Hace 10 años, Haití se encuentra bajo una sangrienta dictadura militar establecida por la ONU, por imposición de Washington y dirigida por el ejército brasileño. Algunos argumentan que se trata de una "misión de paz" de la ONU. Pero la verdad es otra. Iniciada a partir de un golpe militar en el cual las tropas norteamericanas secuestraron al entonces presidente electo de Haití, Jean Bertrand Aristide, la MINUSTAH (Misión de las Naciones Unidas por la Estabilización en Haití) no es más que una ocupación militar represora que impide al pueblo haitiano manifestarse, luchar por mejores condiciones de vida y por cambios, garantizando así el control del imperialismo en la región.