En una tórrida noche con 33 grados y una humedad que se podía cortar con un cuchillo, tuvo lugar en la Universidad Federal de Pernambuco la actividad con más éxito hasta el momento de la gira de Alan Woods por Brasil. También fue el mitin más grande celebrado hasta la fecha por Esquerra Marxista en Penambuco.
Esta siempre ha sido la región más pobre y más oprimida de Brasil, con una larga historia de revueltas campesinas que se remonta al siglo XIX. En los últimos años ha experimentado un rápido proceso de industrialización, principalmente del metal, petróleo y química, con una clase obrera muy militante.
A las 19:30 del martes 5 de Abril, 300 personas se abarrotaron en el auditorio del Centro de Educación de la Universidad Federal de Pernambuco, en Recife, para oír el discurso del camarada Alan Woods. Ya a las 19:15 todos los asientos de la sala estaban ocupados y mucha gente estaba de pie o sentada en los pasillos.
El público estaba compuesto en su mayoría por jóvenes, estudiantes de la universidad, pero también había muchos trabajadores y sindicalistas: trabajadores petroleros, de la industria química, de la salud, profesores y otros.
Abrió la reunión Coromoto Godoy, la cónsul de Venezuela en Pernambuco, que dio una cálida bienvenida a Alan Woods como amigo de la revolución bolivariana y un aliado próximo del presidente Chávez. En la mesa también estaba el camarada Faustão Severino, de la dirección nacional de la CUT y miembro de Esquerda Marxista, la sección brasileña de la CMI.
Alan habló durante 40 minutos explicando el proceso de las revoluciones árabes y su papel en el proceso general de la revolución mundial: “Este no es un evento aislado, sino una expresión de la crisis mundial del capitalismo”, explicó. Al discurso le siguió una sesión animada de preguntas y debate, durante la cuál algunos sectarios descontentos intentaron, sin éxito, provocar al orador con el tema de Libia.
En su respuesta, Alan dijo que él se oponía al régimen de Gadafi y que la insurrección en Benghazi comenzó como una verdadera revuelta popular, pero que la cuestión se había complicado por una serie de factores, incluyendo contracorrientes nacionales y tribales. Dijo que algunos elementos muy sospechosos se habían unido al movimiento en Benghazi, incluyendo ex ministros de Gadafi que pidieron ayuda a los imperialistas, y esto cambió la situación.
“Me opongo a Gadafi, así como también me opuse a Saddam Hussein. Pero cuando los imperialistas intervinieron de forma agresiva y criminal para esclavizar a Iraq, nosotros defendimos a Iraq, independientemente del régimen de Bagdad. Si no consigues entender eso, lo siento mucho”, dijo Alan.
La enérgica defensa del marxismo hecha por Alan fue recibida con una respuesta entusiasta por parte del público, y más tarde muchos de los asistentes felicitaron tanto al orador como a los organizadores. Como es tradicional en estos eventos, el encuentro finalizó con Alan firmando ejemplares de sus libros, especialmente Razón y Revolución: Filosofía Marxista y Ciencia Moderna y Reformismo o Revolución - Marxismo y Socialismo del siglo XXI: una respuesta a Heinz Dietrich, que habían sido publicados en portugués por los camaradas de Esquerda Marxista.
El encuentro supuso un gran impulso a la moral de los marxistas de Pernambuco, que ya han construido una fuerte base en el movimiento obrero y ahora están reforzando su base en la juventud. Mucha gente manifestó interés en colaborar con Esquerda Marxista y con la CMI, como resultado de este evento extraordinario.