Cientos de personas murieron ayer en el bombardeo del Hospital Al-Ahli al-Arabi (Baptista), en el distrito de Al-Zeitoun de la ciudad de Gaza. El hospital no sólo atendía a sus propios pacientes -muchos heridos en ataques aéreos israelíes-, sino que también albergaba a miles de personas que buscaban ponerse a salvo de la embestida de las Fuerzas de Defensa de Israel. Al difundirse la noticia, decenas de miles de airados manifestantes tomaron inmediatamente las calles de Líbano, Jordania, Turquía, Túnez y Cisjordania, atacando embajadas israelíes y edificios de los imperialistas estadounidenses y franceses. La cumbre entre dirigentes árabes y Biden en Jordania se ha cancelado.