Aprender del pasado mirando al futuro - Breve historia de las luchas del magisterio

Si convenimos que en nuestro país los albores del sindicalismo los encontramos en la Revolución Mexicana (la Casa del Obrero Mundial se fundó en 1912) tendríamos que reconocer que a más de cien años de la construcción de los primeros sindicatos, pese a los enormes esfuerzos y sacrificios de dirigentes destacados, organizaciones de clase y miles de activistas comprometidos con la lucha sindical revolucionaria, el capitalismo no ha permitido ningún avance significativo; ni en términos económicos, ni en términos de democracia sindical.

Introducción

othon160 Según un estudio del Center for Economic and Policy Research (CEPR) desde 1994, cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio, los salarios han subido tan sólo un 2.3%.1 La flexibilidad laboral se ha convertido en una pesadilla para millones de trabajadores que cada día miramos como los productos de la canasta básica rebasan nuestra posibilidad de compra. Una investigación del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM destaca que: "México tiene el nivel de salarios más bajos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, con 12,528 dólares anuales, debajo de países como Estonia y Eslovaquia, los cuales alcanzan 21,744 y 22,377 dólares, respectivamente..."

Las políticas laborales lógicamente se extienden al terreno sindical. Las últimas reformas son agresiones directas a los sindicatos. La reforma laboral y la educativa plantean la privatización de las relaciones laborales lo que pone a los sindicatos como simples espectadores de la explotación patronal. La reforma energética traza abiertamente el despido de miles de trabajadores sindicalizados. Lamentablemente todos estos ataques han contado con el contubernio directo de las direcciones charras, incluso llegando a aberraciones como el caso del ex líder petrolero y senador priísta Carlos Romero Deschamps quien votó a favor de todas las reformas en cuestión. Dinosaurios como éste y muchos otros enquistados en las direcciones de una gran cantidad de sindicatos, refleja los peores vicios de un sistema parasitario en plena decadencia. 

Es claro que las demandas más sensibles de los trabajadores siguen inconclusas. La lucha por mejoras económicas y democracia sindical hoy adquiere un carácter mucho más urgente, en medio de una crisis económica mundial que plantea poner todo su peso sobre los hombros de la clase trabajadora. La  respuesta de los trabajadores y sus organizaciones no alcanza a conquistar las demandas obreras con acciones a medias tintas, al menos eso es lo que nos indica la actitud del gobierno en el último periodo.

Así pues creemos que la mayor tragedia de los movimientos obreros en general no se encuentra en sus derrotas, sino en la incapacidad de extraer las conclusiones necesarias de cada experiencia. En ese sentido presentamos el siguiente artículo como un esfuerzo por plasmar brevemente la historia de las luchas combatientes del movimiento magisterial. Aprender del pasado ahora más que nunca es fundamental para las nuevas generaciones, de cara al torbellino que se nos avecina. Esperamos que en alguna medida el documento sirva para esos fines.

El movimiento magisterial bajo la dictadura

Nos remontamos al régimen de Porfirio Díaz para establecer los primeros pasos del movimiento magisterial. La lucha en el sur del país encuentra a los primeros núcleos de maestros que buscan agremiarse. La mayoría de aquellos primeros intentos de conformación sindical, dispersos y reducidos en número, fueron fácilmente reprimidos por la bota militar. 

Dadas las enormes dificultades durante el régimen de Díaz, el magisterio no lograría una cohesión como gremio, en cambio proporcionaría algunos de los mejores combatientes en el proceso de la revolución contra la propia dictadura. 

Otilio Montaño Sánchez, profesor rural en el Estado de Morelos, jugaría un papel de primer orden en la lucha campesina. Docente desde temprana edad, sus dotes intelectuales lo destacarían como general y estratega del ejército de Emiliano Zapata. 

Una de las aportaciones más importantes de Otilio Montaño a la causa campesina ocurre cuando Zapata espera una profunda reforma agraria con la caída de Díaz y ésta no llega. Sus ilusiones pronto se desvanecen y Madero le declara la guerra. En respuesta, el 25 de noviembre de 1911, Zapata promulga el plan de Ayala. En dicho plan se acusa al gobierno de traicionar la causa campesina y se hace un llamado a la sublevación armada para distribuir la tierra. Aunque el plan fue firmado por Emiliano Zapata y Otilio Montaño, fue éste último quien redactó el plan en su totalidad. Unos meses antes también había acuñado la famosa frase "abajo las haciendas y vivan los pueblos”.

Retirado de la vida militar el profesor rural sería fusilado en 1917 acusado de promover una revuelta pro carrancista. En realidad todo indica que su fusilamiento fue producto de una conspiración de un puñado de generales cercanos a Zapata.

En el norte emergería otro importante personaje surgido de las filas del magisterio, un anarquista que consagraría toda su vida a la lucha revolucionaria, hablamos aquí del compañero de armas de los hermanos Magón: Librado Rivera.  

Profesor en tierras Potosinas, Librado Rivera había llevado a cabo una batalla contra los ideólogos del régimen de Díaz. Ante la filosofía del “orden y progreso” de los positivistas mexicanos, opuso sus ideales libertarios. En el terreno de la lucha magisterial también jugó un papel importante organizando a los profesores de la región bajo la bandera del anarcosindicalismo. 

Participó activamente en la formación del Partido Liberal Mexicano (PLM). En el primer congreso del PLM conoce a Ricardo Flores Magón con quien se identificaría ideológicamente. Esta afinidad duraría el resto de sus vidas. Junto con los Magón editó Regeneración y El Hijo del Ahuizote, posteriormente encabezarían al pequeño grupo radical del PLM, que irían de un programa reformista a uno basado en la lucha contra el clero, el capital y la aniquilación de la propiedad privada. 

En 1918 Librado y Ricardo F. Magón son arrestados en Estados Unidos, enjuiciados por complot y trasladados a la Isla McNeil. Al siguiente año Ricardo es transferido a la penitenciaría de Leavenworth en Kansas, nueve meses después también transferirían a Librado, quien desde entonces sería testigo del deterioro de salud de su entrañable camarada y finalmente de su muerte. Aunque oficialmente las autoridades dijeron que Ricardo Flores Magón había muerto de un ataque al corazón, Librado Rivera sostuvo que había sido asesinado.

En 1923 Librado Rivera sale de prisión y se traslada a San Luis Potosí donde rechaza un curul en el congreso local y un puesto para dar cátedra. Se dirige entonces a Ciudad Madero donde comienza la agitación entre los petroleros. En 1927 es apresado por el régimen de Plutarco Elías Calles y acusado de insultar al presidente, hacer apología pública del anarquismo e incitar al pueblo a la anarquía.

Desde la celda Rivera escribiría: “…Es que vuelvo a la carga contra una dictadura más feroz. Las verdades que lanzaba desde la cátedra contra la dictadura de entonces, hoy las lanzo desde el presidio contra la dictadura de hoy, y las seguiré lanzando mientras no me acorten el resuello de sus calabozos regeneradores… Sus instrumentos de tormento se han estrellado ante la roca de mi inquebrantable voluntad en donde descansan mis más puras y sanas convicciones de emancipación a favor de todos los oprimidos y explotados de la Tierra.”3 

Librado Rivera se consideraba un libertario, fiel simpatizante de los principios ácratas y era un lector asiduo de Kropotkin, Malatesta y otros anarquistas, fue un revolucionario en toda la extensión de la palabra. A pesar de sus ideales ácratas su lucha siempre la encauzó a crear y organizar a los obreros. Los frutos de su lucha, como el de muchos otros héroes de la clase trabajadora, son invaluables, pero sus ideales sobre la transformación radical de la sociedad siguen inconclusos. Su legado es una fuente de inspiración en la lucha por la emancipación de los trabajadores. 

Las primeras centrales sindicales

Personajes como Otilio Montaño y Librado Rivera eran el botón de muestra de la extracción de clase de cientos de maestros del campo y la ciudad. Eran la ejemplo de un gremio que había nacido luchando. Sin embargo la oposición a Díaz había tomado al movimiento obrero reducido, desorganizado y sin un partido de vanguardia, esto le había impedido jugar un papel como clase. Sólo al calor de la lucha revolucionaria el movimiento obrero fue adquiriendo una expresión más organizada. 

En 1912 se crea la Casa del Obrero Mundial (COM) por iniciativa de un grupo de anarquistas mexicanos y extranjeros. En sus orígenes se consolidó como la central sindical más importante. Bajo el activismo incansable de sus militantes logró organizar, bajo la forma de sindicatos, a organizaciones mutualistas y de otro tipo. Por la afinidad de su dirección con el anarquismo, la COM consideraba al Estado como un mecanismo de opresión y pugnaba por la huelga general como el método genuino de los trabajadores. Así los esfuerzos por agrupar al sector magisterial iban rindiendo frutos; los primeros agrupamientos independientes se habían concretado bajo la bandera del anarcosindicalismo, la acción y la huelga.

Sin embargo la COM pronto sería presa de sus propias contradicciones. Pretendiendo seguir los principios anarquistas había decidido mantenerse al margen de la lucha política entre las diferentes fracciones y caudillos durante el proceso revolucionario (aun cuando hubo guiños entre la central y el movimiento zapatista), orientándose exclusivamente a la agitación y la organización sindical. En medio de un huracán pronto la fuerza de los acontecimientos quebró su “virginidad política”. En 1915 los líderes de la COM pactan con Venustiano Carranza quien les había prometido toda una serie de concesiones y a quien erróneamente habían considerado como la alternativa más viable para la clase obrera. La COB interviene en la guerra civil con la conformación de los batallones rojos, grupos de obreros armados puestos al servicio del ejército constitucionalista contra las fuerzas de Villa y Zapata. Ese año representó el más violento de la guerra. Los ejércitos campesinos eran derrotados en una batalla tras otra. 

Aunque las fuerzas constitucionales iban ganando terreno consolidando su poder, la carestía de la vida animó la lucha sindical en las ciudades, particularmente en la Capital. En enerode 1915 el SME declara la huelga simultánea en la Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana, en la Mexican Light and Power Company y en la Ericsson; en abril estallan en huelga los obreros de la refinería El Águila en Minatitlán y Tampico. Para el verano la oleada huelguística alcanza a los maestros, choferes y panaderos de la capital, luego a los sindicalistas textileros, carpinteros, barberos y fabricantes de botones. 

Mientras en el frente los batallones de la COM luchaban en el bando constitucionalista, sus bases en la ciudad extendían el proceso huelguístico hasta el año 1916. A finales de julio la Central encabeza la primer gran huelga urbana en el Distrito Federal con el SME (quien estaba afiliado a la COM) como principal actor. En agosto más de 80 mil trabajadores marchan por las calles de la ciudad y la huelga le permite, al aún joven movimiento del magisterio, experimentar su primera lucha como gremio organizado. 

Las dimensiones de la lucha hace añicos el pacto COM-Carranza. Éste último reacciona enviando al ejército a los locales de la Casa del Obrero Mundial y detiene a decenas de sus dirigentes ilegalizando la Central. A su llegada a la ciudad, los milicianos obreros eran desarmados y reprimidos. Los dirigentes de la COM comprendieron demasiado tarde que las promesas de Carranza habían significado una enorme traición de la que la Central ya no se recuperaría. La COM es disuelta a finales de agosto de ese mismo año. 

A pesar de los enormes errores de su dirección, la COM había plantado la semilla. Su experiencia había demostrado que el movimiento sindical había roto el cascarón comenzando a jugar un papel cada vez más extenso y organizado.

Acompañando la represión contra la Casa del Obrero Mundial, el Estado promueve la creación, en 1918, de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM). Los primeros núcleos de la CROM aparecen en los puertos de Tampico y Veracruz como contrapeso a la influencia que los sectores de izquierda comenzaban a tener. 

Pese a su carácter corporativo, la fundación de la CROM cuenta con la participan de las fuerzas anarquistas y socialistas, muchas de las cuales se habían dispersado con la disolución de la COM. Pronto el implacable control oficial sobre la CROM ejercido por los charros encabezados por Luis N. Morones, provoca que el ala de izquierda abandone la idea de influir en el curso oficial de la nueva central y salen de ella para conformar la Confederación General de los Trabajadores (CGT), acción que terminaría facilitando la integración de la CROM con el Estado.

Sobre la experiencia de la CGT se podría escribir bastante, sin embargo nos conformaremos aquí con decir que definitivamente fue un intento genuino por organizar a los trabajadores bajo líneas clasistas. Su programa era de combate y claramente representaba una oposición a las políticas charriles de la CROM. Aunque la experiencia de la CGT duró pocos años antes de que desapareciera como una lamentable central reformista, con su fundación se inaugura una lucha permanente entre los sectores independientes y el Estado por ejercer el control del movimiento sindical. 

Para 1919 los maestros enfrentan su segunda lucha importante, esta vez siendo los protagonistas. En mayo este sector emplaza a huelga en el Distrito Federal por reivindicaciones económicas. El paro de labores estalla y sectores industriales como los tranviarios, los trabajadores de la Mexican Tramways Company, los obreros textiles y los estudiantes apoyan activamente la huelga. Aunque al final la dura represión propina una derrota, el movimiento se iba templando al calor de las batallas. Desde la segunda década del siglo XX comienzan a surgir intentos cada vez más importantes por organizar al magisterio a nivel nacional. En algunos estados incluso confluyen en la CROM, aunque ésta no fue capaz de crear un sindicato de maestros con representatividad nacional.  

Una nueva fase del movimiento

“En 1910 la pequeña burguesía urbana y local y los primeros estratos de la burguesía nativa, bajo el amparo del imperialismo yanqui vitalmente interesado en la caída de la aristocracia porfirista, protectora de la penetración inglesa, llevaron adelante la revolución democrático-burguesa. Tanto ellas como el imperialismo necesitaban y necesitan convertir una parte de los millones de campesinos semi esclavos de la gleba en jornaleros, en asalariados, que al mismo tiempo que sean productores de plusvalía hagan posible la existencia de un mercado interior y mano de obra barata con su consecuente desarrollo de la industria…”4 

En los albores del siglo XX el movimiento sindical había luchado por su cohesión e independencia con una fuerte influencia de las ideas anarquistas. En 1917 la revolución rusa había atrapado la mente de millones de personas. La instauración de un Estado gobernado por los trabajadores había sentado las bases para la creación de movimientos comunistas en todo el mundo. En nuestro país comienza un proceso de industrialización más o menos sostenida y un consecuente crecimiento de las ciudades que nutre las filas de los obreros y sus organizaciones. 

