Acto de apertura del congreso de la Corriente Marxista Revolucionaria en SIDOR – un punto de inflexión en el desarrollo de las fuerzas del marxismo en Venezuela

Richard La Rosa

Unas 300 personas asistieron a la apertura del 6º Congreso de la CMR que se celebró en el teatro de SIDOR, el enorme complejo siderúrgico en Puerto Ordar, Edo. Bolivar, que fue nacionalizada por el presidente Chávez hace un año, como resultado de la lucha de los trabajadores.

Entre los presentes había trabajadores de SIDOR, militante del Frente Revolucionario de Trabajadores Siderúrgicos, que co-organizaba el evento, dirigentes del Sindicato Único de Trabajadores Siderúrgicos de SIDOR (SUTISS) entre ellos el actual y el anterior secretario genera, así como trabajadores y sindicalistas de ALCASA, Ferrominera y otras empresas básicas del estado Bolivar. También estaban presentes delegados e invitados al congreso de la CMR, entre los cuales una nutrida representación de dirigentes sindicales del estado Anzoategui (de Mitsubishi, Vivex, que lleva más de 6 meses ocupada por sus trabajadores, Macusa y el Hotel Punta Palma); dirigentes de Inveval, fábrica bajo control obrero en los Teques; sindicalistas de PDVSA en el Zulia, así cómo trabajadores de PDVSA de Maturín y San Tomé. Aparte del estado Bolivar había camaradas presentes de los estados Vargas, Dto Captital, Miranda, Zulia, Mérida, Táchira, Anzoategui, Portuguesa, Monagas y Lara.

Acto de apertura del congreso de la Corriente Marxista Revolucionaria en SIDOREn el centro del teatro una imagen proyectada con la figura de Carlos Marx y la leyenda "6º Congreso de la Corriente Marxista Revolucionaria. En un lateral del teatro una pancarta anunciaba también el congreso de la CMR, "Defendiendo las ideas del marxismo en la clase trabajadora y el PSUV".

En la sala se palpaba un ambiente de entusiasmo entre todos los asistentes. Claramente éste congreso representa un salto adelante para la CMR. Por un lado la celebración del congreso en una empresa emblemática para el movimiento obrero venezolano como es Sidor, y por otro el que el acto de inauguración se celebrara conjuntamente con el Frente Revolucionario de Trabajadores Siderúrgicos, que ha llevado adelante una batalla incansable por el control obrero de la empresa como única manera de hacer realidad la consigna de "Sidor socialista".

El acto, que había sido anunciado con reparto de volantes en los portones de la empresa, fue abierto por Miguel Alvarez, director ejecutivo de SIDOR, que en nombre del presidente de SIDOR y Ministro del MIBAM, dio un saludo a todos los participantes e insistió en presentarse como un miembro más del Frente Revolucionario de Trabajadores Sidoristas. Álvarez señaló que SIDOR solamente podría considerarse socialista "si los trabajadores estaban al frente de la empresa".

A continuación Elisabeth Alves, dirigente de la CMR y vicepresidenta de la CVG, leyó una lista de los dirigentes obreros, campesinos y juveniles asesinados por la contra-revolución y el sicariato desde el inicio del 2009, incluyendo el reciente sicariato del dirigente sindical de Toyata, el asesinato de dos trabajadores de Mitsubishi y Macusa, Pedro Suarez y José Marcano, y el más reciente asesinato de un joven activista del PSUV cuando instalaba un punto de registro al partido en Caricuao, Caracas. Elisabeth señaló que tenemos que terminar con la impunidad con la que actúa la derecha contra los militantes revolucionarios y acotó que "solamente podremos acabar con los asesinatos si terminamos con el sistema capitalista que aún sigue en pie en nuestro país y que es la causa de esta violencia". En este punto Miguel Alvarez intervino para señalar que la reciente muerte de un trabajador de SIDOR en un accidente de tráfico también podía considerarse como un asesinato del capitalismo, que con la terciarización del transporte y la maximización de los beneficios era la causa de su muerte. A continuación todos los asistentes guardaron un sentido minuto de silencio.

Inició el turno de intervenciones Jorge Martín, del secretariado internacional de la Corriente Marxista Internacional, rindiendo homenaje a los trabajadores de SIDOR, que con su lucha por la expropiación eran responsables de que un acto de ese tipo se pudiera celebrar dentro de la empresa, lo que arrancó un aplauso de agradecimiento de los asistentes. Jorge señaló que la crisis que estamos viviendo no es "una crisis del modelo neo liberal" como señalaba recientemente Ignacio Ramonet, sino una crisis clásica de sobre-producción del sistema capitalista. Jorge remarcó que según el propio FMI, esta era la crisis global del capitalismo más grave desde la gran depresión de los años 30 y que ya estaba teniendo consecuencias muy importantes en la conciencia de millones de trabajadores de todo el mundo. Después de analizar la crisis del capitalismo y su impacto en la clase obrera y su consciencia, Jorge pasó a describir los desafíos a los que se enfrentaba la revolución bolivariana.

