Nuestra posición en el ampliado de la COB que se lleva a cabo en estas horas en Cochabamba.
Está claro a todos que el conflicto en Colquiri traspasa los límites territoriales y se convierte en el punto de inflexión decisivo para reencaminar el proceso a una senda socialista, como planteado en el Congreso de Tarija. Evidencia los límites de la “economía plural” a la hora de acabar con el saqueo, la explotación salvaje y la generación de empleos dignos. Expresa físicamente las contradicciones de clase en el proceso.
Una victoria del pueblo y la clase trabajadora de Colquiri producirían una ruptura política del gobierno con las oligarquías cooperativistas que en este conflicto representan nada más que la trinchera avanzada de multinacionales, contrabandistas, comercializadores de mineral y de las corrientes procapitalista del MAS y el gobierno. En otras palabras una victoria en Colquiri permitiría avanzar en las reivindicaciones generales de la clase trabajadora y el pueblo, una derrota debilitaría su papel en el proceso. Por esto la nacionalización al 100% de Colquiri no es ni puede ser negociable.
La reivindicación de la nacionalización y el apoyo a los compañeros de Colquiri nunca han sido tan populares entre la opinión pública y el pueblo pobre en general. La oposición política y la derecha titubean y son orgánicamente incapaces de poder capitalizar políticamente este sentimiento popular que va en la dirección de una profundización socialista del proceso en la senda de la Agenda de Octubre. Solo podrían aprovecharlo si la COB no asume esta lucha como central y frente a un derrumbe de todas las fuerzas del conflicto. Existen, es decir, todas las condiciones objetivas para que esta lucha sea para vencer.
Sin embargo la respuesta de la clase obrera organizada, más allá de la resistencia de los asalariados de Colquiri, no está siendo todavía a la altura del choque. La última huelga ha sido acatada a medias y, en ausencia de un claro plan de movilización a escala nacional, ha servido a soltar vapor tras el cobarde atentado a la sede de la FSTMB y el asesinato del compañero Héctor. Es necesario concentrar todos los esfuerzos y la fuerza de la clase trabajadora en esta lucha.
El primer paso debe ser convocar a una huelga general con paralización de actividades, a partir de las principales palancas de la economía, minería e hidrocarburos. El peso de la clase trabajadora y su capacidad de dar dirección y lineamiento al pueblo debe advertirse con toda su fuerza y demostrar ser expresión de la voluntad popular contra privilegios sectoriales.
Las CODes y CORes deben convocar a ampliados abierto a todas las fuerzas vivas del campo popular, la militancia, la juventud etc., conformar Comités y Asambleas populares y concretar movilizaciones en todo el territorio nacional que den expresión al reclamo del pueblo por la nacionalización de Colquiri y de todos nuestros recursos, sin indemnización y bajo control obrero, contra despilfarro, burocracia y por la defensa de los intereses de las mayorías frente a cualquier cálculo y equilibrismo político, como Colquiri demuestra necesario.
¡VIVA LA LUCHA POR LA NACIONALIZACIÓN AL 100% COLQUIRI!
¡JUSTICIA PARA HÉCTOR!