El Partido Comunista Mexicano se funda en 1919 y pese a su poca claridad ideológica se convirtió en un fuerte polo de atracción para muchos de los mejores luchadores de la clase obrera. 

En el terreno educativo, desde Calles ya se experimenta un crecimiento en infraestructura tanto en las ciudades como en el campo. El punto culminante de este proceso se alcanza en 1934 con Lázaro Cárdenas y su política de la llamada “educación socialista”, terminando por fortalecer y engrosar al magisterio, creando así las condiciones para un sindicalismo de masas.

Las contradicciones también se incrementaron. Cárdenas, que se apoya en la organización de los trabajadores para expropiar al imperialismo, pero que al mismo tiempo lo ata de pies y manos, termina por integrar a las organizaciones obreras y campesinas al proceso de institucionalización de la revolución. Cabe decir que el factor subjetivo jugó su papel. El contradictorio proceso revolucionario había puesto sobre la palestra de la historia igual a héroes que a personajes abominables. Vicente Lombardo Toledano representa la figura dentro del movimiento obrero de éste último tipo, con la creación de la CROM comienza toda una carrera como un respetable “marxista” al servicio del capital. En 1920 forma la Liga de Profesores del Distrito Federal hasta que en 1932 ocupa la secretaría general de la CROM. Ya bajo la tutela de la Central oficialista forma en 1926-27 la Federación Nacional de Maestros (FMN). Al final Toledano rompe con la CROM creando una corriente “disidente”, la llamada CROM depurada que luego sería parte de la formación de la CTM y que terminaría por fortalecer su perniciosa política sobre el movimiento magisterial.

Personajes como los Toledano jugarían el mismo papel que la putrefacta socialdemocracia del siglo XX en Europa. La fraseología radical sólo tenía como fin contener al movimiento en los márgenes de la democracia burguesa, estrechando los lazos entre el Estado y los sindicatos. La peculiaridad en los países subdesarrollados como el nuestro fue que el reformismo estuvo adosado a las organizaciones de los trabajadores desde su mismo nacimiento, no necesitó de un periodo más o menos largo de degeneración y descomposición como ocurrió con la socialdemocracia en el viejo mundo.

Los treintas: el PCM, la CTM y el STERM

Si los veintes habían representado una década de reacomodo entre las clases, para los años treinta el panorama político esencialmente había cambiado. Por un lado el movimiento sindical comienza a jugar un papel decisivo en la vida política del país; por otro lado tenemos el fenómeno cardenista y la creación del PRI con una carta de burócratas sindicales a su servicio (Toledano, Fidel Velázquez y los lobitos) y una influencia creciente del PCM (aunque finalmente terminaría pagando los costos de la política estalinista). En éste contexto el movimiento magisterial se reorganiza comenzando a demandar mejores condiciones de trabajo, salarios dignos y la necesidad de una organización sindical nacional.

Precisamente en la búsqueda de esta unidad nace en Guadalajara, en marzo de 1932, la Confederación Mexicana de Maestros (CMM). Del proceso de masificación generada por las políticas cardenistas y las luchas sectoriales cada vez más frecuentes se crea, en abril de 1935, el Frente Único Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (FUNTE) donde el Partido Comunista mantiene una posición de dirección. El FUNTE establece una plataforma de lucha que lo lleva a ser el intento más serio hasta entonces de crear un sindicato de maestros a nivel nacional. Para septiembre el FUNTE y el FNM lombardista lanzan la convocatoria para el Congreso de Unificación Magisterial.

En diciembre de 1935 el proceso de unidad cristaliza en la Confederación Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (por sus siglas CNTE, distinta evidentemente a la CNTE actual). Para 1936 la confederación contaba, según datos propios, con unos 20 mil miembros, una fuerza nada despreciable que supuso el fortalecimiento de los comunistas. La decisiva influencia del PCM en el movimiento magisterial se empata con la creciente influencia del partido en los sectores industriales, lo que le permitió pasar de una organización de propagandistas a una organización de masas.

El Partido Comunista ganaba terreno en el movimiento magisterial. Por un lado controlaba la CNTE y por el otro empujaba a la CMM a posiciones cada vez más de izquierda, hasta conseguir que en su quinto congreso triunfara la tendencia hacia la unidad con la CNTE. 

Como miembros de la ya creada CTM, el acercamiento entre la CNTE y la CMM alertó a los sectores oficialistas. Lombardo Toledano y Fidel Velázquez buscaba, por arriba, romper a toda costa la unidad que se estaba fraguando por abajo. Sin embargo pronto el propio Cárdenas hizo un llamado a las direcciones de la CNTE y la CMM para que convocasen a un congreso de unidad. Para prepararlo se integró una comisión de organización con la participación de ambas organizaciones. 

A pesar del boicot permanente ejercido por los charros, en febrero de 1937 surge la Federación Mexicana de Trabajadores de la Enseñanza (FMTE). En el congreso, que estuvo presidido por el general Francisco J. Mujica, la CNTE, la CMM y un par de organizaciones reformistas más declararon la disolución de sus respectivas siglas para dar paso a la nueva gran federación. Desde el congreso fundacional la FMTE pide su adhesión a la CTM, pero Toledano y Fidel Velázquez maniobran nuevamente para evitar su afiliación.

Bajo la dirección del Partido Comunista, la FMTE se reivindica desde el principio como una organización de combate; organiza huelgas, paros parciales y movilizaciones a lo largo y ancho del país lo que le permite ir afiliando a organizaciones sindicales más pequeñas o empujando a la izquierda a muchas otras. 

Entre 1935 y 1937 el PCM experimenta un crecimiento súbito, entre otras razones por su gran influencia en el movimiento magisterial. La entrada de la FMTE a la CTM hubiera significado un enorme peso en favor de los rojos, sin embargo Toledano y Fidel Velázquez retrasan una y otra vez su entrada. 

Para el cuarto consejo nacional de la CTM en abril de 1937, el comité nacional controlado por los lobitos y Toledano, desconocen algunos sindicatos comunistas, entre ellos la FMTE; las delegaciones bajo la influencia del PCM abandonan la central. Según los comunistas el número de miembros afiliados a los sindicatos controlados por ellos ascendía a 322,570 contra 296,345 de los amarillos. Aunque las cifras proporcionadas por Toledano evidentemente eran distintas, el enorme peso del Partido Comunista Mexicano dentro de la CTM era innegable.

Poco tiempo después el PCM pide la reintegración de sus sindicatos a la CTM. Lombardo Toledano se dirige entonces con Earl Browder, secretario general del Partido Comunista Norteamericano y miembro de la Komintern para negociar las condiciones del reingreso. A finales de junio tiene lugar el pleno del CC del PCM con la presencia de Browder, las órdenes de éste son tajantes: ¡unidad a toda costa! En el V consejo de la CTM los sindicatos comunistas son reintegrados pero sus militantes son excluidos de todos los órganos de dirección. Esto representa un golpe devastador para el PCM que comenzaría con un lamentable declive dentro de la CTM. En oposición, los lobitos y Fidel Velázquez se van fortaleciendo. 

El FMTE cae entonces bajo el control de Toledano quien comienza una unificación sobre bases burocráticas. En febrero de 1938 inaugura el congreso constituyente del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de la República Mexicana  (STERM), presidido por Fidel Velázquez quien para entonces ya controlaba a la CTM. Aunque el PCM aún tiene una posición decisiva en la base, su dirección, encabezada por Hernán Laborde, está supeditada enteramente a la política de Velázquez-Toledano.

Trotsky, quien por entonces pasaba en nuestro país sus últimos años de exilio, puso especial atención en el desarrollo del STERM. En un artículo escrito con motivo a su primer congreso ordinario escribe: “El próximo Congreso de febrero debe ser el fin de la hegemonía labordeana. Los maestros del D.F. y de los estados deben elegir en él una dirección revolucionaria de maestros de base que garantice que las medidas que se tomen en el Congreso serán realizadas y que será revisada toda la actuación traidora de la actual pandilla. Es posible realizar un amplio frente único con todos los maestros sobre la base de una plataforma concreta, que inevitablemente llevará al choque con los enemigos del magisterio revolucionario. Los maestros deben desde hoy apresurarse a discutir la posición que adoptarán sus delegados al Congreso y elegir maestros capaces de luchar en él hasta el fin.”

Desde aquel entonces Trotsky entendía el potencial de los maestros en un medio como el nuestro, donde el magisterio no había surgido como un sector privilegiado y  acomodado sino que se desarrolló al calor de la lucha revolucionaria. Además es un gremio que ya desde entonces se extendía por todo el país. Estos elementos combinados tienden un puente entre los trabajadores de la ciudad y el campo a partir de las reivindicaciones comunes. En aquel entonces incluso fue más allá: “una liquidación del dominio estaliniano en el STERM será, indudablemente, el golpe de muerte asestado al estalinismo mexicano ya que sus chambistas y arribistas dejarán de constituir la base de sustentación de ese organismo en otrora revolucionario y por hoy el mayor obstáculo en la lucha de las masas revolucionarias.”6

Caracterizando su flexibilidad en la táctica Trotsky recomienda a los simpatizantes de la Oposición Sindical Revolucionaria (OSR) intervenir en el congreso levantando un programa contra la burocracia y el autoritarismo de la dirección del STERM. La Oposición se presenta en el congreso pero las maniobras de los estalinistas y los burócratas de la CTM impiden un congreso democrático. A pesar de las simpatías que un sector de la base muestra por el programa de la Oposición, la política policial de los estalinistas contra la OSR provoca su aislamiento y la imposibilidad de que las bases voten por su programa. 

De haber tenido una unificación en términos democráticos el STERM podría haber tenido un desenlace importante. Sin embargo, viciado desde su origen,  pronto sufriría un par de escisiones, primero en un ala anticomunista, el Sindicato Nacional Autónomo de Trabajadores de la Educación (SNATE) y luego otra con el nombre de Frente Revolucionario de Maestros de México (FRMM), quien se alía a la Confederación Nacional Campesina en un hecho que reflejaba la composición rural de un sector de los docentes. 

El STERN terminaría en un aborto como sindicato nacional pero sería un pilar fundamental en el entramado burocrático del aparato estatal. La Secretaria de Educación Pública se apoyaría en su estructura en un acto de semi-fusión con ésta al punto en que era común encontrar casos en donde un funcionario de la SEP era al mismo tiempo miembro del STERM.

Los sindicatos en la época imperialista y la creación del SNTE

Como se puede ver, la creación de los grandes sindicatos en nuestro país tuvieron un desarrollo muy peculiar, distinto al modelo de desarrollo de los sindicatos en Europa donde éstos se crean a partir de condiciones de libre competencia y desarrollo económico.

Para el siglo XX la libre competencia cede el terreno a la gran concentración de capital, entramos a la época del imperialismo, y en los años veinte asistimos al primer gran colapso económico a escala mundial. En éste entorno surgen los primeros sindicatos en nuestro país, con una burguesía nacional naciente totalmente dependiente del imperialismo, primero del británico y luego del norteamericano, incapaz de jugar un papel independiente y progresista.

La condición retrograda de las burguesías nacionales en los países económicamente atrasados junto con las permanentes crisis económicas eliminan la posibilidad de la creación de sindicatos como organismos independientes y democráticos en la medida en que se presentan como organizaciones obreras de combate. 

Trotsky explicó que independientemente del matiz de los sindicatos, bajo estas condiciones existía una tendencia de aproximación entre los sindicatos y el Estado. En sus palabras, en primera instancia la base económica dependiente de los países subdesarrollados impedía la creación de sindicatos independientes. En segundo término el carácter imperialista del capitalismo crea “…una característica común en el desarrollo, o más correctamente en la degeneración, de la modernas organizaciones sindicales en todo el mundo; a saber, su relación estrecha y su crecimiento junto al poder estatal"7.  En nuestro país, donde el monopolio de sectores claves de la naciente industria caen en manos del Estado, la relación Estado-sindicatos alcanzó su máxima expresión.

La creación del SNTE obedece a una situación concreta, el análisis de ésta situación nuevamente nos la proporciona el propio Trotsky: “Los países coloniales y semicoloniales no están bajo la influencia del capitalismo nativo, sino del capitalismo extranjero. Este hecho, sin embargo, no debilita, sino por el contrario refuerza la necesidad de los lazos prácticos, diarios, directos, entre los magnates del capitalismo y los gobiernos que, en esencia, están supeditados a esos magnates, o sea, los gobiernos de los  países coloniales y semicoloniales. En la medida en que el capitalismo imperialista crea, tanto en las colonias como en las semicolonias, una capa de aristocracia y burocracia obrera, estas últimas requieren el apoyo de los gobiernos coloniales y semicoloniales en calidad de árbitros. Esto constituye la base social más importante del carácter bonapartista y semibonapartista de los gobiernos de las colonias y en general de los países atrasados. Esto asimismo constituye la base para la dependencia de los sindicatos reformistas al Estado.”8

En efecto, el origen del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación es corporativo. Este proceso de integración al Estado no está al margen de la integración del movimiento sindical nacional. Pero esta integración no se dio sin contradicciones, la unificación burocrática vino acompañada de importantes movimientos auténticamente democráticos que emergían desde la base, minoritarios en su inicio pero que gradualmente fueron cristalizando en corrientes de izquierda importantes. 

A mitad del siglo pasado ocurre una subversión generalizada de los trabajadores sindicalizados, quienes lejos de ver a sus sindicatos (y a la mayoría de sus representantes) como canales para expresar toda su inconformidad, en realidad representaban una enorme barrera para su acción. Así la demanda por la democracia sindical se convierte en una lucha que trasciende los límites puramente económicos y adquiere un carácter violento. 

