El pasado 21 de junio en la galería de arte del consejo legislativo de Anzoátegui, en Barcelona, tuvo lugar un foro de presentación del libro Reformismo o Revolución. Marxismo y socialismo del siglo XXI (Respuesta a Heinz Dieterich). Con 90 asistentes, Alan Woods se dirigió a un auditorio compuesto de trabajadores, jóvenes y dirigentes de las comunidades aledañas.
La gira de Alan Woods presentando este libro no puede ser más oportuna. Desde el pasado 11 de junio, cuando el Presidente Chávez realizó un acto con los empresarios llamándolos a invertir y a tener una alianza para desarrollar el aparato productivo del país e impulsar empresas mixtas, la presión de los sectores reformistas continúa acrecentándose al mismo tiempo que la indignación y el descontento de la base revolucionaria. El principal argumento de los sectores reformistas que rodean al Presidente es que mediante esta estrategia de alianza con los empresarios, ellos invertirán en el país y se evitará el sabotaje económico de cara a las elecciones en noviembre. En definitiva, se pretende neutralizar al enemigo de la revolución haciéndole concesiones.
Como señaló Alan Woods en otos eventos de su gira por Venezuela, en la cual ha visitado ya dos estados de los nueve previstos, la experiencia desde el 2002 ha demostrado que cada vez que desde la dirigencia bolivariana se han hecho llamados a negociar con la burguesía y se ha intentado dar la mano a la oligarquía, ésta lo ha tomado como una muestra de debilidad del gobierno revolucionario y ha redoblado sus esfuerzos por derribar al Presidente Chávez, como se vio tras el golpe de 2002, el paro petrolero y el referéndum revocatorio. Alan Woods considera que los llamados a invertir, los intentos de conciliar, conducirán a la misma situación: la burguesía sacará la conclusión de que somos débiles y volverá a atacar la revolución para destruirla.
El acto en la galería de arte de Barcelona fue presentado por el camarada Julio Ulloa, conocido militante de la izquierda y responsable de la galería, que fue también el moderador del acto. Alan, en su exposición de más de una hora, tocó varios temas: desde la crisis del capitalismo mundial y sus múltiples manifestaciones como la guerra en Irak, pasando por la crisis alimentaria, la inflación y la recesión en Estados Unidos para, finalmente, centrarse en las perspectivas para la revolución Venezolana.
Julio Ulloa |
"En el acto del miércoles 11 de junio con los empresarios pude ver las mismas sonrisas que hubo el 11 de abril de 2002 durante el golpe en Miraflores. Shakespeare decía que ‘hay dagas en la sonrisa de los hombres' y se puede aplicar perfectamente a esa reunión. Dagas en la mirada y en la sonrisa de los capitalistas hacia el presidente Chávez y la revolución vi yo en esa reunión. Los reformistas que asesoran al Presiente tratan de convencerle de que con buena voluntad por parte del gobierno, aquellos cambiarán su actitud hacia la revolución. Eso está en contradicción con la experiencia de los últimos 10 años", sentenció Alan.
Alan se mostró muy preocupado por el desarrollo de la revolución venezolana, y de la apatía y desánimo que ha observado en la base chavista en el tiempo que lleva en Venezuela. Recordó que fue el propio presidente Chávez quien afirmó que no había un camino intermedio entre el capitalismo y el socialismo, y que la llamada tercera vía era "una farsa". Alan insistió en la necesidad de rectificar y culminar la revolución "expropiando la banca, la tierra, y las grandes industrias bajo control obrero", como único medio para "planificar la economía en beneficio de la mayoría de los venezolanos". Alan afirmó que había que expropiar estos sectores porque es el paso previo para poder planificar la economía. "No puedes planificar lo que no controlas, y no puedes controlar lo que no está en tus manos", dijo.
A continuación hubo un debate muy vivo, con sectores afines al reformismo intentando defender la alternativa de una economía mixta, posturas que Alan en su respuesta rebatió enérgicamente.
El acto finalizó a las 6 de la tarde con los camaradas asistentes cantando con entusiasmo la internacional, que no es habitual en Venezuela, y pidiéndole firmas al camarada Alan. Los camaradas de la CMR de Anzoátegui vendieron numerosos ejemplares del periódico El Militante. Sin género de dudas, este evento ha servido para acercar aún más las ideas del marxismo a los activistas revolucionarios de Barcelona.