La situación del movimiento sindical argentino es bastante penosa. La CGT está fracturada en 3 partes (oficialistas, moyanistas y CGT Azul y Blanca de Barrionuevo) y la CTA en dos (Yasky y Micheli). Todo como consecuencia de las luchas de camarillas y de intereses de aparato, y de las intromisiones de la burguesía y del gobierno. Además, en las tres CGT y en la inmensa mayoría de sus sindicatos adheridos, la ausencia de democracia interna es total, donde el control del aparato y de sus recursos resultan esenciales para el lucro más desvergonzado. Ahora, los gremios de la derecha peronista, Moyano, la CTA de Micheli y los patrones rurales de la Federación Agraria anuncian un paro general
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