En gran medida el Estado ha mantenido el control de los sindicatos gracias a una dura represión sobre los sectores más avanzados en contubernio con las direcciones blancas y reformistas. Sin embargo la lucha por la democracia se ha mantenido como una demanda esencial en la lucha sindical.

La división también ha sido una táctica comúnmente utilizada por la burguesía. Durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho el clero y la iniciativa privada patrocinan y auspician organizaciones sindicales magisteriales para tratar de minimizar el impacto de los sectores democráticos. Crean, por ejemplo, el Frente Revolucionario de Maestros (FRM) y después el Sindicato Mexicano de Maestros y Trabajadores de la Educación (SMMTE). Sin embargo estos intentos fueron insuficientes para desorganizar a un movimiento que se encontraba en una lucha por mejores condiciones de trabajo. 

Fue durante la segunda guerra mundial, bajo el eslogan de la unidad nacional, cuando el régimen consolidó definitivamente la corporativización del movimiento obrero y campesino. La CTM cae bajo el control de Fidel Velázquez y el gobierno crea la Confederación Nacional Campesina (CNC). En este periodo Ávila Camacho convoca a la creación de un sindicato de maestros único.

El 30 de Diciembre de 1943 se convoca en la ciudad de México, por iniciativa del presidente, al llamado Congreso de Unidad. De tal congreso surge finalmente el Sindicato Nacional De Trabajadores de la Educación (SNTE). En dicho congreso se eligió al profesor Luis Chávez Orozco como Secretario General pero es derrocado un año y medio después, comenzando lo que se conoce como la primera dictadura sindical encabezada por Jesús Robles Martínez quien otrora había sido dirigente de la FNET. 

La unificación por arriba propició luchas internas de todo tipo (lombardistas, comunistas, etc.), sin embargo estas luchas tenían un carácter burocrático. Mientras tanto en las bases se gestaba una batalla con raíces más hondas, la de los sectores democráticos contra el poder de las direcciones reformistas. 

Fue la fuerza del Estado la que unificó a nivel nacional el magisterio, ello provocó que naciera institucionalizado, sin embargo ya más arriba explicamos las razones objetivas que dieron paso ésta situación. Lo positivo fue que la fuerza magisterial se concentró finalmente en un solo punto, dirigido, sí, por fuerzas reformistas y burocráticas, pero llevando consigo el código genético de las mejores tradiciones de lucha presentes en los sindicatos creados anteriormente por los maestros, hecho que finalmente se expresaría en una lucha casi inmediata por la democratización del nuevo sindicato. El nacimiento del SNTE, pues, trae consigo una dicotomía presente hasta nuestros días: control burocrático desde arriba y lucha por su democratización por abajo.

En resumen el gobierno estableció un control de facto desde la dirección de los sindicatos integrándolos como instrumentos del propio mecanismo estatal, creando una aristocracia obrera alineada combinándolo con la más cruda represión. Sin embargo la creación de sindicatos unificados fue un arma de doble filo: creó las condiciones para un control más general de los trabajadores pero también creo condiciones propicias para la lucha a una escala mayor, nacional.

Con el crecimiento de los sindicatos, su burocratización y las precarias condiciones laborales, se desarrollaron rápidamente sólidas tendencias democráticas dentro de éstos, incluyendo el SNTE, las cuales buscaban canales que les permitieran dar expresión a sus reivindicaciones. 

El aparente control absoluto que los charros ejercían sobre los sindicatos fue roto por las masas en los años cincuenta, donde asistimos a un periodo de radicalización del movimiento obrero en su conjunto. Nuevamente el gremio magisterial no estuvo exento. En la segunda mitad de los cincuentas durante el régimen de Adolfo López Mateos presenciamos luchas heroicas por parte de los maestros, batallas que planteaban a cada momento la necesidad de la democracia sindical. 

Los cincuentas y el Movimiento Magisterial Revolucionario

El final del régimen cardenistas también había supuesto el comienzo de ataques hacia las conquistas de los trabajadores. Los retrocesos en términos económicos y la imposibilidad de utilizar a sus organizaciones sindicales como medios genuinos para frenar los ataques hicieron intolerable la situación. El gobierno de Ruiz Cortines había  comenzado a socavar los “ideales cardenistas” con los que mucha de la base magisterial simpatizaba. En 1956 las pesadas condiciones económicas, el congelamiento del poder adquisitivo y, en la conciencia colectiva de los trabajadores, un desprecio cada vez más grande hacia los charros provocó el primer gran movimiento magisterial con la respectiva sacudida a la estructura charril. La gota que derramó el vaso fue el raquítico incremento salarial que la burocracia sindical negoció con las autoridades federales. Los comités delegacionales rechazan dicho acuerdo y llaman a la movilización. Al frente de aquel movimiento comenzaba a sobresalir el profesor Othón Salazar, maestro proveniente del estado de Guerrero donde cursó en la Normal de Ayotzinapa; posteriormente haría estudios en la Escuela Nacional de Maestros y la Normal Superior.

Para mediados de ese año el grupo del profesor Othón Salazar llama a un mitin de protesta en la SEP donde el apoyo es masivo. La lucha se extiende como llamas en el pasto seco y así asistimos al primer gran movimiento magisterial, de hecho, el más importante visto hasta entonces.

El movimiento de 1956 marca el despertar de los maestros en su lucha por mejoras económicas y por democracia sindical, demostrando que ambas demandas no podían, ni pueden, ir separadas. La sección 9 del Distrito Federal juega un papel de primer orden en aquellas jornadas. La lucha termina catapultando a Othón Salazar quien para noviembre es elegido como secretario general de la novena.

Aunque para 1957 las cosas de desarrollaban en una aparente calma en realidad tenemos al Comité Ejecutivo Nacional arremetiendo contra el Comité Ejecutivo electo democráticamente de la sección 9, para estos fines utiliza todos los recursos a su alcance. Los charros hicieron uso de los medios legales, propagandísticos y, desde luego, de la compra de conciencias para intentar minar la autoridad del sector democrático. Sin embargo en la base se desarrolla una actividad de propaganda permanente que iba preparando el terreno para la futura lucha. Para mediados de año el movimiento magisterial encabezado por Othón Salazar se transforma en el Movimiento Magisterial Revolucionario (MMR). El MMR es la cristalización del fermento acumulado por años en las bases del magisterio.

Así llegaría 1958 con profundas corrientes moviéndose por debajo de la superficie aparentemente tranquila. En abril el MMR convoca a la lucha por las mismas demandas de 1956: mejoras económicas y democracia sindical. La respuesta de la base y los sectores populares es masiva. En la Ciudad de México se convoca a una marcha que da inicio a una verdadera insurgencia magisterial. El fuego se avivó cuando el Estado y los porros del sindicato reprimen la manifestación. En respuesta el MMR llama a la huelga y ésta se extiende a primarias y jardines de niños en el DF. Los charros arremeten nuevamente desplegando toda una campaña propagandística en contra del movimiento, pese a ello su descrédito general ante la amplia mayoría de trabajadores es evidente y van quedando aislados.

A finales de abril se convoca a una gran marcha rumbo a la SEP. El MMR argumenta que, mientras la SEP incrementó su presupuesto, de 1939 a 1958 en más de 17 veces, los maestros habían visto aumentar su sueldo sólo en cuatro veces y media.9 Al llegar a la SEP el maestro inaugura uno de los métodos de presión tradicionales del movimiento magisterial: los plantones. En el patio de la SEP Othón Salazar establece que el movimiento permanecería allí hasta que las demandas fueran resueltas. Más de mil maestros se plantan por alrededor de un mes y, ayer como ahora, los organismos empresariales exigían mano dura al gobierno para poner freno a los maestros.

En el ocaso del mes de mayo la Escuela Nacional de Maestros y la Escuela Normal Superior cierran sus puertas en apoyo a las demandas del movimiento, lo que terma por hacer ceder al gobierno de López Mateos. Los maestros arrebatan  una serie de concesiones importantes, entre ellas, un incremento salarial significativo. La experiencia demuestra que la lucha es el único camino en vías de mejorar significativamente nuestra condición como trabajadores.

El movimiento magisterial del 58 se enmarcaba en la rebelión generalizada de los ferrocarrileros, petroleros y otros sectores en condiciones similares. Los charros del magisterio habían sufrido una derrota pero no tardarían en reagruparse cobijados por todo el peso del Estado. El MMR y Othón Salazar seguirían estando al frente de las luchas. En 1960 participan en la toma de la Escuela Normal Superior, acción en la que el gobierno responde con la represión abierta encarcelando al propio Salazar. La presión del movimiento logra su liberación pero el maestro es cesado de sus funciones. Aunque en algún momento valoró la posibilidad de tomar las armas e integrarse al movimiento guerrillero, finalmente ingresaría al PCM, luego ocuparía algunos cargos públicos y terminaría afiliándose al PRD con el que nunca terminaría por identificarse. El maestro Othón Salazar muere el 4 de diciembre de 2008 en condiciones de humildad. Él y el MMR pusieron su sello en el desarrollo del movimiento democrático del magisterio. Su lucha representa otro ejemplo de abnegación y entrega por la causa que debemos seguir. 

Pero el charrismo estaba lejos de morir, logró reagruparse y los ataques del gobierno continuaban; las tareas del movimiento seguían inconclusas. Las contradicciones se expresarían más temprano que tarde y no tardarían en reaparecer nuevas figuras que, como el maestro Othón Salazar, emergerían de las filas del magisterio guerrerense y lo darían todo por el bien colectivo. Algunos de estos personajes trascenderían los límites de la lucha gremial y se convertirían en verdaderos ejemplos de la voluntad de la resistencia y la lucha contra los opresores. 

Genaro Vázquez y Lucio Cabañas 

Mientras exista opresión siempre habrá quien luche por sacudirse las cadenas. Las estrategias del gobierno que van desde la represión hasta la compra de líderes, si acaso retrasan la lucha pero nunca eliminaran las contradicciones presentes en la sociedad. Pese a todo y contra todo, la historia ha demostrado una y otra vez que los trabajadores de base tarde o temprano expresan su hartazgo. Al frente de estos movimientos se han destacado hombres valerosos, ejemplos del docente que no ve a la pedagogía como un proceso que exclusivamente se desarrolla dentro de las cuatro paredes de un salón de clase. 

Para el gobierno y los empresarios (y en realidad mucha gente que inconscientemente adopta los puntos de vista de sus opresores), el docente tendría que ser un agente que debería dedicarse exclusivamente a enseñar matemáticas, español o educación física; para ellos los asuntos públicos son monopolio exclusivo de los políticos. Sin embargo la realidad ha demostrado que el magisterio es un sector dinámico, crítico y combativo. Su extracción de clase y el entorno que le rodea, el contacto directo con las injusticias y la explotación, los hace susceptibles de desarrollar ideales en favor de los más desprotegidos. En muchas ocasiones, de manera instintiva se colocan como los dirigentes naturales de los desposeídos y explotados. 

El magisterio nacional (al menos en lo que se conoce como nivel básico) no emerge como clase media acomodada y dispersa, su sector mayoritario es parte de la inteligencia desarrollada en medio de la desigualdad y la opresión. En estas condiciones es natural que sean los maestros, ya sea de manera individual o como gremio, hombres destacados en la lucha histórica de nuestro país. Como Otilio Montaño o Librado Rivera, otro botón de muestra lo tenemos en personajes como Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, ambos provenientes del estado de Guerrero, ambos combatientes socialistas empujados a tomar las armas y a desarrollar una lucha de corte guerrillero. 

Genaro Vázquez nace en Guerrero en el seno de una familia campesina. Cursa sus estudios en la Normal Superior y luego en la UNAM. Radicado en el DF milita en el PPS donde forma parte del grupo ramirista que "representó formalmente el marxismo ortodoxo más estalinista dentro de este partido, mientras que en la práctica asumió posiciones de derecha del lombardismo."10

La rebelión sindical ocurrida a finales de 1958 imprime su sello en toda una generación de sindicalistas jóvenes. En apoyo a la lucha encabezada por Othón Salazar, Genaro Vázquez promueve en 1959, desde el DF, la Asociación Cívica Guerrerense (ACG) que se propone luchar contra el cacicazgo y los excesos del gobierno precisamente en el estado de Guerrero. La ACG surge como un frente heterogéneo, las posiciones de sus fundadores iban desde tácticas moderadas que contemplaban enviar cartas al presidente López Mateos denunciando a Raúl Caballero Aburto, gobernador y cacique del estado, hasta posiciones más militantes que planteaban apoyarse en el movimiento de masas para derrocar a Aburto, buscando movilizar a los campesinos, trabajadores y estudiantes. Así, la ACG se conforma como una amalgama de organizaciones de izquierda en conjunto con organismos reformistas e incluso bases del mismo PRI. 

Al calor de la lucha contra Aburto Caballero y bajo la batuta de Genaro Vázquez la ACG fue tomando posiciones cada vez más radicales, su lucha se basaba en métodos como la huelga y los paros pero sin abandonar los métodos legales y jurídicos. En 1960, abandonando su plaza como docente en el DF, Genaro Vázquez se traslada a Guerrero donde forma el llamado Comité Cívico Guerrerense (CCG) y comienza una fuerte actividad entre los campesinos.

Gradualmente la ACG es el frente que va aglutinando a diversas organizaciones estudiantiles y campesinas. Una parte importante de la ACG estaba conformada por maestros, lo que propicia una participación activa dentro del MMR de Othón Salazar. La Asociación se iba consolidando como un frente amplio en una lucha infranqueable contra el gobierno de Caballero Aburto. En ese año los acontecimientos se precipitan cuando se inaugura la Universidad de Guerrero y en su Ley Orgánica se establecen limitaciones sobre su autonomía, inmediatamente se conforman comités de estudiantes y profesores que se lanzan a la huelga exigiendo la autonomía completa de la Universidad. Para la segunda mitad del año la huelga es apoyada por sectores importantes de la clase trabajadora y otras universidades secundan la huelga, entre ellas la de Ayotzinapa.

