Mérida es una hermosa ciudad situada en una meseta rodeada de grandes montañas, en Los Andes venezolanos. En Mérida se encuentra el núcleo fundamental de la Universidad de Los Andes, ULA, una de las principales universidades del país. La ciudad tiene además una fuerte actividad turística y comercial y está rodeada por numerosos pueblos agrícolas
El lunes 30 de junio Alan Woods presentó Reformismo o Revolución en Mérida ante alrededor de 400 personas, entre las que se encontraban buena parte de los cuadros y activistas revolucionarios de la ciudad. Destacaba la presencia de jóvenes estudiantes de la ULA, de militantes y dirigentes del PSUV local, así como de un nutrido grupo de trabajadores y varios profesores y luchadores populares.
El acto estaba presidido por una enorme pancarta con las siglas de la CMR y el PSUV que decía "Reformismo o Revolución" y recordaba la frase pronunciada por León Trotsky en los años 30: "La crisis de la humanidad es la crisis de su dirección revolucionaria". En la mesa, junto a Alan Woods, destacaba la presencia de Marcos Díaz Orellana, elegido hace unas semanas por las bases del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) candidato a la Gobernación del estado. Además, estaban presentes en el acto otros candidatos elegidos por las bases del Partido como Pedro Álvarez, candidato a Alcalde de El Egido, y otros dirigentes revolucionarios como Freddy Terán, del PCV, y otros. También estaba presente Humberto López, Presidente de la Imprenta Municipal IMMECA, donde se ha imprimido la edición venezolana de Reformismo o Revolución. Marxismo y socialismo del siglo XXI. Esta edicion venezolana del libro fue saludada como un gran logro por los asistentes.
Tras una breve presentación a cargo de Eduardo Molina, militante del PSUV y de la CMR, Alan hizo el mismo repaso por la situación de crisis y decadencia del capitalismo a nivel internacional y en Venezuela que en otros actos para detenerse en el momento actual y las perspectivas para la revolución venezolana.
"Hay gente fuera y dentro de Venezuela que dicen que aquí no hay una revolución. No entienden nada. ¿Qué es una revolución? os pregunto. Es la entrada de las masas en escena para intentar cambiar la sociedad. ¿Hay eso en Venezuela? ¿Sí o no?"
¡¡¡Siiii¡¡¡- respondió tajante el público asistente.
Alan -como en todos sus demás actos- volvió a insistir en la enorme fuerza de las masas, de la clase obrera, y en cómo esa fuerza ha derrotado todas las intentonas contrarrevolucionarias para, a continuación, alertar del peligro que existe si toda esa fuerza no es organizada y dirigida para expropiar a los capitalistas y llevar la revolución hasta el final. "No queremos nacionalizar todo, como dicen los contrarrevolucionarios, no queremos nacionalizar los pequeños negocios, ni por supuesto los carros, las casas, etc. Pero sí hay que nacionalizar bajo control obrero la banca, la tierra y las grandes empresas".
Estas palabras fueron seguidas de una atronadora ovación por parte de todos los asistentes. El candidato a Gobernador, el camarada Marcos Díaz, aplaudió desde la mesa estas palabras.
A continuación, Alan advirtió de los riesgos que existen si este programa no se lleva a cabo de forma urgente. "La luz roja está encendida para la revolución. El problema el 2 de diciembre del año pasado, cuando se perdió el referéndum de la reforma constitucional, fue que la gente no ve cambios decisivos en su vida, que sus problemas no se solucionan definitivamente. Por supuesto ha habido avances, pero no se ha visto una solución definitiva a problemas como el desempleo, la pobreza, la falta de vivienda y demás. Y os digo una cosa: Si no hay una solución urgente a esos problemas, la revolución está gravemente amenazada. No se puede contentar a las dos clases, empresarios y trabajadores; al final una clase tiene que ganar y otra tiene que perder."
