Norteamérica

El intento de asesinato de Donald Trump ha acelerado la polarizacion de la sociedad estadounidense, ya que el candidato a la presidencia republicano esquivó la muerte por el más estrecho de los márgenes. Pero no fue sólo Trump quien esquivó una bala. El país entero se acercó al borde del precipicio antes de dar medio paso atrás. Como decía el título de un artículo del Financial Times: "Estados Unidos se asoma al abismo".

Tras el primer debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump, hay una pregunta en la mente de millones de estadounidenses de a pie y de la clase dirigente de Estados Unidos: “¿Cómo demonios son estas nuestras únicas opciones?”.

El jueves 30 de mayo, Donald Trump fue condenado por 34 cargos de falsificación de registros comerciales para influir en las elecciones de 2016. Fuera del tribunal de Manhattan, el republicano denunció el juicio: «Ha sido un juicio amañado, una vergüenza». En contra del veredicto del jurado, Trump se declaró no solo inocente, sino «muy inocente». A pesar de estas protestas, ha vuelto a hacer historia, esta vez al convertirse en el primer presidente estadounidense condenado por un delito grave.

En un ambiente electrizante, alrededor de 400 comunistas de todo Canadá y Québec se reunieron en Montreal y fundaron oficialmente el Partido Comunista Revolucionario (PCR). Nuestro objetivo: ser la generación que derroque al capitalismo durante nuestra vida, y sentar las bases para construir una sociedad libre de explotación, violencia y opresión. 

El martes 30 de abril por la noche, la policía se cruzó de brazos y permitió a una turba de extremistas sionistas asaltar violentamente el campamento de solidaridad con Palestina de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Los medios de comunicación y los políticos de todo signo han tachado de violentas, racistas y antisemitas las protestas pacíficas a favor de Palestina que se están produciendo en Estados Unidos. Pero ha habido una conspiración de silencio en torno al verdadero racismo manifiesto y la violencia extrema de los sionistas que han atacado los campus estos últimos días.

[Publicamos este artículo de los camaradas de Comunistas Revolucionarios de América, la sección estadounidense de la Corriente Marxista Internacional. Los camaradas han estado interviniendo activamente en el creciente movimiento de campamentos de solidaridad con Gaza y plantean sus propuestas acerca de como desarrollarlo.]

La semana pasada, los trabajadores de la planta de Volkswagen en Chattanooga, Tennessee, votaron a favor de afiliarse al United Auto Workers (UAW), el sindicato del sector del automóvil. El abrumador resultado (2.628 votos a favor y 985 en contra) es el primer éxito de la UAW en un fabricante de automóviles de propiedad extranjera en el Sur del país. Shawn Fain, Presidente del UAW, lo calificó como "la primera ficha de dominó que cae" en la campaña del sindicato para organizar a 13 empresas, entre ellas Tesla, BMW, Toyota, Nissan, Honda y Hyundai. El próximo objetivo es una planta de Mercedes-Benz en Vance, Alabama, donde 5.200 trabajadores votarán del 13 al 17 de mayo. 

Las protestas contra el ataque genocida de Israel en Gaza, respaldado por Estados Unidos, se intensifican en los campus universitarios de todo el país. El 17 de abril, estudiantes de la Universidad de Columbia, en Nueva York, organizaron el "Campamento de Solidaridad con Gaza", exigiendo que la universidad desinvierta de Israel y de las empresas que se benefician de la matanza. La protesta coincidió con la comparecencia de la presidenta de la Universidad de Columbia, Minouche Shafik, en una audiencia en el Congreso con el objetivo de tachar de antisemita al movimiento de solidaridad con Palestina.

El 25 de febrero, cientos de camaradas se reunieron en todo Estados Unidos para discutir la fundación de los Comunistas Revolucionarios de América (RCA), un nuevo partido político para la nueva generación de luchadores de clase deseosos de participar y organizarse en el vientre de la bestia. La reunión marcó el comienzo de un nuevo capítulo para el comunismo estadounidense. En los próximos años, el comunismo tiene el potencial de convertirse en una fuerza política de masas por primera vez en generaciones.

El domingo por la tarde, Aaron Bushnell, miembro en activo de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, se auto inmoló frente a la embajada israelí en Washington en protesta por la complicidad del imperialismo estadounidense con la guerra contra Gaza. La noticia de este valiente acto de sacrificio de un solo hombre ha resonado con fuerza en los corazones de cientos de millones de hombres y mujeres.

Los caucus de Iowa han dado el pistoletazo de salida a otras elecciones presidenciales. Una vez más, los medios de comunicación multimillonarios nos dicen que será una "elección histórica" que marcará el futuro del país y del mundo. En la medida en que la campaña ya está acelerando la inestabilidad del dominio burgués en el país más poderoso del mundo, tienen razón.

La sección canadiense de la CMI ha anunciado el relanzamiento de su periódico bajo el lema: Revolución Comunista. Esta nueva y audaz publicación surge tras el explosivo crecimiento de la CMI en Canadá en el último periodo, y sienta las bases para el lanzamiento de un nuevo Partido Comunista Revolucionario (PCR) en la Escuela Marxista de Invierno de Montreal de este año en febrero. Publicamos a continuación el anuncio de los camaradas y su explicación de la necesidad de un periódico comunista revolucionario en Canadá de hoy.