Para octubre Genaro Vázquez es apresado, en respuesta se convoca a una manifestación en Chilpancingo donde asisten más de 10 mil personas de todos los lugares de Guerrero. Días después liberan a Genaro pero el movimiento se había puesto en marcha; a finales de mes la ACG hace su primera aparición pública realizando un platón afuera del palacio de gobierno, acción conocida como la "parada cívica".

La lucha contra Raúl Caballero Aburto y los caciques se iba extendiendo reflejando el enorme descontento de los trabajadores guerrerenses. Para noviembre la situación se hace intolerable y Aburto decide enviar al ejército a las calles, en respuesta los trabajadores realizan una huelga que se extiende por todo el estado y en donde participan masivamente los trabajadores de las ciudades más importantes de Guerrero. La ACG levanta un pliego petitorio que abarca a todos los sectores participantes con una demanda central: la destitución de Aburto y el castigo a los responsables de todos los crímenes en el estado. 

Como parte de la estrategia y reflejando la composición heterogénea de la ACG, sus líderes abrigan la esperanza de que el poder federal pueda resolver el conflicto. Deciden reunirse con López Mateos y el Congreso de la Unión, sin bajar la guardia dichas reuniones van acompañadas por acciones contundentes: a finales de noviembre marchan 20 mil personas por las principales calles de Chilpancingo. Para la ACG pronto queda claro que ni el presidente ni los diputados tienen intención de resolver el conflicto. 

A finales de año Aburto Caballero se juega su última carta y ordena que el ejército abra fuego contra la multitud en Chilpancingo y ordena la toma violenta de la Universidad.  En un movimiento cínico para contener la ira popular cuando la sangre ya había sido derramada, López Mateos ordena la destitución de Aburto Caballero lo que trae como consecuencia que toda su estructura colapse; los ayuntamientos afines a Aburto son tomados, por la vía de los hechos, por los núcleos de la ACG. Paralelamente la gente comienza a asaltar las cárceles y libera a los presos políticos. Para evitar que las que las situación se saliera completamente de control, el gobierno federal también ordena liberar a todos los presos políticos.

Aunque las estructuras corruptas y caciquiles se mantuvieron intactas, el nuevo gobierno encabezado por Arturo Martínez Adame inicialmente opta por una posición conciliadora hacia la ACG, que en su interior van profundizándose las divisiones entre sus diferentes tendencias. Durante 1961 caen prácticamente en el letargo. Aunque Genaro Vázquez buscaba la unidad, los grupos afines al priísmo toman cargos públicos comenzando una integración al PRI y un distanciamiento hacia las posturas más militantes de la ACG. El debate interno se expresa en una amarga polémica entre Genaro y el PCM a partir de una serie de descalificaciones y denuncias mutuas por venta de puestos públicos, etc.

El gobierno estatal aplica la política del "garrote y la zanahoria". Mientras va dándole solución a las demandas estudiantiles reprime a los sectores "cívicos" más consecuentes. La táctica aplicada por el PRI va orientada a arrebatarle base social a la ACG mientras desarrolla una guerra de baja intensidad. Como consecuencia la ACG se va depurando, los elementos más vacilantes se integran al PRI mientras el grupo de Genaro Vázquez se va asumiendo como una oposición clara al nuevo gobierno. 

En 1963 la ACG publica un manifiesto en donde se denota una política de clase más clara, argumentando que la revolución de 1910 no había resuelto los problemas del pueblo trabajador. La respuesta del gobierno es la represión y la ilegalización de la ACG. 

Es en este contexto cuando Lucio Cabañas abandona la ACG y sigue un camino paralelo: se integra a la FECSM y al poco tiempo lo eligen como su secretario general. Cuando termina sus estudios como normalista es enviado a Mezcaltepec donde organiza y encabeza una serie de luchas locales. El gobierno, en un intento por aislarlo, lo envía al norte.

"Lucio rápidamente se vincula con las comunidades de la región y participa en diversas luchas entre ellas la ocupación de una mina hierro a cielo abierto llamada Cerro del Mercado, el 29 de julio de 1966 son desalojados violentamente por parte de la policía, pero el daño estaba hecho, las masas organizadas mantienen un importante nivel de lucha y desde su posición de profesor dirige abiertamente diversos movimientos."11 

En 1967 es restituido y retoma su actividad política. El 18 de mayo del 67 convoca un mitin en Atoyac donde las fuerzas represivas del estado y los caciques locales disparan contra la multitud. Lucio logra escapar con el cobijo de las masas y es obligado a pasar a la semiclandestinidad. La táctica de Lucio pasa a ser una combinación entre un trabajo abierto en las comunidades y un trabajo de insurgencia. En principio su idea no fue la de construir una guerrilla en el sentido clásico. Pero poco a poco es empujado a la clandestinidad donde crea el Partido de los Pobres (PDLP) y las Brigadas Campesinas de Ajusticiamiento, que reflejaban la dualidad entre la ideología marxista de Lucio y las condiciones de ilegalidad del nuevo partido. El PDLP también marca un distanciamiento con respecto al PCM quien le recomienda abandonar el país, y que por lo demás termina desmarcándose del PDLP. 

Para Lucio Cabañas la clave estaba en explicar pacientemente y organizar a las bases en la lucha contra los caciques y el gobierno. El programa del PDLP reflejaba una posición socialista clara pero es un grupo pequeño y aislado en la sierra guerrerense. En 1969 las Brigadas comienzan una intensa actividad. El 30 de mayo de 1974 dan un gran golpe secuestrando a Rubén Figueroa, quien en ese momento era candidato a gobernador de Guerrero por el PRI. Poco a poco el Estado fortalece su actividad represiva y de contrainsurgencia hasta que en 1974 Lucio Cabañas es asesinado en Otatal, Guerrero, en un enfrentamiento desigual con el ejército.

Retomando a Genaro Vázquez, éste regresa a Guerrero y continúa la actividad de la ACG. Aunque permanece en la clandestinidad participa en la conformación de organizaciones legales. Para ese mismo año (1963) las conclusiones que desarrolla son aún más claras: cataloga al PRI como un partido antiobrero, al PAN como el partido de la oligarquía y al PPS como un partido de la pequeña burguesía. Del PCM dice: “con su dirección oportunista ni siquiera está dispuesto a luchar abiertamente en la calle por las reformas que dan sustento a su programa político.”12

En 1964 la ACG lanza un comunicado público que sentaría las bases de una política mucho más frontal. En el comunicado establece una lucha contra el capitalismo, en el terreno organizativo hace el llamado a conformar Comités de Lucha Clandestinos.

En 1966 es apresado y los cívicos sometidos a una fuerte represión, esto orilla a la ACG a profundizar sus posiciones radicales. Para enero de 1967 la ACG es autodefinida como un organismo revolucionario de los obreros y campesinos guerrerenses. Desde la cárcel Genaro Vázquez hace el llamado a sus colaboradores más cercanos a conformar el primer comando armado, llamado "Vicente Guerrero". 

El 22 de abril de 1968 el comando logra liberar a Genaro Vázquez cuando éste era trasladado fingiendo un dolor de muelas. La liga Espartaco de José Revueltas fue de las pocas organizaciones que celebraron y justificaron la liberación de Genaro Vázquez. Después de su liberación la ACG se transforma en la Asociación Civil Guerrerense Revolucionaria (ACGR), sellando así una organización claramente anticapitalista con un programa basado en la lucha por la instauración de un régimen basado en la coalición de los obreros, campesinos, estudiantes e intelectuales progresistas. La ACGR forma sus propios organismos de defensa, los Comités de Lucha Clandestinos, lo que le imprime una estructura militar.

Por su naturaleza la táctica guerrillera implica el uso de la violencia por parte de una minoría bajo la lógica de que esas acciones aisladas pueden funcionar como un catalizador para despertar la conciencia en las amplias capas de la sociedad. El marxismo por otro lado no niega el uso de la violencia, sin embargo ésta debe ser producto de la acción consiente y organizada de los trabajadores, sólo de esa manera la violencia adquiere un sentido constructivo ya que al mismo tiempo que se destruye la vieja sociedad se da un proceso de creación de algo nuevo y revolucionario con la participación y decisión de la mayoría de la sociedad. Con Genaro Vázquez ocurre que la organización bajo la forma de guerrilla va acompañada por un acercamiento ideológico al marxismo. Él no abrigaba la esperanza de convertirse en un foco al estilo de las proposiciones de la guerrilla cubana, por el contrario sus convicciones se basaban en un trabajo entre las masas y una participación activa de estas, pero la más implacable represión del régimen y su aislamiento del movimiento obrero o, al menos, con su partido de vanguardia terminó obligándolo a adoptar métodos de la guerrilla. 

Con respecto a las organizaciones de Lucio y Genaro nunca hubo un acercamiento formal, "cada organización siguió su propio desarrollo. Aunque jamás se vieron como enemigas tuvieron entre sí desconfianzas recíprocas. Para Lucio la guerrilla de Genaro al no presentarse militarmente y hostilizar a las fuerzas armadas, policiales o guardias blancas, no existía. Criticó públicamente las entrevistas otorgadas por Genaro a la revista ¿Por Qué? Lo llamó exhibicionista. Consideró que Genaro no iba más allá de una ideología nacionalista por lo que no se atrevería a realizar una revolución socialista, incluso sostuvo que era factible que con el tiempo se reintegrara a la lucha legal renegando del proceso revolucionario."13. A su vez "Genaro desconfió de Lucio porque aparecía como el ‘brazo armado del mal llamado Partido Comunista Mexicano’”14.  Pese a estos señalamientos en algunos momentos tanto Genaro como Lucio lograron coincidir en cuestiones concretas, sobre todo en su actividad dentro del MMR en la Normal de Atoyac donde ambos tenían bases de apoyo.

Para 1971 la represión se intensifica después de una serie de acciones por parte del ACGR. Finalmente Genaro Vázquez muere el 2 de febrero cuando sufre un accidente automovilístico en la carretera México-Morelia. Investigaciones posteriores aseguran que cuando arribaron los militares Genaro seguía con vida pero al reconocérsele le dieron el tiro de gracia. 

Lo que es cierto es que el camino seguido tanto por Lucio Cabañas como por Genaro Vázquez es un camino que continúa, es un camino aún inconcluso. Su lucha fue producto de las circunstancias y pese a todo se enmarcan dentro de los héroes del movimiento magisterial. Sus rostros están presentes en el logotipo de la CNTE pero el mejor homenaje que les podemos rendir es continuar la lucha contra el capitalismo rapaz que terminó con sus vidas, esta vez no con métodos guerrilleros. Las condiciones y la composición del magisterio ha cambiado, una serie de experiencias han demostrado que una lucha de masas a nivel nacional es posible, y de hecho los sucesivos acontecimientos así lo demostrarían.

Carlos Jongitud Barrios y el surgimiento de la CNTE

La llegada de Jongitud representó un golpe de mano dentro del sindicato. Con él comienza lo que se conoce como la segunda dictadura del SNTE y, como no podía ser de otra manera, su arribo se dio por medios violentos. Bajo ese tenor mantuvo la disidencia sindical, disidencia que por otro lado pronto rompería el hielo y una nueva oleada de manifestaciones masivas se expresaría de manera contundente. 

El desgaste del viejo grupo charril encabezado por Robles Martínez estaba llegando a su ocaso. Aunado a este desgaste en la base, el conflicto entre Carlos Olmos, a la sazón secretario del SNTE e incondicional de Robles Martínez, con Luis Echeverría hacían al viejo grupo de charros insostenibles. El 22 de septiembre de 1972 Carlos Jonguitud Barrios tomó el edificio del SNTE con un grupo armando al más puro estilo gansteril.  Después de la toma del edificio establecen como secretario de vigilancia y proclama a Eloy Benavides como secretario interino. Finamente en enero de 1974 Jonguitud se convierte en secretario general del SNTE. Desde luego toda la maniobra contó con la complacencia de Echeverría

Bajo la dictadura de Jongitud Barrios se le dan poderes extraordinarios al CEN del SNTE, ellos avalan los congresos y, respaldados en la figura del comité de vigilancia, se les da la facultad destituir a secretarios a discreción. Aunque la legislación laboral dificultaba la lucha, al final el SNTE jugaba la función de la patronal al punto de que estatutariamente una huelga debía ser aprobada por el CEN. Por esa razón surge la figura del paro, como un medio para soslayar los candados legales. Pero si los medios jurídicos no eran suficientes, el grupo de Barrios no dudaba en hacer uso de la represión y la violencia directa.  

Durante su periodo como secretario general Jongitud crea el grupo Vanguardia Revolucionaria del Magisterio, mejor conocido como Vanguardia Revolucionaria, grupo que se componía de porros, matones y personas fieles quienes desplazaron a los antiguos charros y ocuparon los cotos de poder dentro del sindicato. 

La afirmación del cacicazgo magisterial es la fusión completa entre el sindicato y el PRI. El violento control sobre los trabajadores pronto tendría sus consecuencias. Internamente se desarrollaban fuertes tensiones que iban tomando forma como nuevas tendencias democráticas. Para entonces del MMR sólo quedan reminiscencias organizativas, lo que sí quedaba era su enorme tradición. Sobre esta base una nueva generación de sindicalistas levantaría la bandera de lucha por mejoras económicas y la democracia sindical.

No pasaría mucho tiempo para que el movimiento despertara. En 1978 se desarrolla un paro en Oaxaca reivindicando cuestiones económicas y locales. Para mediados de 1979 nos encontramos con paros laborales en Chiapas; en el DF paro en vocacional 5; en el IPN paran los trabajadores administrativos y técnicos; en Guerrero, Sinaloa y Tabasco se desarrollan fuertes movimientos por demandas económicas. Era evidente que mientras toda la cúpula sindical y la burocracia de la SEP se despachaban con la cuchara grande, la erosión en las condiciones laborales comenzaba a modificar la conciencia de las amplias bases. Los estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero, donde las condiciones de pobreza se combinan con un cacicazgo a sangre y fuego, nuevamente fueron el epicentro del movimiento magisterial, esta vez, a diferencia de los años cincuenta, expresado en un movimiento de masas que no sé limitó a las regiones más pobres sino que trascendió a las grandes ciudades y que ganaba las simpatías de la sociedad en general. 