Durante el debate, varios de los asistentes mostraron su inquietud acerca de cómo llevar la revolución hasta el final, la preocupación por el hecho de que no hayan sido expropiadas varias empresas que fueron ocupadas por los trabajadores, incluidas algunas de Mérida como la Planta de Residuos Sólidos y TV ULA, así como la preocupación por el significado de la reunión del Presidente Chávez con los empresarios el pasado 11 de junio.
"El sectarismo y los intereses burocráticos de los dirigentes han destruido a la UNT. Los trabajadores debéis recuperarla con un programa marxista"
La intervención de algunos sectores ultraizquierdistas acusando a Chávez y al PSUV de burgueses fue contestada por el camarada Alan de un modo tajante y duro que mereció repetidos aplausos de los asistentes.
"Tú puedes decir lo que quieras de Chávez, pero hay un hecho innegable. Él llamó a tomar las empresas. ¿Y qué hicieron los dirigentes de las distintas corrientes de la UNT? ¿Qué hicieron Chirinos, Marcela Máspero y los demás? ¡Nada! ¡Absolutamente nada! Esa misma noche tenían que haber organizado la toma de todas las fábricas cerradas que fuese posible y haberlas puesto a funcionar bajo control obrero mientras demandaban su estatización. Pero no hicieron nada de eso. ¿Por qué hablar solamente de la burocracia del Estado? ¿Qué pasa con la burocracia sindical? El Presidente Chávez además de llamar a ocupar las fábricas llamó a la clase obrera a ponerse al frente de la revolución. Pero en lugar de aprovechar esa oportunidad para llevar adelante la revolución, los dirigentes de la UNT prefirieron pelearse por ver quién controlaba la central, antepusieron sus intereses estrechos a los intereses generales de la clase obrera."
Estas palabras merecieron el aplauso de muchos asistentes y particularmente de un significativo grupo de obreros de la construcción presente en la sala.
"La clase obrera tiene una enorme fuerza", explicó Alan. "Sin su permiso no gira una rueda, ni brilla una luz, pero esa fuerza debe organizarse en torno a un programa y unos métodos correctos, encontrar una dirección; si no, permanece como algo potencial y se pierde. Los sectarios han destruido la UNT. Hay que resucitar la UNT pero eso sólo se puede hacer por parte de las propias bases de los sindicatos, luchando por un programa genuinamente socialista."
"Fuera del PSUV no hay nada"
Alan fue especialmente duro al responder a algunos sectores que califican al PSUV de partido burgués y llaman a romper con el y construir un partido revolucionario nuevo.
"Si tú quieres formar un partido al margen del PSUV será sin las masas, será un partido de tres personas y un perro que hará de todo menos la revolución. Voy a ser muy claro: Fuera del PSUV y del movimiento bolivariano no hay nada. Esos camaradas que dicen que Chávez es un burgués, que el PSUV es burgués me recuerdan a extraterrestres, ¿en que planeta viven?"
"El PSUV puso en marcha una fuerza enorme: cinco millones de personas. Pero hay que motivar a las bases del partido con ideología. Esa ideología, en mi opinión, sólo puede ser el socialismo científico, el marxismo. Hay que construir una corriente ideológica marxista dentro del partido para luchar por estas ideas. Yo no vengo aquí como un intelectual -ya os habréis dado cuenta-", dijo Alan entre las sonrisas de aprobación y complicidad del auditorio, "vengo como un militante revolucionario. Os llamo a construir esa corriente marxista".
El acto finalizó con las mismas escenas que vimos en otros actos anteriores: con el público subiendo entusiasmado al escenario a pedir a Alan que firmase su libro y agradecer sus palabras. "Escuchar a Alan es una inyección de entusiasmo", comentaba uno de los asistentes mientras se apuntaba en la mesa para colaborar con la CMR, "los reformistas quieren desmoralizar y confundir a la gente. He escuchado a otros que les critican pero están desanimados. Alan en cambio te pone las pilas, te anima a luchar".