8 de Septiembre de 2013, la fecha que marca la cita tan esperada por muchos militantes de base de Morena, particularmente por que señala la ruta hacia la defensa de industria petrolera y eléctrica nacional.
Mucho se esperó el plan de acción departe de AMLO, sin embargo, lo señalado el día de hoy está lejos de ser una estrategia que, a primera vista, pueda generar condiciones óptimas para tratar de frenar a la derecha. Por otra parte, la tan esperada “unidad” sigue siendo más protocolaria y por decreto que en acciones específicas, las dirigencia de Morena muestra una debilidad notable al alejarse de los movimientos y organizaciones sociales que son aliados estratégicos del Movimiento Regeneración Nacional, no así la base, que instintivamente siente una afinidad con los profesores, electricistas, y otras organizaciones sociales en lucha, que la impulsa a olvidarse de divisiones artificiales, sin embargo, el nivel de coordinación y organización entre la militancia le impide, hasta el momento, ser un contrapeso efectivo a decisiones que no parecen tener coherencia con la necesidad de lucha conjunta actual.
La masiva muestra de rabia
A pesar de que la cita se había pactado para las 10 a.m. (y pese al cambio de sede), miles de compañeras y compañeros comenzaron a llegar desde temprano, de todos los rincones del país. Mantas, consignas y deseos de expresar su descontento estaban en el ambiente. Contingentes que arribaron desde sitios tan alejados como Quintana Roo o Chihuahua no faltaron a la muestra de rabia contra el régimen convocada por Morena. La juventud estuvo también presente, a través de contingentes de universidades como la UNAM, IPN, UAM, UACM y otras escuelas, pero también de miles de jóvenes que aún no olvidan que la actual marioneta con copete nos fue impuesta el año pasado.
Antes del arribo de AMLO se podían observar pancartas con mensajes de descontento, satíricas y llamando a la lucha. La base sabe perfectamente que no son tiempos para las complacencias, sino que hay que mostrar al régimen que no le será nada sencillo pasarnos por encima. Una vez llegado AMLO al templete una serie de mensajes referentes a la historia de la expropiación petrolera y los recientes acontecimientos con los profesores fueron dados por diversos compañeros como Damián Alcazar, Claudia Sheinbaum y Martí Batres.
Posteriormente, AMLO tomó la palabra señalando correctamente que las privatizaciones, lejos de mejorar la vida de las clases populares, han generado mayor pobreza y marginación. Las menciones y comparaciones entre Peña Nieto, Salinas, Santa Anna, y otros nefastos personajes de la historia del país, así como las posibles consecuencias que tendremos que enfrentar de aprobarse las reformas, fueron recurrentes en el mensaje, las compañeras y compañeros respondían con consignas y muestras de enojo ante la mención de los despojos realizados al pueblo de México. Finalmente, el momento por todos esperados llegó, AMLO hizo mención del plan de acción para evitar la reforma energética. Primero, hizo hincapié en la necesidad de que la movilización sea masiva, ya que no existe otra forma de frenar al régimen, él mismo reconoció que en las cámaras de diputados y senadores resulta imposible dar una lucha seria, ya que están mayoritariamente vendidas al PRI. Por otra parte, reiteró nuevamente el carácter pacífico del movimiento y la necesidad de que se mantuviera así. Para finalizar, se convocó a la realización de asambleas informativas para el domingo 15 de septiembre en cada municipio y delegación del país, así como una marcha masiva del Ángel de la Independencia al Zócalo el día 22 de septiembre a las 10 a.m. La respuesta de la base fue inmediata, descontento generalizado ante el plan anunciado, particularmente se escuchaba al unísono la consigna de “Hoy”, haciendo referencia a tomar acciones inmediatas y no esperar plazos. AMLO solo se concretó a mencionar que “hay que tener paciencia”, cuando la rabia de la militancia se expresó masivamente.
Lo que faltó…
A lo largo del mensaje emitido por AMLO existieron también múltiples referencias a organizaciones como el SME, los profesores en lucha, los trabajadores mineros, pero en los hechos, el plan de acción solo comprende medidas que no abonan en la construcción de la tan mencionada (pero poco practicada) unidad. Es casi imposible que simplemente con asambleas informativas y una movilización sea posible frenar a la derecha. Por otra parte, el régimen ya demostró que puede actuar de forma rápidamente coordinada para realizar sus ataques, la Reforma Laboral y la Educativa son muestras de que una vez tomadas las decisiones, en realidad solo se requiere que los empleados del Congreso levanten su mano para legalizar los despojos al pueblo, ante estas prácticas no es posible plantear plazos de este tipo, es por eso que la militancia externó su descontento el día de hoy.
En segundo lugar, resulta increíble que ante la experiencia adquirida y con los ejemplos recientes, el plan de acción se haya limitado a una movilización. En 2008 el mismo AMLO encabezó la resistencia contra el intento anterior de privatización de la industria energética, se realizaron bloqueos y cercos a las cámaras de diputados y senadores, ahora, una movilización no es suficiente. Se podrá objetar que tal vez otro tipo de acciones están en el marco de un plan mayor que aún no ha sido dado a conocer, sin embargo, ante las características de actuación mencionadas de la derecha, resulta casi suicida el “guardar” los planes. Por otra parte, los tiempos en los que nos encontramos las medias tintas, lejos de funcionar como fermento, desaniman a la base que está deseosa de participar. Algo que resulta interesante, es que no se ha planteado hasta el momento, la idea de avanzar hacia la construcción de medidas que tengan un impacto en las bases (económicas) del régimen como un Paro Nacional, ello podría funcionar como imán para las organizaciones obreras y trabajadores no organizados, además de dar una muestra clara del poder de la clase trabajadora.
Finalmente, una muestra de deseos de construcción de unidad práctica se desarrolló con la movilización realizada por jóvenes al finalizar el evento hacia el campamento de los profesores en el Zócalo. El contingente comenzó a nutrirse de estudiantes, pero también de trabajadores y profesores que observaron con simpatía la iniciativa de la juventud. A pesar de complicaciones logísticas para arribar al campamento, finalmente se logró llegar con los maestros, que recibieron con consignas a los estudiantes, además de exponer su situación y llamar a la unidad en estos momentos que requieren la participación decida de todas y todos. El CLEP-CEDEP hizo un llamado a la movilización convocada por la CNTE para el miércoles 11 de Septiembre y a que los camaradas jóvenes del Politécnico para que se integren al Comité de Lucha, así como las acciones que decidan emprender tanto Morena como la CNTE. Es en la práctica, y no a través de mensajes en redes sociales o conferencias de prensa, como la unidad se construye. Si las y los dirigentes no están a la altura de las necesidades de la lucha, somos los militantes de base los responsables de dar un vuelco a nuestras organizaciones y orientarnos hacia la lucha decidida junto con nuestros hermanos de clase.
¡Por un Frente Único para detener las reformas y derribar a la burguesía!