Con el empuje de un movimiento sindical en ascenso, pero sin un centro organizador, se plantea la necesidad de coordinar las acciones. Para el 17 y 18 de diciembre de 1979 se convoca en Chiapas al primer foro de trabajadores de la educación y organizaciones democráticas del SNTE, el foro tomaría forma como Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y Organizaciones Democráticas, más tarde conocida como la CNTE. En la fundación de la CNTE participan no sólo tendencias magisteriales sino todo un crisol de organizaciones de izquierda.

Con la creación de la CNTE la lucha se lleva a otro nivel, sí Vanguardia Revolucionaria representaba la reacción dentro del SNTE, la CNTE representa a los sectores más combativos. En 1980, año en el que se realiza el segundo encuentro de la CNTEyOD, comienza con una rebelión magisterial que se extiende a lo largo y ancho del país. En mayo 22 mil trabajadores de la sección 22 desfilan por las calles oaxaqueñas nuevamente por demandas locales. Varias secciones apoyan al movimiento y llaman a la movilización. "esas demandas se expresan masivamente el 9 de junio cuando la lucha magisterial irrumpe en la ciudad de México. Ese día, cien mil trabajadores de la educación apoyados por otros asalariados, protestan frente a la Secretaria de Educación Pública. Hay, para entonces, paros en Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Yucatán, Jalisco, Puebla, Campeche, Coahuila, Morelos, Tlaxcala, Guanajuato, Querétaro, Chihuahua y el Estado de México."15 Los trabajadores de Oaxaca entran a la ciudad y retoman la tradición del plantón. La rebelión se extiende hasta la sección 36 donde 12 mil maestros se expresan en una manifestación que demuestra el apoyo masivo a una huelga sostenida durante casi un mes; la fuerte corriente provocada por la movilización masiva de la base rompe con la estructura charra, donde ya figuraba Elba Esther Gordillo como un ariete de la represión y la violencia. Durante la lucha se convoca a una asamblea de masas en el estadio de CU eligiendo representantes democráticos que, si bien estaban fuera de la estructura formal del SNTE, su peso era tal que por la vía de los hechos fueron quienes sentaron a los funcionarios de la SEP y los obligaron a negociar. En septiembre se da una movilización magisterial y popular en Naucalpan, Tlalnepantla, Ecatepec, Nezahualcóyotl y Texcoco donde participan más de 100 mil maestros, obreros y padres de familia.

Para noviembre las movilizaciones continúan, Chiapas y Morelos se encuentran en lucha. Nuevamente con el apoyo amplio de las bases se crean los Comités Centrales de Lucha (CCL) como órganos representativos y de combate. En ese momento, cuando el movimiento magisterial alcanza su cúspide, surge el debate acalorado sobre la posibilidad de crear un nuevo sindicato. La respuesta es negarse a ésta posibilidad e intervenir desde adentro. La orientación es a adecuada, la creación de un nuevo sindicato hubiera supuesto la división artificial de los trabajadores del magisterio que por entonces representaban una fuerza de más de un millón de afiliados. El SNTE se destacaba desde entonces como el sindicato más grande de América Latina. La lucha sin abandonar la perspectiva de rescatar al SNTE rinde frutos en 1981 cuando se logra la primera elección de un secretario general democrático en la sección 7 de Chiapas. 

El triunfo en Chiapas demuestra que los dirigentes vanguardistas están siendo ampliamente rebasados. El grupo de Jongitud Barrios toma cartas en el asunto y, para evitar un desbordamiento mayor del movimiento, recrudece la represión. 

Se habla de más de 200 maestros asesinados durante el régimen de Jongitud, uno de los casos más representativos ocurre el 30 de enero cuando es asesinado el profesor Misael Núñez después de salir de una reunión en la primaria Tulpetlac, en el Estado de México. En medio de una serie de conquistas del movimiento democrático la violencia gansteril se hacía presente, sin embargo ésta no logra inhibir el movimiento que continúa organizándose y dando pasos al frente. Para 1983, en el XIII congreso nacional del sindicato, el movimiento democrático logra dos posiciones en los cargos centrales del CEN lo que representa el reconocimiento oficial de un movimiento genuino desde la base y que abre nuevas perspectivas, algunas intrincadas, para el movimiento organizado en la CNTE, el cual tendría que esperar hasta 1989 para encabezar una nueva oleada de grandes manifestaciones.

La lucha de 1989 y la Caída de Jongitud

Para finales de la década de los ochentas el SNTE ya es un sindicato con una configuración más o menos definida. Es el sindicato más grande de América Latina con una dirección totalmente subordinada al partido en el poder, aunque el peso del sindicato le permite a Jongitud Barrios un margen de acción considerable, ocupando cargos dentro de la estructura del PRI, luego impuesto como Senador en 1976 y director general del ISSSTE. En calidad de presidente vitalicio del SNTE gozaba de un poder que lo colocaba (a él y a toda la putrefacta burocracia parásita) a años luz de las necesidades y aspiraciones de la base. Las contradicciones acumuladas durante esa década encontrarían su expresión bajo la forma de un imponente movimiento encabezado por la CNTE que hizo volar más de una cabeza, entre ellas las del propio Jongitud.

Enero de 1989 comienza con un paro en el Valle de México. Nuevamente las condiciones económicas y la democracia sindical se presentan como las dos demandas del movimiento. Habían pasado 17 años desde la llegada de Jongitud Barrios y la concentración de odio hacia la retrograda burocracia sindical finalmente estaba encontrando canales de expresión. Por otra parte esos mismos 17 años habían significado una pérdida del poder adquisitivo para los maestros, que se mantenían con un salario de miseria equivalente a 1.3 salarios mínimos.16 

Esta vez el epicentro de lucha sería el propio centro del país, su capital política, y eso tendría un enorme impacto en el desarrollo ulterior de la lucha. Ante la negativa del gobierno por darle solución a las demandas, en febrero se convocan a dos días de paro. La participación de las secciones 9, 10 y 11 del DF es abrumadora, más del 95% de los maestros secundan el paro que es acompañado por la sección 36 y los maestros de Chiapas y Oaxaca. En el mismo Distrito Federal se realiza una marcha con más de 150 mil asistentes. Las escuelas en el DF se convierten en un hervidero, se realizan asambleas y se discute el plan de acción a seguir. El día 5 de marzo la CNTE realiza una asamblea nacional en donde hace un llamado a luchar por la tan anhelada democracia sindical y por el 100% de aumento salarial.

Vanguardia Revolucionaria y toda la estructura charril están en la lona. Un día después de la asamblea de la CNTE los directivos y supervisores justifican la lucha de los maestros y se unen a ella. En un comunicado establecen, entre otras cosas, "que los directores de escuelas secundarias no aceptamos convertirnos en represores de nuestros hermanos de clase, cuya lucha es nuestra lucha para tener una vida digna y decorosa, por lo que no levantaremos actas administrativas o de otra índole en contra de los maestros de las escuelas que dirigimos en donde suspendan o hayan suspendido labores."17 Tal situación representa una sublevación generalizada que nos da una idea de la profundidad del descontento en el magisterio a todos los niveles.

El 7 de marzo una nueva mega marcha en la capital alcanza la participación de una gran cantidad de secciones, padres de familia y directivos. El gobierno hace oídos sordos y amenaza con la represión. La respuesta del movimiento es convocar a un paro de labores indefinido y se establece como fecha fatídica el 17 de abril. Los preparativos de la huelga se viven efervescentemente en todo el Valle de México. El gobierno ofrece una solución que es ridícula en comparación a las exigencias planteadas por el movimiento.

El 17 de abril estalla la huelga y las escuelas en el DF amanecen con la bandera rojinegra. Las muestras de apoyo por parte de los padres de familia eran significativas. La propaganda y las asambleas con los padres los había ganado a la causa, pero el apoyo a los maestros por parte del pueblo era también una manifestación de rechazo indirecta hacia el gobierno de Carlos Salinas de Gortari quien había llegado al poder por medio de un escandaloso fraude electoral. A nivel nacional la participación del magisterio se daba a ritmos desiguales con Chiapas y Oaxaca teniendo una participación masiva en el paro. Conforme los días de paro pasaban, éste también se iba extendiendo. En este ambiente la guillotina ya se cierne sobre las cabezas de los charros de Vanguardia Revolucionaria.

El 23 de abril Jongitud Barrios renuncia a la presidencia vitalicia del SNTE y su subordinado en turno, J. Refugio Araujo del Ángel, es sustituido por Elba Esther Gordillo Morales. En realidad hoy se sabe perfectamente que aquello fue un gran teatro para intentar sacarle presión a la olla. La revista proceso ha narrado la caída de Jongitud. Al recibir una llamada de gobernación el día 23 de abril "Jonguitud llegó a la residencia oficial de Los Pinos, en su coche LTD negro. Pidió a su chofer, Mario Olalde, que lo esperara. Media hora después salió con el rostro desencajado: había renunciado al liderazgo vitalicio del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación."18 A principios de año Salinas de Gortari había encarcelado al líder del sindicato petrolero, Joaquín Hernández Galicia, alias la "la quina", mandando un mensaje claro: a pesar de haber llegado por medio del fraude electoral, yo tengo el control. Salidas de Gortari se mostraba bondadoso con Jongitud y entre líneas le estaba diciendo: a la quina no le avisamos, a ti te estamos dando esa oportunidad. De manera humillante había cedido el control, aparentemente inquebrantable, que había ejercido sobre el sindicato por más de 15 años. 

La información de la renuncia de Jongitud Barrios fue recibida con júbilo. "En el auditorio Che Guevara, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, se realizaba la asamblea de representantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación (CNTE) y cuando se conoció la noticia sobre la renuncia de Jonguitud, más de 2,000 representantes, jubilosos, gritaron: ‘lo quiera o no lo quiera/ vanguardia va pa`fuera’”.19

Al día siguiente más de 300 mil personas arriban al zócalo capitalino y realizan un mega plantón en las instalaciones del SNTE y la SEP. El movimiento va en ascenso y para mayo los contingentes son cada vez más grandes. El ambiente alcanza a otros sindicatos como el SITUAM, que también amenaza con la huelga.

Finalmente el 5 de mayo se alcanza un acuerdo con la SEP: más de 25% de aumento salarial directo y en prestaciones. En el DF los paros se levantan pero en estados como Zacatecas, Michoacán y Guerrero la lucha se recrudece, asestando una serie de golpes a la burocracia charra del SNTE

El año del 89 representa el cenit del movimiento magisterial. En lo que se considera la huelga más grande de nuestro país, participaron más de medio millón de trabajadores con el apoyo de más de 10 millones de padres de familia y estudiantes.  

Muera el rey, viva el rey: el ascenso de Elba Esther Gordillo

Difícil imaginar como de la nada se engendró este personaje. Gordillo Morales nació en Comitán, Chiapas en 1945. Su niñez transcurrió sin mayores lujos en medio de un ambiente familiar conflictivo. En la fantasía que ha envuelto la historia de su vida, se cuenta que era una niña rebelde. Su carrera como docente comenzó cuando tenía 12 años de edad participando en un programa de alfabetización indígena que impulsó el gobierno federal.

Las precarias condiciones en su ciudad natal la obligaron a trasladarse al centro del país. Se instaló en Nezahualcóyotl y ahí inició su carrera política. Recién entrados los años setentas se afilia al Partido de la Revolución Institucional y conoce a Carlos Jongitud Barrios con quien llevaría una relación muy cercana. En 1971 comienza su militancia activa en el SNTE impulsada por éste personaje.

La adulación palaciega de Elba Esther hacia Jongitud le abriría el camino de una carrera política galopante. Muy pronto ocupa la Secretaría de Trabajo y Conflictos del sindicato, luego llega a la Secretaria General en Nezahualcóyotl. En 1977 da el gran salto y es impuesta como Secretaría General de la Sección 36 del estado de México. En éste periodo, en plena escalada de su actividad política, alejada de la precariedad de los primeros años, Elba Esther Gordillo se convierte en diputada federal del partido oficial por Nezahualcóyotl.

Iniciando los ochentas ya se encontraba enquistada en las estructuras del poder.  Cobijada por Jongitud Barrios y el PRI, regresa al SNTE para ocupar el cargo de Secretaria de Trabajos y Conflictos en Educación Preescolar, y luego, ni más ni menos, como Secretaria de Finanzas. A mediados de esta década es nuevamente diputada federal, esta vez por el Distrito Federal. En 1987, siendo presidenta de la cámara de diputados, cierra su discurso de respuesta al V informe de gobierno de Miguel De la Madrid en éstos términos: “…Tenemos fe y esperanza. Usted las inspira. Nos estimula su entereza. Nos enaltece su obra moral, su convencido respeto al pluralismo... Su actuación nos confirma su probada vocación por la política. México puede esperar con tranquilidad el curso de su historia. Hay rumbo y hay mando.”20 Discurso del súbdito miserable. Un par de décadas después no aceptaría más el rol de súbdito y exigiría ser llamada “emperador”.  

Después del movimiento magisterial del 89 Camacho Solís se vanagloriaba de haber maniobrado para evitar un baño de sangre. Según su versión, él intervino personalmente para que Carlos Salinas no reprimiera el movimiento. Este viejo lobo de mar (en aquel tiempo no tan viejo pero si muy lobo) experto en descarrilar movimientos, entendió la necesidad de dar salida al conflicto magisterial. Salinas hizo a un lado a Jongitud Barrios y, siguiendo las recomendaciones de Camacho Solís, impuso a Elba Esther Gordillo en la Secretaría General del SNTE.

El sistema puede aprovecharse de la capacidad de ciertos individuos pero no depende de ellos. Los personajes sólo son engranes dentro de la compleja maquinaria de explotación. Los guardianes del orden establecido no encuentran problemas en reemplazar una pieza por otra si eso es necesario y les ayuda a mantener sus privilegios. La cuestión importante para la burguesía es que sus privilegios y su poder no sean trastocados.