En su opinión estos se centraban en el hecho de que tanto la economía como el aparato del estado seguían siendo fundamentalmente capitalistas. Jorge Martín señaló que la economía debía ser expropiada por parte del estado y que este debía estar en manos de los trabajadores. "Esta tarea sólo la puede llevar a cabo la clase obrera" dijo Jorge, al tiempo que criticaba aquellos reformistas y burócratas que dicen que en Venezuela "no existe la clase obrera". "Si en Venezuela no hay clase obrera, ¿quien salvó la industria petrolera en diciembre del 2002? ¿quienes se trasladaron desde las industrias básicas hasta Anaco para garantizar el suministro de gas?". "La revolución bolivariana ya es una inspiración internacional, una Venezuela socialista se convertiría en un punto de referencia para los trabajadores y oprimidos de todo el mundo", concluyó Jorge Martín.

Richard la Rosa, secretario de organización del Sindicato Nueva Generación de Trabajadores de MMC Automotriz, Singetram, fue el siguiente en tomar la palabra. Richard resaltó en primer lugar que la lucha de los trabajadores de Mitsubishi había alcanzado el límite más alto que podía alcanzar la lucha sindical, y había trascendido al terreno de una lucha política. Para acabar con la lacra del capitalismo se debería "nacionalizar la banca, las grandes empresas, para ponerlas al servicio del pueblo y bajo control de los trabajadores". Richard relató los pormenores de la heroica lucha de Mitsubishi, en la que, a pesar de que la razón y la legalidad estaban de lado de los trabajadores, estos se tuvieron que enfrentar con la respuesta feroz del aparto judicial y policial en un enfrentamiento que acabó con dos trabajadores muertos. Richard explicó que a pesar de todo, los trabajadores habían logrado el 90% de sus reivindicaciones, incluyendo la prohibición de terciarizar ninguna parte de las actividades de la empresa. También explicó el papel que la CMR había jugado en la lucha, dando a la dirección sindical una orientación política y que por ese motivo ellos se habían integrado de forma activa a la Corriente.

Richard explicó la necesidad de la unidad de la clase trabajadora. Ésta, ansiada por las bases, se ve bloqueada por los dirigentes de la UNT que responden a intereses personales. La única manera de superar esa división sería a través de la convocatoria de "un congreso nacional de trabajadores, sindicatos y representantes obreros para reconstruir la UNT sobre la base de un programa de lucha".

La intervención de Richard causó un profundo impacto en todos los asistentes que interrumpieron su discurso con aplausos en numerosas ocasiones. Además de ser un excelente orador, demostró ser un dirigente obrero con las ideas claras y una voluntad inquebrantable de lucha contra el capitalismo.

A continuación habló Juan Ignacio Ramos, presidente de la Fundación F Engels y dirigente de la Corriente Marxista Internacional en España. Juan Ignacio denunció el cerco mediático al que está sometida la revolución bolivariana, particularmente en España, y que este se debe a que la revolución se convierta en un ejemplo para los trabajadores del Estado Español. Juan Ignacio se refirió también al tema de la libertad de expresión en Venezuela, denunciando la reciente declaración de la Unión Europea como hipócrita.

Jesús Pino, Revolutionary Front of Steel Workers, and Elisabeth Alves, CMRJesús Pino, Revolutionary Front of Steel Workers, and Elisabeth Alves, CMR "La libertad de expresión es una cuestión de clase," dijo Juan Ignacio, poniendo el ejemplo de la censura de TV Española del abucheo que había recibido el Rey de España en la final de la Copa del Rey. Ese mismo monarca que escandalosamente había mandado callar al presidente Chávez, no tiene ninguna credencial democrática, habiendo sido puesto a dedo por el dictador Franco, asesino de millones de obreros españoles en la guerra civil. Estas palabras arrancaron una fuerte ovación entre los asistentes.

Juan Ignacio aplaudió la nacionalización del Banco de Venezuela al grupo Santander, y señaló que el gobierno del presidente Chávez no debía parase ahí sino nacionalizar el conjunto de la banca, empezando por las multinacionales españolas, añadiendo que la misma debería ser "sin ninguna indemnización", afirmación que también fue recibida con entusiasmo por los asistentes.

A continuación tomó la palabra Cesar Olarte, por el Frente Revolucionario de Trabajadores Siderúrgicos, que insistió en la necesidad del control obrero a través de los consejos de trabajadores en la nueva etapa que se abre después de la nacionalización de la empresa. César insistió en la necesidad de superar el carácter meramente reivindicativista de los sindicatos y apuntó la necesidad de que los mismos participen plenamente en la lucha por el socialismo.

Antes del cierre también tomó la palabra Nelson Rodríguez, trabajador de Inveval y dirigente de la CMR, en nombre del Freteco y de las empresas ocupadas MDS, Gotcha, INAF y Vivex. Nelson denunció el sabotaje de los sectores burocráticos del estado contra las empresas tomadas y nacionalizadas bajo control obrero. Puso ejemplos concretos de Inveval, Vivex, Inaf, dónde los trabajadores chocan una y otra vez on el bloqueo de los burócratas y reformistas que incluso violan instrucciones directas del presidente Chávez.

Clausuró el evento Elisabeth Alvés, que hizo un repaso de los desafíos a los que se enfrenta Venezuela como país exportador de materias primas y la necesidad de planificar la economía en función del desarrollo del país y de cómo esto sólo se podía hacer con el control obrero.

Para cerrar el acto hubo una actuación musical de Pedro Urbino que cantó canciones, entre otras, de Alí Primera.

Sin duda, éste fue un acontecimiento de tremenda importancia en el desarrollo de la CMR, y que refleja el salto cualitativo que se ha dado en su influencia e implantación en el movimiento obrero y revolucionario en Venezuela.

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