A falta de unos días para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú, las encuestas pronostican una disputa muy ajustada entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori. El imperialismo y la oligarquía peruana están movilizando todas sus fuerzas y recursos para imponer la victoria de su candidata, la hija del ex-dictador Alberto Fujimori. En respuesta, todo lo que hay de vivo y sano en la sociedad peruana: trabajadores, campesinos pobres, jóvenes y pobres de la ciudad y del campo, intelectuales progresistas, están movilizándose alrededor de la figura de Humala para torcerle el brazo a la reacción.