El gran movimiento magisterial determinó la caída del Carlos Jongitud pero se quedó a medio camino. ¿Pudo la CNTE haber tomado el control del SNTE? Este es un tema complejo pero que aún hoy se debate. Sin embargo valga decir que algunos dirigentes que participaron en aquella lucha aceptan que pudo haber sido posible y que incluso, a la luz de los acontecimientos, fue un error no haberlo intentado. En realidad, dadas las magnitudes de la lucha (algunos estimaban una participación de hasta 750 mil trabajadores), obligar al SNTE a convocar a elecciones seccionales y elegir democráticamente nuevas direcciones pudo haber sido una realidad. El hecho fue que la caída de Jongitud Barrios dio un ánimo de cierto triunfalismo en un sector importante de la base. Finalmente los maestros podrían haber pensado que la situación no podía ser peor, nadie será tan corrupto y represor como aquel individuo que había manejado al SNTE como su feudo durante casi dos décadas.     

Elba Esther Gordillo, mano derecha de Barrios, formada en las mejores tradiciones del cacicazgo sindical parecía ser el personaje ideal para restablecer el orden en el SNTE. Al menos al principio no se equivocaron, “la maestra” apretó las tuercas y desató una campaña a muerte contra la CNTE. 

Como hemos visto, la corporativización de los sindicatos por parte del PRI representaba, ante todo, un pacto forzado entre las clases. Pero también redituaba en enormes beneficios para las direcciones charras. El enorme derroche de recursos, la corrupción y la violencia unilateral ejercida por parte de estas direcciones era perfectamente aceptado por el PRI en la medida que esto perpetuaba y afirmaba su poder y, claro, el de la oligarquía y los círculos de poder. Cuando decidieron colocar a Elba Esther Gordillo como la nueva cabeza del SNTE nada les hacía suponer que gradualmente adquiriría vida propia hasta ponerlos en jaque y morder la mano que le había dado de comer. 

La oscura Secretaria General del SNTE

El periodo formal de Elba Esther terminó en 1994 con el fin del gobierno salinista. Pero había llegado para quedarse y, al igual que su antecesor y maestro, mantuvo el control del sindicato inaugurando una nueva dictadura llena de despilfarro y descomposición en la cúpula.

Bajo la cobertura del gobierno salinista comenzó la acumulación de su poder, riqueza y un historial de sangre contra el movimiento democrático. Pronto quedó claro que el SNTE sólo había cambiado de verdugo. Lo que nadie suponía en su momento era que el nuevo verdugo sería más siniestro y superaría al antiguo.

Con Carlos Salinas se firma el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB) en 1992.  Con este acuerdo la gestión y administración de la educación se transfiere a los Estados mientras la Federación sigue dictando las políticas educativas. Con la descentralización administrativa Elba Esther incrementa su poder y presencia en los Estados, negociando unas veces con los gobiernos locales y otras con el gobierno federal.

Ernesto Zedillo, en aquel momento secretario de Educación, mantuvo constantes fricciones con la secretaria general del SNTE. “La maestra” sometió al secretario de Educación. Su soberbia la llevó a declarar: “Creo que el ANMEB va a funcionar porque existe la conciencia de que la educación es fundamental, no porque las cosas se estén haciendo muy bien o porque la conducción sea buena.”21 

Cuando Ernesto Zedillo llega a la presidencia pone la mira en Elba Esther, su fin era eliminarla políticamente. Zedillo quería tomar revancha del periodo anterior. El gobierno federal había amenazado con auditar las cuentas de la cúpula corrupta del SNTE, en especial los millonarios recursos obtenidos por medio del fideicomiso Vivienda Magisterial y las cuotas sindicales. El mensaje para “la maestra” era claro, su carrera política estaba en riesgo, y ya en aquel entonces, su libertad también.

El periodista de Proceso José Gil Olmos escribe sobre la afición de Elba Esther hacia la brujería, en su libro los “Los brujos del poder” dedica una parte a este personaje. “Diversos colaboradores de la maestra que han presenciado de cerca su vida pública, privada y familiar, quienes conocen sus“vicios privados y sus virtudes públicas”, accedieron a contar el episodio africano, un episodio que desnuda la afición de Elba Esther a la brujería. La única condición que pusieron quienes me dieron sus testimonios fue la del anonimato. Ellos aseguran que, desde joven, Elba Esther Gordillo ha tenido una predilección por el culto negro, predilección que, cuando llegó a la dirigencia nacional del SNTE, la llevó a relacionarse con un grupo de santeros cubanos, quienes la introdujeron a las prácticas religiosas que combinan a los santos cristianos con las deidades africanas.”22

Para librar la batalla contra Ernesto Zedillo, Gil Robles cuenta que “Al no encontrar un escape político, la maestra Gordillo preparó con urgencia el que sería uno de los viajes más importantes de su vida, pues de éste dependería su futuro. Llamó a sus colaboradores más cercanos y les dijo que irían hasta un lugar lejano en África, donde buscarían una solución a la difícil situación en la que se encontraban. Tratarían, aseguró, de ahuyentar las amenazas presidenciales.”23 

En el libro se comenta que Gordillo llegaría hasta Nigeria donde un viejo brujo le cobraría alrededor de 45 mil dólares por realizarle un ritual que ahuyentaría el peligro de su vida. Dicho ritual consistió, cuentan uno de sus colaboradores, ¡en matar a un león!, bañar con sus vísceras a “la maestra” mientras tomaba una foto de Zedillo y cubrirla con la piel del animal por unas horas. 

“Lo que asombró más a los acompañantes de la maestra Gordillo fue que, varias horas después del ritual, recibieron una llamada en el teléfono satelital que habían rentado previamente. ‘Era de la secretaría particular de la presidencia, quien dijo que el presidente Zedillo quería hablar con la maestra. Según lo que ella misma nos contó después, el presidente le dijo: ¡Güerita hermosa! Necesito hablar contigo. ’El hechizo de transmisión de poder del león empezaba a funcionar’.”24

Pese a la fantasía que envuelven todas estas historias, lo cierto es que finalmente ninguna de las amenazas que Zedillo había blandido contra Elba Esther llegó a materializarse. Por el contrario, mientras iba consolidando su poder dentro del sindicato, ejercía diversos cargos dentro del PRI. Esta situación de estabilidad comenzaría a girar con las elecciones presidenciales del 2000.

La llegada al poder del PAN después de más de 70 años de régimen priísta representó una crisis para éste partido. Elba Esther, al adueñarse completamente del SNTE, se encontraba en la posibilidad de venderse al mejor postor.

La relación política con Vicente Fox fue una autentica luna de miel; durante su gobierno se firma el Compromiso Social por la Calidad de la Educación. En este periodo Gordillo ejerce un poder casi absoluto dentro del SNTE y mantiene maniatada a la SEP. Su influencia no se reduce al ámbito sindical: en 2002 es electa Secretaria General del CEN del PRI lo que reflejaba su predominio dentro del partido. Sus tentáculos, además, se extienden a varias esferas de la vida política del país.

2005 representa el principio del fin en su relación con el PRI. En la campaña electoral para la presidencia de aquel año, Elba Esther desata una campaña en contra de Roberto Madrazo. Viendo la inminente derrota del PRI intenta acercarse a López Obrador. Cuando éste toma su distancia ofrece sus servicios a la campaña de Felipe Calderón.

En medio de la turba interna en el PRI ya ve su inminente expulsión. Entonces Gordillo decide crear su propio partido y apostar a la alianza con el PAN. Elba Esther necesita tener una maquinaria política más amplia. Cuando crea el PANAL lo hace con toda la estructura y la capacidad de movilización de recursos del SNTE; esto lo sigue haciendo atractivo para el PAN, e incluso para el PRI, pero ahora goza de total independencia 

En las elecciones presidenciales de 2006 Gordillo determina que el PANAL debe ir en alianza con el PAN y su partido es eje fundamental en el fraude contra López Obrador. Calderón regresaría el favor dándole la dirección de la lotería nacional y el ISSSTE, con lo que aumentaría la voracidad del monstro.

Su poder aumenta. En el terreno educativo no se mueve nada sin la aprobación del SNTE; mediante la conformación de comisiones bipartitas SEP-SNTE, el Estado está obligado a negociar primero con Gordillo. El punto culminante de esta relación de poderes se da en mayo de 2008 cuando, junto con Calderón, presenta la Alianza por la Calidad Educativa (ACE). En su discurso de presentación de la reforma ya amenazaba claramente a los docenes de una manera casi inverosímil: “Hoy lo reiteramos,  a que quienes presten el servicio educativo sean los mejores, seleccionados por examen de oposición; no privilegios en estas burocracias en la SEP ni tampoco de corruptelas en mi propia organización.”25 

La ACE era la punta del iceberg de una profunda reforma que terminaba por trastocar los derechos laborales de los maestros. En este periodo también se privatizó el sistema de pensiones. Sin embargo era evidente que los grupos empresariales comenzaban a alarmarse con el poder que Elba Esther había amasado. En julio de 2007 se autonombra presidenta vitalicia del SNTE y la cúpula charra se convertía en meros apéndices, perros fieles y guardianes de su propio interés.

En aquellos momentos se incrementa la campaña mediática contra Elba Esther que se extiende hacia todos los maestros. A la mafia empresarial no le era suficiente la aprobación de la ACE y, a pesar de su magnitud, exigía medidas más a fondo. La burguesía nacional esperaba el gran golpe a la educación pero sabía que con Calderón este no iban a llegar. Mientras preparan el camino para el ascenso de Peña Nieto, ven en Gordillo un obstáculo importante que sortear.

La campaña anti sindical de los medios de comunicación no es casual. Se decía que Gordillo era un impedimento para aplicar las reformas que permitirían incrementar la calidad de la educación. ¡Pero todo maestro sabe que había sido Elba Esther quien llevó adelante los planes fundamentales de la mafia en el poder! Esta propaganda era sólo otra forma de decir: no necesitamos de ningún personaje ni sindicatos, ya no aceptaremos condiciones de nadie sobre nuestros planes en materia educativa. 

Nosotros entendemos que una cosa es la burocracia podrida del SNTE, que hace y deshace a sus anchas, y otra distinta los miles y miles de maestros que son parte del sindicato y que no tienen nada que ver con el juego macabro entre la cúpula y el gobierno. El sector más consiente repudiamos el charrismo y el reformismo sindical pero defendemos el derecho de los trabajadores a organizarnos independientemente.

Pese a esta campaña de los medios de comunicación, Elba Esther Gordillo parecía encontrarse fuertemente anclada a la estructura del poder; de hecho le consideraban un poder de facto. Pese a todo lo que se había dicho, nunca se opuso a las reformas que exigían los empresarios, simplemente se sentía con la facultad de exigir su parte en el festín. El regreso del PRI daría salida a estas contradicciones.

Oaxaca en revolución

Las revoluciones dejaron de ser acontecimientos históricos estudiados exclusivamente en los libros de historia. En 2006 en Oaxaca vivimos una en todos sus líneas, ¿pero cómo definimos exactamente una revolución? Trotsky la define como la participación masiva de las masas, antes pasivas en indiferentes, de los asuntos públicos y políticos de la vida cotidiana. 

Pero las revoluciones no son la norma, sino la excepción en la historia, son producto de la acumulación y la concentración de una serie de causas en un punto y momento determinados. En Oaxaca desde luego tenemos a una de las secciones magisteriales disidentes más importantes, donde las bases siempre le han puesto un tono dinámico a los acontecimientos. En 2006 el gobierno de Ulises Ruíz pretendió despreciar a la sección 22 pero sus cálculos fueron estúpidos.

La creación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) sirvió de plataforma que desarrolló a un nivel más amplio la lucha contra todo el sistema estatal podrido encabezado por el PRI. Las causas del surgimiento de la APPO encuentran sus raíces en las tradiciones comunales de uno de los estados más grandes pero de igual manera más pobres.

Las revoluciones, por cierto, en muchas ocasiones suelen desatarse por causas insignificantes. Lo que debemos entender es que son ese tipo de accidentes aparentemente insignificantes los que transforman cualitativamente de manera radical una situación. Es similar a una avalancha que mueve fuerzas enormes ocultas bajo la superficie que pueden ser desencadenadas por el movimiento más leve, incluso por las vibraciones del sonido. 

Los hechos tuvieron como inicio el mes de mayo cuando tradicionalmente las bases se moviliza exigiendo mejoras en las condiciones salariales. El gobernador Ulises Ruíz se negó a escuchar las demandas magisteriales y en cambio utilizo la fuerza represiva para tratar de desarticular al movimiento. Como con la caja de pandora, Ulises Ruiz desató fuerzas que luego fue incapaz de controlar cuando intentó desalojar, a los maestros que ocupaban el zócalo de la ciudad de Oaxaca. La revolución se puso en marcha y fue sólo el agotamiento de sus fuerzas; el aislamiento y la más brutal represión lo que, después de casi medio año, lo que permitió la derrota del proceso. 

La lucha creo su propia dinámica y también las propias de una revolución. El súbito cambió de conciencia entre las mayorías populares provocó que buscaran una salida revolucionaria al podrido sistema alimentado por el priísmo más retrograda. Oaxaca ocupa los primeros lugares entre los estados más pobres, ello no le impide a los medios comunicación satanizar despiadadamente al magisterio disidente acusándolos de provocar el desastre en el sistema educativo. Como en cualquier proceso donde se pone en cuestión las reices del mismo sistema, los medios veían la lucha en Oaxaca como una lucha de los ignorantes andrajosos contra la propiedad privada y la legalidad burguesa. La población oaxaqueña organizada en torno a la APPO declaró la disolución de poderes y el desconocimiento de URO; el pueblo oaxaqueño tomó el cielo por asalto, incluso en contra de muchos de sus propios dirigentes que acompasados por la vida del burócrata suponían que la situación había llegado demasiado lejos. Pero para mucha gente, esos momentos se convierten en una cuestión de vida o muerte.

La lucha en Oaxaca se empalma con el enorme fraude electoral con el que llega Felipe Calderón a la presidencia. La gubernatura de Ulises Ruiz estaba en la picota y para apaciguar los ánimos la guillotina pudo haber pasado por su cabeza, pero ello hubiera significado azuzar una lucha contra el propio presidente espurio. Por eso, para demostrar un régimen fuerte, Calderón sostuvo con uñas y dientes a Ulises Ruiz. 

