañeros en Benghazi, explicó que las mujeres libias estaban siendo violadas por los soldados de Gadafi y, por lo tanto, de ninguna manera podía apoyarse ni a Gadafi, ni a los imperialistas. Mageb también criticó la postura del PSTU y el PSOL en Brasil sobre la cuestión de Libia.
En su respuesta, Alan declaró que estaba en contra del régimen de Gadafi y que la insurgencia en Bengasi comenzó como una rebelión popular genuina, pero la situación era muy compleja, e incluía factores tribales y nacionales. Dijo que algunos elementos muy dudosos se han sumado al movimiento en Bengasi, incluyendo ex ministros de Gadafi y estos pidieron ayuda a los imperialistas, lo que cambió la situación.
"Me opongo a Gadafi, como yo estaba en contra de Saddam Hussein. Pero cuando los imperialistas intervinieron de una manera criminal para esclavizar a Irak, nosotros defendimos a Irak, independientemente del régimen en Bagdad. Chávez comete un error defendiendo a Gadafi, y nosotros ya lo hemos dicho. También dije en Venezuela que Chávez se equivoca al buscando alianzas con el régimen iraní, que es un régimen extremadamente reaccionario. Es comprensible que Chávez trate de romper el aislamiento que los imperialistas imponen a Venezuela buscando aliados, sobre todo en países productores de petróleo. ¡Pero defender tiranos como Gadafi es un error muy grave!", dijo.
Por último, el compañero Mageb El Gebaly invitó públicamente a Alan Woods a ir a Egipto. Una delegación de líderes del PCB (Partido Comunista de Brasil) regaló a Alan algunos libros. Alan Woods fue rodeado por muchos estudiantes que querían seguir hablando y hacerse fotos con él, y conseguir libros firmados por el autor, varios de los cuales se encuentran disponibles en portugués.
Al día siguiente Alan hizo sus últimas dos conferencias públicas en Brasil antes de regresar a Londres – una en la fábrica ocupada Flaskô y otra en un sindicato obrero en el centro de Sao Paulo.