La cantidad real de muertos, desaparecidos y encarcelados que dejó el proceso es aún desconocido. Las últimas barricadas fueron levantadas en el mes de noviembre pero nos queda en la memoria algo más importante que viene bien a recordar en estos momentos: cualquier demanda seria por parte de los maestros y de los trabajadores en general requiere de una lucha seria. 

Esa lucha la llevaron adelante el pueblo oaxaqueño y vencieron a las fuerzas de la reacción del estado, empezando por el mafioso grupo del SNTE. El pueblo había vencido pero una victoria en los estrechos márgenes de un estado fue insuficiente. Mientras las bases oaxaqueñas se fueron quedando aisladas ante el estatismo de los trabajadores en el país, y de dirigentes como López Orador que lejos de unificar la lucha que justo en esos momento llevaba contra el fraude electoral, o siquiera llevar adelante una táctica similar a la de la base oaxaqueña en la Capital (donde los efectos se hubiese multiplicado por mil), se limitó a adoptar métodos pacíficos, los cuales al final solo sirvieron para dispersar la enorme fuerza que orbitaba alrededor suyo.

Queda en la memoria colectiva acontecimientos como el del 2 de noviembre, cuando frente a la amenaza de la toma por parte de la PFP de la Universidad, uno de los bastiones más importantes de la revolución, la población la defendió exitosamente en una lucha de horas que se extendió por los alrededores del campus universitario. O las defensas del centro de la ciudad en luchas cuerpo a cuerpo contra un ejército mejor armado y entrenado.

No pretendemos hacer apología de la violencia, un tema que a muchos dirigentes actuales les causa escozor y que prefieren refugiarse en discursos tranquilizadores que terminan por abrir la puerta a los ataques contra los trabajadores. Desafortunadamente para todos aquellos que creen que la lucha se puede dirimir en una lucha de caballeros hay malas noticias; la explotación, el hambre, la corrupción, el charrismo sindical, la venta de los recursos naturales, etc. son formas de violencia aplicadas por el Estado y los empresarios que tienden a generar respuestas de la misma magnitud. Lo mejor que podríamos hacer es extraer las conclusiones necesarias del proceso en 2006, una de ellas entre las que hemos mencionado y que se ajusta al contexto actual es que, pese a ser duramente derrotado, el movimiento siempre levantará cabeza. 

En lo que respecta a la sección 22, ésta sufrió un duro golpe. Tuvo que pasar algún tiempo para que se reorganizara y volviera a tomar confianza de sus propias fuerzas, pero lo hizo. La lucha contra la actual reforma educativa estuvo marcada por la pauta que fue determinando la base de la sección 22, funcionando como una locomotora arrastrando al resto del magisterio nacional, pero de ello hablaremos más adelante.

La lucha contra la reforma a la ley del ISSSTE

La lucha de 1989 tuvo una serie de consecuencias importantes y no era para menos. La caída de jongitud había sido producto directo de la movilización, la CNTE había dejado de ser un movimiento menospreciado por el Estado. Pese a ello la estructura de vanguardia revolucionaria fue sustituida por un nuevo títere y la lucha del 89, pese a su enorme potencia y las conquistas arrebatadas, se quedó a medio camino. En la sección 10 del DF una parte importante del comité seccional fue ocupado por la disidencia, en el congreso de la sección llevado a cabo después de la lucha de ese año la CNTE ocupó el segundo cargo más importante del comité seccional, la secretaría de finanzas, en una situación en extremo tensa donde se pudo haber ganado la secretaría general de la sección, lo cual no fue posible debido a la actitud intransigente del gobierno; para ellos la sección 10 es una cuestión de Estado.

Además de la promoción de todos los presidentes en turno de Elba Esther Gordillo (lo que se conoció como la tercera dictadura), el Estado tomó medidas de corte laboral que permitieron reducir temporalmente la intensidad del movimiento. En 1992 la SEP implementó el programa de Carrera Magisterial, un programa de “incentivación” por cursos y exámenes para recompensar a los docentes. A la larga se ha demostrado que Carrera Magisterial fue un movimiento hábil del Estado en la medida en que ahora la diferencia salarial en un centro de trabajo puede variar en función de sí uno está en Carrera Magisterial y en el nivel en el que se encuentre. La relativa estabilidad laboral tenía como base la posibilidad económica del Estado, pero más importante era el temor que infundía el riesgo de que pronto una nueva oleada de manifestaciones pudiera ocurrir. 

Pero los ataques tendrían que llegar. Lo que en un momento el capitalismo da con una mano luego lo quita con la otra, esa es una ley histórica del sistema. Y el primer gran golpe después de años llegó en 2007 con la reforma al régimen de jubilaciones y pensiones.

En marzo-abril de ese año los diputados y senadores aprobaron una ley en la que, entre otras cosas, aumentaron la edad de jubilaciones y pensiones. Desde luego un teman tan sensible generó una respuesta masiva. 

Quien encabezó la lucha nuevamente había sido la CNTE, pero ésta ahora parecía ser una maquinaria de combate que había acumulado experiencia y que en ese momento ya se presentaba como un serio oponente ante los ataques del Estado. Pese a ello la reforma no pudo ser detenida pero le permitió al movimiento estirar nuevamente los músculos. Hubo una serie huelgas y manifestaciones masivas que si no se extendieron fue debido a la actitud pasiva de los charros del SNTE y de otros sindicatos a los cuales la reforma también trastocaba.

Un hecho importante en aquella lucha fue la masiva respuesta de los maestros al proceso de amparo que la disidencia promovió contra la llamada Ley del ISSSTE. Después de que la reforma había sido consumada se promovieron amparos por todos lados. Muchos trabajadores pensaban realmente que las leyes podían frenarse de esa manera pero evidentemente eso no ocurrió. Muchos abogados en realidad jugaron con la posibilidad de hacer dinero y realmente lo consiguieron, en cambio otro sector aprovechó el proceso de amparo para seguir organizando a la base.

La situación es que todos los amparos promovidos en 2007 fueron tirados a la basura por los órganos judiciales. Los diputados y senadores, el presidente y las leyes, aunque se dice que están divididas para que sirvan de contra peso entre ellas, en la realidad funcionan como un solo bloque para perpetuar el sistema y los privilegios de los que gozan un pequeño puñado de individuos. No negamos la posibilidad de que en un momento dado las leyes puedan jugar en beneficio de los trabajadores, pero es un error querer encontrar vacíos legales, violaciones a la constitución o cosas por el estilo para querer frenar los ataques de los patrones y el Estado. La lucha legal siempre debe de ir acompañada de la movilización y supeditada a ésta. En ataques tan arteros y evidentes es imposible que el sistema entre en contradicciones para beneficiar a los trabajadores.  

La lucha contra la ley del ISSSTE sirvió para aglutinar nuevamente al sector disidente del magisterio pero también evidenció algunas contradicciones dentro de la misma gestada durante casi una década. De hecho en la sección 18, donde el movimiento se vivió de manera particularmente intensa, un ala disidente dentro de la propia CNTE comenzó a separarse (o la comenzaron a separar) de ésta. Lo que hoy conocemos como el Comité Ejecutivo Nacional Democrático (CEND), y que se ha prestado para una intensa polémica dentro de la CNTE, tuvo su origen en 2007. Hoy el CEND aglutina a núcleos de maestros en algunos estados (sobre todo aquellos en donde la CNTE no tiene un peso histórico) y si bien ha dejado de participar dentro de la CNTE como organización, reivindica sus mejores tradiciones. El polvo que levanta la discusión entre estas dos organizaciones y la viabilidad de ambos proyectos sólo las dirimirá la lucha viva. De cualquier modo insitimos en que sería un error concebir una organización como un ente puro, aislado de las presiones del sistema y, por ende, sin contradicciones. 

El regreso del mismo PRI y la caída de EEG 

En la página oficial del SNTE podemos leer: “Elba Esther Gordillo ha sido la principal impulsora de La Alianza por la Calidad de la Educación, que representa el programa más ambicioso de reforma educativa en la historia del país... ha recibido un fuerte respaldo de la sociedad mexicana,… grupos empresariales y sindicales, así como de organismos internacionales como la OCDE, cuyo Secretario General, al igual que el equipo de especialistas en educación de este organismo, definieron la Alianza como uno de los programas más relevantes de reforma educativa, destacando la participación, la corresponsabilidad y el liderazgo asumidos por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.” 

La ACE no fue aprobada por la OCDE, ¡sino impuesta por este organismo! En términos de ataques a los derechos labores, Alianza contenía, en potencia, los puntos más importantes de la recién reforma educativa: exámenes de admisión para los docentes de nuevo ingreso, contratos temporales, periodos de prueba y exámenes para evaluar el desempeño de los maestros. 

El PAN quebró la relación histórica entre el PRI y el SNTE, lo aprovechó en su beneficio pero tuvo que hacerse de la vista gorda ante los excesos de Gordillo; esto generó contradicciones que hoy han salido a relucir. El PAN utilizaba a Elba Esther para aplicar las reformas que tanto habían esperado los organismos empresariales del país. Con cada nueva reforma a la educación la burguesía exigía cada vez más. De hecho el periodo de “la maestra” quedará marcado como un periodo de regresión en materia educativa en todos los niveles. 

Sin embargo estas reformas fueron aprobadas bajo la condición de compartir parte del botín con “la maestra”. Ya no se trataba de dejarla manejar libremente los increíbles recursos del SNTE por concepto de cuotas sindicales. Su posición iba más allá: ponía y quitaba gobernadores, convertía millonarios de la noche a la mañana, decidía que familiar tenía que ocupar tal o cual cargo en el gobierno, etc. 

En síntesis, mientras las reformas iban delante, la concentración de poder de EEG se hacía cada vez grande. La contradicción fundamental estaba en el hecho de que mientras más rápido y más profundas eran las reformas, más canonjías políticas exigía para aprobar dichas reformas. 

Peña Nieto arriba al poder sin ningún tipo de compromiso con Elba Esther Gordillo. Cuando se firma el llamado Pacto por México, la oligarquía veía más cerca que nunca la posibilidad de una reforma constitucional que echara por los suelos el poder no solo de Gordillo, sino del SNTE mismo. Desde ese momento los grandes medios de comunicación han disfrazado el ataque al SNTE dirigiéndolos a Gordillo y a la cúpula sindical. El caso es que la burguesía desearía no tener ningún tipo de freno que impida o retrase la aprobación de sus planes.

El día miércoles 27 de febrero del 2013 cae presa Elba Esther. La noticia cayó como una auténtica bomba. A decir verdad la oligarquía encontró en la llegada de Peña Nieto el títere perfecto para enfrentar a Gordillo. Los móviles en este caso no son los ajustes de cuentas entre los viejos grupos del PRI. Desde luego a Emilio Chuayffet se le ha de ver dibujado una de esas sonrisas malévolas al ver a “la maestra” como una vieja decrépita e indefensa tras las rejas, pero no ha sido ese el impulso principal. 

Recordemos que apenas un día antes, el martes 26, Peña Nieto había decretado la reforma educativa con bombo y platillos. Como parte del llamado Pacto por México la mafia en el poder decidió que era momento de cerrar la pinza. Con la reforma a la constitución se le daba coherencia y un marco legal a todas las reformas que se habían decretado, incluida, y sobre todo, la ACE.  En esta ocasión Elba Esther Gordillo no estaba invitada al banquete. 

¿Qué propone la reforma educativa? Como sabemos el punto neurargico de esta reforma comprende la creación del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE). Este organismo (de los llamados descentralizados) se encargará de determinar la incursión, actualización y promoción de los docentes. Con ello el poder de decisión que le pertenecía a la comisión bipartita SEP-SNTE ahora se traspasa a este organismo. 

Queda claro que los discursos amenazadores de Elba Esther eran una exigencia para ser parte del INEE en una proporción que le permitiera seguir chantajeando al Estado. Pero aprobada la reforma a la constitución ya era demasiado tarde, lo único que le quedaba era amenazar y alardear, lo que al final de nada le sirvió.

La reforma educativa en realidad, tal cual lo han promovido en la reforma laboral,  "privatizará" las relaciones laborales evitando la intervención del SNTE echando mano del llamado Sistema Profesional Docente que someterá a una lucha individual a los maestros y maestras. 

Elba Esther Gordillo ha dejado en el SNTE un complicado mecanismo que con la lucha contra la reforma educativa y sus leyes secundarias parece sostenerse con pinzas. El gobierno va por el SNTE pero eso está por verse, más importante que la compleja burocracia son las bases que por el momento se encuentran a la expectativa pero que ya demostramos que el enorme potencial de lucha sigue ahí.

El Estado parece haber enterrado la figura de “la maestra”. En el momento de su arresto mucha gente se preguntó ¿cómo es posible que se le haya arrestado hasta ahora? La cuestión es que su arresto ha sido una maniobra audaz (en la lógica de la política burguesa) del Estado para sacarla definitivamente de la jugada. De ninguna manera, ni Gordillo ni sus abogados podrán comprobar el uso lícito de más de 2 mil millones de pesos. Esto lo saben sus colaboradores más cercanos, incluidos toda la masa de súbditos que hoy se encuentran al frente del SNTE. En su momento, ni Nueva Alianza ni el SNTE realizaron alguna declaración importante en defensa de “la maestra”. Esto se debe a que muchos, en efecto, tienen las manos tan sucias como su mentora y saben que cualquier movimiento en falso puede hacer que terminen tras las rejas. Su corrupción y cobardía ha salido a relucir en la lucha contra la reforma educativa y sus leyes secundarías donde han jugado un papel repugnante.

La lucha contra la reforma educativa

Con la reforma educativa el gobierno y los empresarios decidieron ir por todas la cnanicas. Los acontecimientos son más o menos conocidos por todos y aunque hubo mementos de algidez y tensión que finalmente se dispararon, la lucha en realidad sigue en curso. 

En esta lucha el movimiento magisterial a nivel nacional se ha caracterizado por la desigualdad en sus ritmos. La sección en Guerrero abrió la lucha contra la reforma educativa; luego, Oaxaca y Michoacán encabezaron la resistencia; luego fue Veracruz, Zacatecas y los Estados de la península yucateca; acto seguido fue Chiapas quien le puso el tono a los acontecimientos. La lucha de estas secciones ha adquirió un carácter verdaderamente insurgente y ha servido para mantener vivo el movimiento a nivel nacional. En este sentido, la lucha del magisterio adquirió una táctica parecida a la de una guerra de guerrillas: una o dos secciones salieron con fuerza, golpeando y generando ondas expansivas a lo largo del país, para luego replegarse y dar paso a un par de secciones frescas y con la misma capacidad de movilización. Los periodos de relativa calma hasta ahora han significado la preparación de acciones más intensas. La posición beligerante del gobierno de Peña Nieto remarca el carácter abierto y sin tregua de ésta lucha, la que aunque parece lejos de ser derrotada la última palabra no ha sido dicha.

La insurgencia magisterial alcanzó una extensión que pocos imaginaron. En realidad comenzó en febrero del año pasado apenas aprobada la reforma a los artículos tercero y setenta y tres de la Constitución.

Recordemos que la reforma fue aprobada a finales del año 2013, en pleno periodo vacacional. De esta manera la oposición inicial se redujo a la disidencia y poco más. Fue hasta el retorno de las vacaciones cuando se comenzó a abrir un periodo de debate y discusión sobre el impacto de la reforma y todo lo que implicaría. Una cosa estaba clara: el golpe artero se sellaría con la aprobación de las leyes reglamentarías.

El borrador de las leyes reglamentarías se filtró y puso en alerta a sectores más amplios del magisterio. Ya se planteaba la evaluación universal y las consecuencias laborales que tendría dicha prueba. De hecho, la reformas secundarías aprobadas posteriormente son en esencia las mismas contenidas en aquel borrador que se filtró. 

En febrero la sección 14 de Guerrero se declaró en paro indefinido. La CETEG orientó todas sus baterías contra el gobierno local. Su demanda principal giraba en torno a la evaluación, exigiendo que la permanencia laboral no se pusiera en cuestión con una prueba que nadie conocía. El gobierno de Ángel Aguirre respondió con una feroz represión que provocó un levantamiento popular que se extendió hasta las comunidades armadas. La poderosa demostración de fuerza de los maestros guerrerenses obligó al gobierno federal a frenar la aprobación las leyes secundarias, en cambio llevó a cabo una serie de congresos educativos bajo la promesa de que las propuestas emanadas de dichos congresos serían plasmadas en las leyes secundarías. Por una lado, la intensa lucha de la CETEG había puesto en evidencia el carácter laboral de la reforma y,por otro, los alcances que podía adquirir del movimiento. 

El primer semestre del año terminó con relativa calma. El gobierno frenó el empuje del movimiento con la farsa de los congresos educativos. Finalmente en agosto Peña Nieto presenta, también en un periodo de receso laboral, la propuesta de leyes secundarias en el congreso. En respuesta el movimiento vuelve a levantar cabeza. 

Alertados por el contenido de las leyes secundarias y su inminente aprobación, Michoacán y Oaxaca (principalmente) mantuvieron un campamento en el Zócalo de la capital durante julio-agosto. Cuando a mediados de agosto EPN presenta la propuesta de las tres leyes reglamentarias el movimiento comienza a despegar. El inicio del ciclo escolar comienza con fuertes movilizaciones y con Michoacán y Oaxaca en paros estatales casi totales. 

A finales de agosto las leyes secundarias son aprobadas en el congreso, en medio de una autentica campaña mediática de linchamiento contra los maestros en el plantón.

La sección 22 toma las riendas del movimiento y lo empuja fuertemente hacia adelante. Todos estos elementos van despertando el ánimo del magisterio a lo largo y ancho del país. Sobre las experiencias que va arrojando la misma lucha, las bases extraen la conclusión de que es necesario echar abajo la reforma completa, no negociar sobre tal o cual aspecto agresivo de ella.  

Para septiembre el Zócalo se encuentra abarrotado por diversas secciones de todo el país convirtiéndose en un símbolo de la lucha magisterial. La onda expansiva va de norte a sur. En Veracruz el movimiento se desborda de una manera inusitada y en la península de Yucatán las bases van rompiendo con las direcciones charras del SNTE.     

La guerra está declarada. El movimiento en ascenso exige la caída de la reforma educativa, en respuesta el gobierno federal reitera que no habrá marcha atrás. 

Mientras la Secretaria de Gobernación va cerrando las mesas de negociación el movimiento va en pleno auge. En un intento de maniobrar y desmembrar el movimiento, el gobierno federal y los gobiernos locales intentan dar soluciones parciales. A Oaxaca les ofrecen la luna y las estrellas pero nada sobre la abrogación de la reforma. Las bases reafirman una  otra vez su posición: ninguna solución sectorial resuelve el problema central. La llamada armonización de las leyes simplemente implica negociar el tamaño del cuchillo con el que nos cortarán la cabeza.

Para septiembre las movilizaciones se intensifican pero la campaña de odio también. La presión y el desgaste provocan que Michoacán levante el paro y regrese a clases pero las bases oaxaqueñas se mantienen y se convierten en el corazón del movimiento. La lucha en las secciones 9 y 10 viven su mayor auge en ese momento con paros totales y parciales en varias escuelas de la capital.

El viernes 13 de septiembre las fuerzas federales y el cuerpo de granaderos desalojan violentamente a los maestros del Zócalo. La semana siguiente comienza con paros universitarios y movilizaciones estudiantiles en apoyo a los maestros. La explosión del movimiento estudiantil evidencia que la lucha magisterial no está aislada. Sin embargo también demuestra que cuando la correlación es favorable se tiene que aprovechar; los momentos pasan para, tal vez, no volver a regresar en un buen tiempo.

Finalmente, para octubre la sección 22 levanta el paro producto de las presiones y el desgaste que supuso estar en la primera línea de batalla durante un largo periodo de tiempo. Pese a lo pudo pensarse en su momento, el regreso a clases de los maestros oaxaqueños no apagó el movimiento. La lucha frontal continuó en Veracruz y en la península de Yucatán. La llama se avivó cuando Zacatecas declaró el paro indefinido. Michoacán nuevamente se integra a la lucha junto con el mismo estado de Guerrero. Las bases de la sección 7 y 40 de Chiapas tomaron la batuta de la lucha poniendo en jaque al mismo Estado, generando un movimiento popular integrando asambleas de padres de familia, un modelo a seguir para todas las secciones en el país.

Las movilizaciones continuaron, continúan y continuarán. Aunque en la actualidad la intensidad de la lucha dejó de representar lo que en un momento dado fue, en realidad no podemos determinar un final en la medida en que el gobierno federal, en contubernio con los gobiernos locales, ya están comenzando a aplicar la reforma. El censo realizado por el INEGI a los maestros del país está preparando el terreno para nuevos ataques. La llamada autogestión escolar está extendiendo los ataques a los padres de familia quienes cargarán con el mantenimiento y los gastos de las escuelas. Los manuales para el mantenimiento de las escuelas y los recibos de luz y agua ya se les han presentado.

Por otro lado el SNTE es un moribundo que difícilmente se va a levantar. El Estado se jugó el todo por el todo y ello implicó debilitar el SNTE y debido a esto, todo el control que mantenía sobre el magisterio. Para intentar recuperar un poco de lo perdido llevaron un proceso ridículo de afiliación en medio de un ambiente de repulsión de la base. Los dirigentes del SNTE están yendo al matadero de manera consciente. En su camino intentan arrastrar a todo el sindicato, es decir, al más de un millón y medio de trabajadores quienes formamos parte de él. Su política clientelar se desveló más clara que nunca, en ese sentido la necesidad de derrumbar de una vez y para siempre la estructura podrida del SNTE se plantea como una necesidad imperiosa.

La base del magisterio por enésima vez ha demostrado toda la abnegación y sacrificios posibles. Si lograrnos unificarnos y actuar como un solo puño toda la ecuación va a cambiar. Necesitamos algunos periodos de reflexión y análisis para replantear nuestra lucha y prepararla mejor. Las luchas locales que ahora se están llevando a cabo son una ilusión que pronto terminarán. Aunque la reforma ya fue aprobada el intrincado entramado del magisterio nacional no ha permitido la aplicación de la reforma en los término que los capitalistas quisieran. El gobierno tiene que ir con cuidado pero una cosa es cierta, tarde o temprano lo van a hacer. El ambiente de cierto impasse tarde o temprano cambiará como lo hemos visto en más de una ocasión.

La lucha continua

La clase dominante aprende rápido. Cuando cayó Jongitud Barrios y ascendieron a Elba Esther Gordillo nunca se imaginaron que esta última sería la réplica del primero, confiaron en que sería un instrumento fiel y maleable pero la realidad mostró una cosa muy distinta. 

Con la caída de Elba Esther evidentemente no han cometido el mismo error, ahora van por todas las canicas con la reforma educativa dejándole un margen de acción reducido al sindicato. Ni siquiera han puesto a otro secretario general, esta vez mantuvieron a Juan Díaz de la Torre como instrumento para maniobrar en todo éste proceso. El papel que, por cierto, han jugado los charros del SNTE ha sido lamentable, aún a sabiendas de que las reformas minan desde adentro al sindicato, ellos se han limitado a hacer loas a la nueva reforma demostrando su cobardía y su incapacidad de luchar, incluso en la medida de defender sus grandes beneficios.

El movimiento magisterial parece encontrarse en una encrucijada por razones de diversa índole. En algunas zonas la implementación de "carrera magisterial" en 1992 abrió un proceso de diferenciación entre la base. Entre los maestros del Distrito Federal la lógica para mejorar sus condiciones laborales no se encuentra en un esfuerzo colectivo, sino en un esfuerzo puramente individual. Esa fue el móvil que impulsó la creación de "carrera magisterial" y ciertamente ha tenido sus efectos. Sin embargo con la reforma educativa y el final de ese programa, que representaba una enorme fuga de recursos, las ilusiones basadas en esfuerzos individuales serán sólo eso, ilusiones.

Con la magnitud de los ataques serán inevitables con la venta del petróleo, una vez aprobada la reforma energética, la pregunta es sí pronto podremos levantar un movimiento capaz de revertir los ataques. El potencial está ahí, miles de maestros cansados de las políticas regresivas aplicadas durante años. A pesar de las reformas el movimiento es más fuerte ahora que antes, en número y experiencia, incluso ahora mismo tendríamos que decir que los charros no representan a nadie. 

La revolución en Oaxaca en 2006 sintetiza gran parte de la historia del SNTE y su parte disidente; la última lucha contra la reforma educativa ha expresado todos los elementos contradictorios acumulados durante los últimos 20 ó 25 años. El referente histórico de la parte democrática, la CNTE, no ha estado exenta de contradicciones. Justo al escribir estas líneas esta por desarrollarse su tercer congreso extraordinario donde definirá en gran medida su futuro. Ahora no se trata de luchar contra la burocracia charra que el Estado la ha hecho a un lado y la batalla ahora se plantea sin intermediarios.

También valdría la pena decir que paralelamente a la CNTE se han desarrollado tendencias que tienen su valía. Como sea, de cara a los procesos que se avecinan romper con el sectarismo por un lado, y contra los elementos más conciliadores por el otro, es la clave para hacer frente a los ataques francamente rapaces.

Después de la receta aplicada por el gobierno de Peña Nieta, sembrar ilusiones en la posibilidad de negociar tal o cual aspecto de los ataques sería un error como ya se ha demostrado. Es momento de reivindicar las mejores tradiciones del sindicalismo democrático del magisterio. Los mayores logros se han conseguido en una lucha infranqueable y tenaz.

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NOTAS

1.    La Jornada. Pobreza y salarios estancados en México a 20 años del TLCAN: estudio.

2.    ElEeconomista, 13/02/14.   

3.    "cartas y textos" de Librado Rivera.
    
4.    Problemas nacionales 1939, Octavio Fernández; Alias de L. Trotsky.
    
5.    El primer Congreso Ordinario del STERM Artículo publicado en Clave Nro. 5, segunda época, enero de 1940. Sin Firma (realizado por L. Trotsky). 
    
6.    Ibíd.
    
7.    Los sindicatos en la época del imperialismo, L. Trotsky.
    
8.    Ibíd.
    
9.    rebelion.org “El inicio del movimiento magisterial de 1956-1960”. Gerardo Peláez Ramos.
    
10.    Comandante Genaro Vázquez Rojas: presente, Alberto Guillermo López Limón, pág. 
 
11.    Lucio Cabañas Barrientos: Las cuentas siguen pendientes. Escrito por Rubén Rivera y Jesús Alberto Valdez.
    
12.    Comandante Genaro Vázquez Rojas: presente, Alberto Guillermo López Limón, pág. 

13.     Ibíd. pág. 95.

14.    Ibíd.
    
15.    Crónica del sindicalismo en México (1976-1988), Raúl Trejo Delarbre, pág. 84
    
16.    La CNTE: 27 años de lucha democrática, Mario Alberto Leiva Galicia.
    
17.    El movimiento magisterial de 1989, Gerardo Peláez Ramos.
    
18.    Revista Proceso. Abril de 1989, cuando Salinas empoderó a Elba Esther, Homero Campa.
    
19.    Ibíd.
    
20.    Dirección de servicios de investigación y análisis, subdirección de referencia especializada. Informes presidenciales, Miguel de la Madrid. Abril 2012, pág. 304. 
    
21.    Revista Proceso, tomada de http://www.adnpolitico.com “Elba Esther Gordillo el ascenso y la caída del poder.
    
22.    Los brujos del poder, José Gil Olmos, pág. 103.
    
13.    Ibíd.
    
24.    Ibíd. pág. 110
    
25.    Versión estenográfica de las palabras de la Maestra Elba Esther Gordillo, Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional  del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la ceremonia de la presentación de la “Alianza para la Calidad de la Educación”, celebrada en el Patio Central de Palacio Nacional, México D.F., 15 de mayo de 2008. 

15 de mayo de 2014

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